Por: Luis Semprún Jurado
“Tu verdad, no, la verdad, y ven conmigo a buscarla. La tuya, guárdala”
ANTONIO MACHADO
“Carajo, camarita… qué difícil es hacerle ver a la gente cosas que no quieren ver. Habrá quien se pregunte por qué no hablamos sobre los problemas y tragedias locales que nos afectan, que no son pocos, especialmente con los estragos causados por las torrenciales lluvias que afectan al país. No entienden que el gobierno está dedicado a atender esa tragedia, pero que el planeta está en peligro de una guerra nuclear. No terminan de entender la complejidad de los acontecimientos, su importancia, ni la dirección que éstos pueden tomar. En estos momentos, mientras conversamos, cientos y miles de personas se desplazan por las más importantes avenidas de algunas de las ciudades europeas de mayor relevancia; andan sin rumbo, caminando y conversando, una al lado de la otra. Y cuando todas las vías se encuentran, se dan cuenta de que son muchos con los mismos problemas y las mismas aspiraciones. A estas situaciones no saben cómo llamarlas hasta que se prende la mecha… y de pronto, ¡Europa en llamas! Entonces, aprenden la realidad del momento, que no es más que un malestar generalizado, sin proyecto alguno, causado por una serie de insatisfacciones y temores que no encuentran respuestas en los politiqueros de turno, que los llevan como corderos al matadero; malestar que avanza por los países y que puede convertirse en revuelta, porque las protestas son contra gobiernos embarcados en una guerra ajena; malestar que no manejan los partidos políticos, aunque quisieran inmiscuirse; malestar que no hay quién lo canalice ni dirija. Su reclamo a la «dirigencia política» de sus países es: «Basta, basta ya. Nosotros no los elegimos para que nos llevaran a una guerra creada y financiada por EEUU; los elegimos para que nos conduzcan por la vía de la paz y el bienestar, que debe ser su prioridad, no para que antepongan el bienestar ucraniano al nuestro. Basta de sanciones unilaterales que más bien nos afectan y ningún daño hacen a Rusia, que ha sido una proveedora consecuente y segura de combustible». Se empieza a ver como la paciencia de los pacíficos ciudadanos ha llegado a su límite. Pero cada día más, los medios empiezan a difundir a su manera las reacciones a lo que está sucediendo. La gente sin embargo se pregunta a dónde quieren llegar con sus mentiras, así como «que clase de aliados» tienen que están desangrando su economía. Es verdad que las causas son variadas y que el precio del combustible es sólo el detonante, pero los estallidos sociales vistos en París, Londres y otras ciudades de Europa, tanto del Este como del Oeste, responden a las realidades locales que ni siquiera les permiten recibir información libre para sacar sus propias conclusiones. ¡Vaya libertad de prensa! Bueno… ya llega el invierno; la UE se desmorona y no tiene capacidad para salir de este lío por sí sola, ni autoridad moral ni política. ¡O sea!”.
Mientras escribo, los hechos siguen en pleno desarrollo, como diría Walter Martínez: muerte, desolación y más desesperanza. El belicismo se ha recrudecido en Ucrania, que perdió cuatro provincias luego de los referéndums separatistas y solicitudes de anexión a Rusia. Eso de que Zelenski está ganando la guerra es una utopía. Ahora atacar a cualquiera de esas provincias es atacar territorio ruso, así como proveer a Ucrania de armamento es una declaración de guerra. EEUU y la UE ya no se podrán esconder tras la fachada del títere que funge de presidente ucraniano, quien solicitó el uso de armas nucleares contra Rusia. Lo que era una “operación especial de desnazificación” ahora se puede convertir en una guerra de impensables dimensiones. Mientras, paralelamente ocurre otra: la de EEUU contra la economía e industrialización de los países miembros de la UE, especialmente Alemania y Francia, para hacerlos gringodependientes. EEUU se está convirtiendo en el opio que una vez llevaran los ingleses a China. La UE ha estado ciega y sumisa a las demandas de EEUU y ahora que empieza a darse cuenta de lo que pasa, parece tarde.
Las renuncias y pedidos de renuncia a mandatarios y ministros están a la orden del día. En GB van dos “primer ministro” que han renunciado (antes de ser expulsados); en Francia, Italia, Hungría, etc. continúan las protestas y van por el mismo camino. No son los partidos políticos los que llevan la batuta de las protestas, porque estas son contra los gobiernos y la dirigencia política, sino pueblos que despiertan de un sueño profundo cansado de tantas mentiras y engaños. La humanidad no quiere más guerras ni armas, así como tampoco un mundo unipolar ni un “policía del mundo”. Tampoco quiere nuevos “holocaustos” ni genocidios como contra Palestina, Yemen, El Saharaui. La humanidad desea poder vivir en paz y que los fabricantes de armas desaparezcan. Lo que está ocurriendo demuestra la inmensa desconexión entre Ursula von der Leyen, Presidenta de la Comisión Europea, las élites políticas, económicas y culturales y el pueblo que dicen representar. Por eso siguen como borregos las órdenes de su amo imperial. Estén claros: no los quieren de amigos ni socios, sino de esclavos.
¿Alguien sabe la “verdad” de cómo se inició todo esto? Como decía Platón, la opinión puede ser una, pero los hechos la pueden contradecir y como las apariencias engañan hay que buscar la verdad de los hechos. No tu verdad, no mi verdad; la irrefutable verdad, la que no tiene matices. Existen técnicas para que lo que se dice suene a verdadero. Según Ángel Gabilondo “detrás de esas técnicas hay intereses, luchas, y cada uno hace valer su verdad”. Esa era el área preferida de Göbbels, hacer que la mentira pareciera verdad. No olviden que EEUU reclutó lo que quedó de la Alemania Nazi para que trabajaran con ellos; es posible que discípulos de Göbbels estuvieran en el paquete. ¿Será por eso que apoyan a los ucronazis? ¿Cómo harían para convencer a Israel de apoyarlos después que el nazismo los “holocausteó”? ¿La historia de Ana Frank cómo queda? Lo cierto es que el nazismo está haciendo el trabajo sucio de EEUU manteniendo a Rusia ocupada en la desnazificación y la UE, ciega y sorda, le apoya. ¿Qué pasará ahora que los pueblos están despertando y protestando?
No es posible vaticinar cómo y cuándo terminará el conflicto. Las opciones que surgen en el panorama son bloqueadas y rechazadas por EEUU y su OTAN. Ya es conocido que no es Ucrania con la que Rusia debe concertar la paz, sino con EEUU; Zelenski es sólo una marioneta de éstos que llegó al colmo de pedir un ataque nuclear contra Rusia, aunque luego le agregara el calificativo “preventivo”. Se está jugando con fuego que nos puede quemar a todos. ¿Qué sería del planeta luego de una guerra nuclear? ¿Quién la sobreviviría? Si la UE sigue por ese camino no tiene por qué protestar, ya que ese es el resultado de su elección. Lo que venga ahora es lo que ellos mismos eligieron. De momento, EEUU sigue vendiéndole gas un 400% más caro y llevándose empresas alemanas y francesas para su territorio, desmontando así todo rastro de desarrollo y prosperidad en la UE; Rusia venderá su combustible y demás productos a Oriente, sin ceder un micrón a las ambiciones yanquis; las provincias anexadas, serán igual que Crimea, territorio ruso a pesar del deseo de la OTAN. ¿Tendremos IIIa GM?
Putin dice que pronto recuperará Alaska y él no habla pepadas, algo se trae entre manos mientras EEUU juega al policía del mundo; Venezuela sigue saliendo del hoyo en el que las ilegales y unilaterales sanciones gringas la metieron; hasta sus verdugos quieren ahora negociar con ella por el poder que le otorgan las reservas petroleras; Nico hizo su enroque para obtener beneficios para el país y luego intercambió peones. Su defensa es poderosa y como EEUU no tiene un Fisher disponible, cualquier estrategia de los tantos Karpovs que tiene Rusia es suficiente. La paciencia es la madre de todas las ciencias y Gobierno, Fuerza Armada y pueblo, unidos, hemos resistido todos los embates de la cayapa gringa. Ya no tomo en cuenta a la malinche ni a la cipaya criolla pues se convirtieron en la nada. Mis mejores deseos para los que se fueron, fue su decisión. Si les va mal no le echen la culpa al gobierno. Las mentiras tienen patas cortas y cuando las descubren vienen los lamentos. Por eso, a quien te hable del “sueño americano” pregúntale siempre: “¿A dónde vas con tus mentiras?”
El Pepazo