En la cartelera internacional del pasado mes de julio, donde peleó Carlitos Cañizalez (CCC) en el Poliedro de Caracas, varios ex campeones mundiales tuvieron que comprar sus boletos para entrar. A Bernardo Piñangio no le permitieron saludar a Mano e Piedra Durán. Kiki Rojas tuvo que comprar su boleto. El otro caso fue el de Pantoño Orono, a quien por intermedio del dirigente del CMB, Nicolás Hidalgo, le dieron un ticket, pero lo ubicaron en la tribuna más lejana del cuadrilátero. Eso fue otro «nocaut» que le propinaron al pugilismo nacional
Orlando Bohórquez Parra
Corresponsal Chile
En Venezuela se tiene la mala costumbre de no tomar en cuenta a quienes le han dado glorias al deporte, y especialmente al caso que voy a referir, que es el Boxeo, precisamente la disciplina que más satisfacciones ha brindado, tanto a nivel amateur como profesional.
Los actuales dirigentes y también quienes les han precedido, solo los utilizan cuando les conviene y están activos, pero luego ya retirados no son tomados en cuenta, ni con aportes sociales, como tampoco en actividades estelares de este deporte.
Por citar caso reciente, en la cartelera internacional del pasado mes de julio, donde peleó Carlitos Cañizalez (CCC) en el Poliedro de Caracas, varios ex campeones mundiales tuvieron que comprar sus boletos para entrar. Nadie los invita, es decir ni los organizadores de los eventos, ni las autoridades del Ministerio del Deporte. Ellos deberían tener un pase especial para que asistan y le den brillantez a esos encuentros boxisticos. Además de llamarlos al ring, para que saluden al público y vean de nuevo a estos gloriosos gladiadores.
Alli sucedió que el doble campeón mundial Bernardo Piñango, quien además ganó medalla de plata Olímpica en Moscú 1980, pagó su entrada, y cuando quiso acercarse a saludar a su amigo, el panameño Roberto «Manos de Piedra» Durán, no se lo permitieron. Eso fue un desprecio a Piñango y al boxeo venezolano. Asi mismo, el también doble campeón del mundo, Jesús «Kiki» Rojas, tuvo que comprar su boleto. El otro caso fue el de Pantoño Orono, a quien por intermedio del dirigente del CMB, Nicolás Hidalgo, le dieron un ticket, pero lo ubicaron en la tribuna más lejana del cuadrilátero. Eso fue otro «nocaut» que le propinaron al pugilismo nacional.
Así de mal, con desprecio, se trata en Venezuela a estos gloriosos peleadores que le han dado a su país, nuestro pais, más de cuarenta títulos mundiales. Ojalá lleguen verdaderos dolientes del deporte a estos cargos y los atletas se sientan apoyados, tomados en cuenta, COMO DEBE SER!!!!.
En la gráfica, el campeón gloria del boxeo venezolano, Bernardo Piñango.
Para recibir en tu celular esta y otras informaciones, únete a nuestras redes sociales, síguenos en Instagram, Twitter y Facebook como @DiarioElPepazo
El Pepazo