«A Elvis le costó decidir si quería comer pavo o las piernas de Chad», comentó la granja de caimanes Colorado Gator Farm sobre el accidente.
Un empleado de una granja de caimanes en el estado de Colorado (EE.UU.) se salvó por poco de ser mordido por un caimán de 3,5 metros y 300 kilos llamado Elvis, mientras alimentaba al enorme animal.
El trabajador, identificado solo como Chad, entró al estanque para ofrecerle un pavo al caimán; sin embargo, este se asustó al ver que el reptil se acercaba para tomarlo y, al intentar salir del agua, perdió el equilibrio.
Para fortuna de Chad, otro empleado acudió en su ayuda y consiguió distraer al animal, que pareció estar conforme con el ‘cambio en el menú’. «A Elvis le costó decidir si quería comer pavo o las piernas de Chad», escribió en sus redes sociales el parque Colorado Gator Farm sobre el accidente.