Este año se cumple el 25 aniversario del inicio de la comercialización de sildenafilo (Viagra), el fármaco que revolucionó el tratamiento de la disfunción eréctil y sigue siendo uno de los más vendidos. Aunque es un medicamento muy seguro, se administra siempre con receta médica porque la impotencia masculina puede ser un síntoma centinela de patologías cardiovasculares.
María Sánchez-Monge
Inicialmente se investigaron sus efectos frente a la hipertensión arterial, la angina de pecho y el infarto agudo de miocardio, pero pronto se puso de manifiesto que su efecto clínico más relevante era la mejoría que los hombres experimentaban en su actividad sexual. La razón es que la dilatación de los vasos sanguíneos que produce es especialmente intensa en el pene, lo que potencia la erección.
¿En qué pacientes está indicado?
Sildenafilo tiene dos indicaciones fundamentales: en pacientes con disfunción eréctil y en quienes padecen hipertensión arterial pulmonar, que es una enfermedad rara. En este segundo supuesto, lo que se busca es dilatar la arteria del pulmón para que le llegue suficiente sangre.
En lo que se refiere al principal motivo de empleo de este fármaco, Javier Romero-Otero, director del Departamento de Urología de HM Hospitales en Madrid y miembro de la Asociación Española de Urología, recalca que “a todo paciente varón que tenga una disfunción eréctil hay que hacerle un estudio para averiguar cuáles son las causas”.
En la mayoría de los casos, prosigue, “disfunción eréctil es igual a enfermedad vascular, lo que significa que los factores de riesgo cardiovascular que provocan un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular son los mismos que causan la disfunción eréctil”.
Por esa razón, en la actualidad se considera que este problema sexual “es una ventana a la salud cardiovascular del varón y es importante diagnosticarlo porque muchas veces el mayor problema no es que un hombre no pueda tener relaciones sexuales, sino que tenga una enfermedad vascular generalizada que puede acabar desencadenando un infarto, un ictus o una isquemia en miembros inferiores (obstrucción de una de las arterias principales encargada del aporte sanguíneo a las piernas)”.
¿Cuál es la dosis más apropiada?
Romero-Otero reconoce que la administración de sildenafilo “se debería iniciar -aunque la mayoría de las veces no se hace- a la dosis más baja, que es de 50 mg al día, y si no hay respuesta, habría que subir a 100 mg”. También se aconseja probar a bajar a 25 mg cuando con 50 mg se logra un buen resultado.
La razón por la que se suele empezar con 100 mg diarios para posteriormente bajar a 50 mg si la respuesta es adecuada es que, al tratarse de un “fármaco relativamente caro y no cubierto por el sistema sanitario público, muchos pacientes que prueban la dosis de 50 y no les funciona no quieren pasar a la de 100”. En definitiva, se opta por la opción que más favorece la continuidad del tratamiento.
La dosis que se emplea para el tratamiento de la hipertensión pulmonar es de 20 mg tres veces al día.
¿Cómo y en qué momento hay que tomarlo?
Sildenafilo se debe ingerir por vía oral con un margen de al menos 45 minutos antes de la relación sexual y teniendo en cuenta que sus efectos se prolongan hasta 6 horas. Otros fármacos de la misma familia pueden favorecer la erección hasta 24 horas después de su ingesta.
Romero-Otero puntualiza que “requiere estímulo para que se produzca la erección. Este tipo de fármacos potencian y mantienen la erección durante más tiempo, pero no son capaces de iniciarla”.
Durante muchos años se ha administrado solo en grageas o comprimidos, con distintas formulaciones y nombres comerciales, pero recientemente un laboratorio español ha desarrollado una fórmula en suspensión oral. «El medicamento se llama Bandol, es una especie de líquido con un sabor mentolado y permite tener varias dosis en un solo vial», especifica Martínez Salamanca, quien comenta que es un sistema de pulsaciones. «En función del número de pulsaciones cambia la dosis: cuatro son 50 mg, seis son 75 mg y ocho, 100 mg». De este modo, se consigue una mejor «dosificación y autorregulación» por parte del paciente.
¿Se puede ingerir con alcohol o alimentos?
Para lograr un efecto óptimo y prevenir efectos adversos es importante respetar la toma de sildenafilo una sola vez al día, así como no consumirlo ni con alimentos ni con bebidas alcohólicas, ya que interfiere tanto con las grasas como con el alcohol.
La farmacéutica e investigadora María Perelló, delColegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona (COFB), explica que, cuando se toma con alimentos, “el inicio de su acción farmacológica podría retrasarse en comparación a cuando se toma en ayunas”.
Romero-Otero pone un ejemplo de ingesta: “Si uno va a tener una cena romántica, lo lógico es que se tome la pastilla una hora y media antes para que no interaccione con los alimentos y así esté cubierto antes de que se cumplen las 6 horas que dura su acción”.
¿Cuáles son los principales riesgos y efectos adversos?
El representante de la AEU recalca que sildenafilo es un fármaco muy seguro. El principal riesgo es el derivado del consumo de dosis superiores a las recomendadas, que producen “un robo de sangre al corazón porque la vasodilatación se produce casi exclusivamente en el pene y la mayoría de la sangre se acumula en la piel”. La consecuencia más grave puede ser un infarto de miocardio.
En cuanto a los posibles efectos adversos, el especialista cita como ejemplos el enrojecimiento de la cara y las orejas, el dolor de cabeza o el dolor de espalda.
La farmacéutica desmiente una creencia frecuente sobre los efectos a largo plazo de sildenafilo: “No hay ninguna evidencia de que cause dependencia”. Tampoco es cierto que resulte eficaz para “el tratamiento de la eyaculación precoz”.
¿Quiénes no deben tomar sildenafilo?
El uso de sildenafilo está contraindicado en pacientes que toman nitroglicerina u otros nitratos para el tratamiento del infarto de miocardio. Esta interacción puede ser muy grave. Quienes toman nitroglicerina padecen enfermedades graves. “Una persona con insuficiencia cardiaca grave no puede respirar, se ahoga”, resalta Romero-Otero. “Plantearse que estos pacientes no tomen sildenafilo es de sentido común”. Lo mismo puede aplicarse a quienes sufren insuficiencia renal, hepática o respiratoria grave, que tampoco están en condiciones de tener una vida sexual activa.
Existen otras contraindicaciones aisladas, como ciertos pacientes con retinitis pigmentaria o hipertensión no controlada, pero el experto afirma que “son casos muy puntuales”.
¿Con o sin receta médica?
Sildenafilo se dispensa en España con receta, pero en Reino Unido se comercializa una presentación que no requiere prescripción médica, denominada Viagra Connect. De este modo, también pueden consumir la pastilla aquellos hombres que no padecen disfunción eréctil pero quieren tener erecciones más potentes y duraderas.
De momento, esta opción no está prevista en España ni en el resto de la Unión Europea. Romero-Otero considera que se trata de un debate interesante y cree que se podría plantear la venta sin receta “siempre que haya una educación sanitaria suficiente de la población” para controlar los riesgos.
Sin embargo, tanto él como Martínez Salamanca consideran que si este medicamento se vendiese libremente se podría perder la oportunidad de que el médico detectase aquellos casos en los que la disfunción eréctil es un síntoma de una enfermedad vascular más grave.
Perelló coincide en que “los tratamientos de la disfunción eréctil deben ser prescritos por un especialista que haya establecido un diagnóstico y conozca la historia clínica del paciente, de forma que le permita descartar patologías asociadas que pueden ser el origen del problema”.
Cuidado con la venta por internet
Desde el inicio de la comercialización de Viagra, conocida como la pastilla azul, este medicamento ha sido uno de los más falsificados del mundo y la mayoría de esas copias se venden por internet.
Romero-Otero advierte de los riesgos de comprar sildenafilo en la Red: “Me parece un disparate. Quien lo compra por internet está poniendo en riesgo salud. No es solo que se obtenga la respuesta deseada, sino que puede desencadenar efectos secundarios importantes”.
La portavoz del COFB recuerda que los medicamentos “deben ser adquiridos siempre a través del canal farmacia. El farmacéutico, como profesional sanitario, puede garantizar sus condiciones, además de ofrecernos consejo sanitario. Esta actuación es complementaria al diagnóstico previo y prescripción por parte del médico”.
El Pepazo/Cuidate/Marca