Doncic se medirá contra un imperio: el mayor reto en la carrera del niño prodigio. El exmadridista busca a partir de hoy su primer anillo de campeón de la NBA. Es la gran baza de los Mavericks para derrotar a los orgullosos Celtics, líderes, favoritos y el equipo más laureado de la historia (17 títulos)
Desde que era un crío y empezó a botar un balón mientras veía jugar y entrenarse a su padre, Luka Doncic ha logrado siempre todo lo que se ha propuesto en el mundo del baloncesto. Y lo ha hecho de forma meteórica, adelantando siempre los plazos. Aprendía rápido y tenía un talento innato descomunal que no pasó desapercibido para el Real Madrid, que lo fichó siendo un niño.
Con 13 años ganó la Minicopa con los blancos, con 16 debutó con el primer equipo y su impronta fue cada vez mayor, contribuyendo en la conquista de tres Ligas y dos Copas. Entre medias, ganó el Eurobasket de 2017 con Eslovenia siendo incluido en el cinco ideal del torneo. Y con apenas 19 fue coronado MVP de la ACB y ganó la Euroliga siendo nominado MVP del torneo y de la Final Four antes de marcharse a la NBA.
Eclosión en la NBA
En la meca del baloncesto demostró desde el primer día que se puso la camiseta de los Mavericks que era un jugador especial, con un don para jugar a este deporte, un líder llamado a ser uno de los mejores jugadores del planeta. Fue nombrado ‘rookie’ del año y su aportación y sus estadísticas crecieron exponencialmente, pero pese a su empeño su equipo no lograba soñar con algo grande. En cinco años sólo tres participaciones en playoffs y una presencia en la final del Oeste en 2022 antes de caer ante los Warriors (4-1).
Estaba claro que la excelencia de Doncic no bastaba para llevar a su equipo hasta cotas más altas. El crack esloveno necesitaba estar más arropado. Los Mavs vieron como Jalen Brunson salía gratis a los Knicks. Hicieron un intercambio para hacerse con Kyrie Irving, eligieron en el draft al joven pívot Dereck Lively, ficharon al alero Derrick Jones jr y en febrero en el mercado de invierno hipotecaron su futuro realizando dos intercambios más para incorporar a su plantilla al ala-pívot PJ Washington y al pívot Daniel Gafford a cambio de futuras elecciones de draft. Y esos movimientos en los despachos han convertido a Dallas en un firme aspirante al título.
Los Mavericks pueden culminar su metamorfosis a partir de esta madrugada (2.30 h, Mov+) en la final ante Boston Celtics. Con Doncic en plena madurez de su juego, pese a tener solo 25 años, Irving listo para explotar, y el plus defensivo que dan PJ Washington y sobre todo Gafford y Lively, están listos para conquistar el anillo.
Va a por el anillo y a por la corona de MVP
El exmadridista, pese a no poder jugar a su máximo nivel durante casi todos los playoffs por un esguince de rodilla, ha sido el mejor jugador de las series por el título con promedios de 28,8 puntos, 9,6 rebotes y 8,8 asistencias en los 17 partidos disputados. Doncic va a por el anillo y a por la corona de MVP y mejor jugador del mundo.
Dallas vuelve a una finales 11 años después. En 2011 se enfrentaron a los Miami Heat de LeBron James, que eran muy favoritos, pero acabaron claudicando ante unos Mavs que galoparon a lomos de Dirk Nowitzki. Al igual que entonces, Dallas aparece en esta final como víctima propiciatoria de los Celtics, líderes de la Liga regular (64-18), intratables en playoffs (12-2) y con el mejor quinteto titular de la NBA. Pero al igual que en 2011, los Mavs tienen posibilidades de ganar. No está Nowitzki, pero sí Doncic, un jugador absolutamente imparable.
Boston multiplicará las ayudas para intentar menguar la producción del exmadridista. Son conscientes de que las posibilidades de los Mavs de acercarse al anillo pasan por las manos de su estrella. Pero Luka ya ha demostrado ante grandes equipos que es capaz de desembarazarse de cuantos defensores le pongan por delante para terminar anotando, asistiendo a sus compañeros o sacando faltas.
Quinteto titular demoledor de los Celtics
Los Celtics tienen un quinteto titular demoledor con Derrick White a los mandos, escoltado por un multiusos como Jrue Holiday y el desatascador universal Jalen Brown, y con Jason Tatum, incluido en el mejor quinteto de la temporada, y el veterano Al Horford en la pintura. Un equipo que muerde en defensa, vuela en ataque con muchos jugadores capaces de anotar, y que encima va a recuperar para esta final al gigante letón Kristaps Porzingis, de baja desde el 29 de abril por una lesión muscular en la pierna. Todo indica que está listo para reaparecer.
Esta temporada el camino de los orgullosos verdes primero al liderato y luego en los playoffs hasta la final ha sido más bien plácido. En temporada regular se beneficiaron de la lesión de Giannis Antetokounmpo en los Bucks y de la de Joel Embiid en los Sixers, equipos que iban a ser sus principales competidores.
Y en las series por el título también se vieron favorecidos con la lesión de Tyrese Haliburton, estrella de los Pacers. Tras pasearse ante Heat (4-1), Cavs (4-1) y Pacers (4-0), los Mavs serán su prueba más dura hasta ahora.
Dos parejas letales
El enfrentamiento que acaparará todos los focos es el que dirimirán las dos mejores parejas de exteriores de la NBA. Cuatro jugadores que marcan diferencias por sí solos y han estado pletóricos en playoffs. Doncic (28,8+9,6+8,8) e Irving (22,8+3,9+5,2) son el pan y la sal de los Mavs. Y los temibles ‘Jays’, Tatum (26+10,4+5,9) y Brown (25+6,1+2,6) son letales.
Esta campaña sólo se han medido dos veces y en ambas ganaron los Celtics. Primero en Dallas (110-119) pese a Doncic (33+18+14) y luego en Boston (138-110), haciendo estéril otra exhibición de Luka (37+12+11). Los ‘Jays’ fueron los mejores de los verdes esgrimiendo grandes promedios: Tatum (35,5+9,5) y Brown (29,5+5).
Me emociona poder jugar mi primera final, significa mucho para mí. Intentaré dar lo mejor de mí y llevar al equipo a conseguir el título
Luka Doncic (Jugador de los Mavericks)
Sus rivales le tienen en alta estima: «Luka es un jugador al que tengo mucho respeto, estoy entusiasmado de poder enfrentarme a él. Estamos preparados para la intensidad que traerán Doncic e Irving», dice Tatum. Su entrenador, Joe Mazulla fue más claro: «No hay manera de detener por completo a Doncic e Irving, dos superestrellas. Debemos hacer un trabajo colectivo y fijarnos en todo, no sólo en lo que puedan hacer ellos».
El Pepazo/Marca