Actualmente ya posee cuatro mansiones y una colección de carros de lujo.
En redes sociales se hizo popular una joven estadounidense llamada Linsey Donovan, quien a sus 19 años comenzó a construir su fortuna, reflejada en un patrimonio de 7 millones de dólares estadounidenses (31.300 millones de pesos colombianos).
De forma independiente, aprovechó el poder de las redes sociales y empezó a hacer contenido relacionado al modelaje, aprovechando su talento, por lo que poco a poco empezó a ganar terreno en Instagram.
No obstante, la propuesta de sus seguidores para que hiciera contenido ‘más subido de tono’ en plataformas como OnlyFans y Patreon le llamó la atención, pues de esas redes podía obtener muchos más réditos financieros.
Finalmente aceptó y poco tiempo después de debutar en OnlyFans, tuvo el dinero suficiente para comprarse una mansión de un millón de dólares (4.400 millones de pesos).
No obstante, con la inmensa fortuna que ha logrado conseguir, ahora con 23 años es muy inteligente con sus gastos, lo que parece paradójico, pues en la actualidad es propietaria de cuatro mansiones, una de las cuales obsequió a sus padres.
“Soy dueña de cuatro propiedades y el valor de estas superan los 7 millones de dólares y tengo una colección de (carros) deportivos con valor de 500.000 dólares. Tengo la casa más grande de todo el lago. Me siento como una princesa al entrar todos los días a esta hermosa casa con techos altos. Las puestas de sol aquí son preciosas, me encanta ver a mis perros en la piscina y mi enorme dormitorio rosa de Barbie”, mencionó Linsey al medio estadounidense ‘Truly’.
Al respecto de la mansión que les regaló a sus familiares, el padre de la modelo declaró que, al principio, él estuvo dispuesto a apoyarla cuando empezó con su carrera en redes sociales, pero que con el progreso que su hija ha tenido los roles se invirtieron: “Cuando le dije ’cariño, si tienes problemas, apóyate en mí, seré una roca para ti’, ella me contestó ‘no, papá, yo soy tu roca’”.
Linsey también es propietaria de una moto todoterreno de 20.000 dólares (89,5 millones de pesos), un vestido de 3.000 dólares (13 millones de pesos) hecho a la medida de la modelo y empresaria Kim Kardashian y un piano de cola de 30.000 dólares (134 millones de pesos) que no sabe tocar, entre otras excentricidades más.