El padre y la madre habían recurrido a la fecundación in vitro en una clínica de San Isidro, localidad al norte de la ciudad de Buenos Aires para concebir a su tercer hijo. Luego del nacimiento, descubrieron que el grupo sanguíneo del bebé no coincidía con el de ninguno de ellos.
Tras nuevos análisis de sangre y un estudio de ADN, confirmaron la incompatibilidad genética. La pareja hizo el tratamiento de fertilización in vitro sin recurrir a óvulos o espermatozoides donados, por lo cual todo indicaba que en la clínica se había cometido un error que llevó a la implantación de un embrión que no era el suyo, refirió La Nación.
La pareja denunció el caso ante la justicia penal. La Policía Federal allanó la clínica donde se llevó a cabo el procedimiento y el sanatorio donde nació el bebé. Finalmente establecieron que el error ocurrió en la clínica de fertilidad.
El abogado de la clínica, Vadim Mischanchuk, dijo a La Nación que aún no saben exactamente cómo ocurrió la equivocación en el procedimiento. «Se repasó el protocolo una y cien veces y no se encontró dónde se pudo haber producido esta situación».
La pareja denunció a la clínica por «alteración y/o supresión de identidad de un menor de 10 años, estafa, defraudación y lesiones». Pero según supo Clarín la causa penal fue archivada porque el fiscal no pudo probar que hubo dolo, es decir, la voluntad deliberada de cometer este tipo de delito, el cual no puede ser juzgado como delito culposo. El fiscal descartó que haya habido lesiones culposas, ya que el bebé no sufrió ni padece ningún tipo de daño.
El caso, el primero de su tipo en Argentina, presenta varias dificultades. Según la abogada Fabiana Quaini, especializada en derecho de familia, «la pareja del embrión implantado podría reclamar que es su hijo» y pedir su restitución, algo que debería ser resuelto por la Justicia, explicó a Clarín.
Mientras tanto, la abogada Marisa Herrera sostiene además que ambas familias podrían «demandar a la clínica de fertilidad por daños y perjuicios por el error en el que incurrió».
Romina Pesce, jefa del Área de Reproducción del Hospital Italiano de Buenos Aires, indicó al Clarín que el error pudo darse en cualquiera de las etapas del proceso y «hasta que el bebé no nace, no se puede determinar el grupo sanguíneo ni si es tu embrión». Por ello, es importante cotejar las fichas biológicas de los involucrados en cada instancia y controlar la trazabilidad de las muestras.
Cómo se realiza la fertilización in vitro
La fecundación in vitro es una forma de reproducción asistida:
En una primera etapa se estimula la ovulación de la mujer para que produzca más óvulos.
Luego se extraen óvulos del interior de los ovarios de la mujer mediante una cirugía menor, llamada aspiración folicular.
En el laboratorio se coloca el espermatozoide del hombre junto a los óvulos seleccionados: este proceso es llamado inseminación.
Luego se almacena el espermatozoide con los óvulos para que al cabo de unas horas se produzca la fecundación, es decir que el espermatozoide entre en el óvulo. El óvulo fecundado al comenzar a dividirse, se convierte en embrión.
Entre tres y cinco días desde la fecundación, el embrión es transferido al útero de la mujer, para que se produzca el embarazo.
Para recibir en tu celular esta y otras informaciones, únete a nuestras redes sociales, síguenos en Instagram, Twitter y Facebook como @DiarioElPepazo
El Pepazo/Sputnik