Un mes después de convertirse en el campeón unificado, renuncia al cinturón de la FIB al no aceptar el combate obligatorio ante el retador Dubois por tener pactada la revancha con Fury
Se necesitaron 25 años para que el peso pesado contara con un campeón indiscutido. Desde que Lennox Lewis lo consiguiera en 1999 no había existido un púgil que se ciñera los cinturones de los cuatro organismos principales del boxeo. Oleksandr Usyk (22-0; 14 KOs) tomó el testigo tras vencer por decisión dividida a Tyson Fury (115-112 Usyk, 114-113 Fury, 114-113 Usyk) en un combate celebrado a mediados de mayo.
Un cuarto de siglo de espera y 38 días después ya no hay un campeón indiscutido. Usyk ha dejado vacante el título de la Federación Internacional de Boxeo (FIB). La FIB había pedido que Usyk defendiera su cinturón ante el rival preceptivo, Daniel Dubois, pero el púgil ucraniano tiene pactada la revancha con Fury por lo que declina pelear con Dubois y, de este modo, deja el cinturón.
Usyk dará la revancha a Fury el 21 de diciembre en Riad. Esta vez no habrá cuatro cinturones en juego. Sólo tres, los de Consejo Mundial de Boxeo (WBC), la Asociación Mundial de Boxeo (WBA) y la Organización Mundial de Boxeo (WBO), por lo que nadie podrá discutir al ucraniano el haber sido el último campeón unificado de los pesados.
El Pepazo/Marca