El ucraniano retuvo sus coronas CMB, AMB y OMB de los pesos pesados por decisión unánime (triple 116-112) en la revancha con Tyson Fury en el Kingdom Arena de Riad.
Cristina Parra
Un combate que paralizó el mundo, y no solo el del boxeo, sino el mundo entero. Oleksandr Usyk (23-0-0, 14 KO) y Tyson Fury (34-2-1, 24 KO) volvieron a verse las caras después de que en mayo unificaran la división de los pesos pesados por primera vez en la historia en la era de los cuatro cinturones (CMB, AMB, OMB y FIB), en la que el ucraniano salió con la mano en alto, y repitió hazaña. Se impuso al británico por decisión unánime (triple 116-112). El Kingdom Arena de Riad, Arabia Saudí, se volvió el punto de encuentro de los deportistas más famosos y las celebridades más conocidas del panorama actual. Daniel Dubois (22-2-0, 21 KO) exigió su revancha para unificar la división, y el ucraniano no lo vio con malos ojos.
Para hacer el evento más completo, al puro estilo de Oriente Medio, antes de que los protagonistas de la noche saliesen al cuadrilátero, hubo varias actuaciones que pusieron a bailar a todo el público. Fury salió el primero, con un gorro de Papá Noel y música de Navidad, seguido por el campeón. Se miraron fijamente a los ojos, con una mirada penetrante que asustaba a cualquiera que se acercase hasta que sonó la campana de inicio. Se tanteaban, no llegaban golpes firmes en los primeros segundos, pero ambos se mostraban muy amenazantes, en una disputa por el control del centro del ring. El ucraniano se lanzó al ataque, pero el Gypsy King estaba firme. Como en el primer combate, Usyk supo entrar bien en su guardia, aumentando sus ataques. El británico metió una marcha más haciendo que el ucraniano se desplazase por el ring, marcando con el jab, que respondió con varios buenos golpes al cuerpo.
La gala de ‘The Ring Magazine’, la biblia del boxeo, ya reunió a varios de los rostros más reconocidos del deporte, como presagio de lo que iba a ser el evento de la nueva capital del boxeo internacional. Una alfombra roja dio la bienvenida al actor de Hollywood Jason Statham, además de estrellas de realities de Netflix. También estuvieron púgiles como el campeón indiscutido del peso semipesado Atrur Beterbiev, el exmonarca Dmitry Bivol y los históricos Wladimir Klitschko y Roberto Durán, junto a Francis Ngannou, exUFC.
Varios de ellos repiten experiencia, ya que estuvieron en el primer combate y no han querido perderse la que es una de las revanchas más esperadas y que cerrará el año a lo grande. También estuvo en las primeras filas Daniel Dubois, quien se ciñó el cinturón que faltó en la contienda, el de la FIB. El británico observó con detenimiento, ya que, si todo sigue su curso, el vencedor del encuentro se medirá con él para unificar nuevamente la división. “Quiero mi revancha”, dijo Dubois al subir al ring para encarar al ucraniano. Y uno de los grandes protagonistas, Turki Al-Sheikh, que recibió una ovación por parte del público cuando llegó a su asiento y regaló un Mercedes Benz a un espectador del público al azar. Y no es para menos, es el responsable de que estos grandes combates, los enfrentamientos que los aficionados realmente quieren ver, se estén realizando. Otra noche más de boxeo que el mundo no olvidará.
El Pepazo/AS