Hace 25 años que el peso pesado no tenía un campeón indiscutido, desde que Lennox Lewis lo consiguiera en 1999. La historia ahora la escribe ahora Oleksandr Usyk (22-0; 14 KOs), que ha vencido por decisión dividida (115-112 Usyk, 114-113 Fury, 114-113 Usyk) a Tyson Fury (34-1-1; 24 KOs) y se ha convertido en el nuevo rey del boxeo. Además, ha acabado con el invicto de su rival.
Se da la circunstancian de que el ucraniano es el primer campeón absoluto de la categoría reina en la era de los cuatro cinturones. Estamos, por tanto, ante un hito, más aún si tenemos en cuenta que ‘The Cat’ ya había ostentado todos los cinturones cuando era peso crucero. Emula en este sentido a Evander Holyfield, que en su época ya acumuló todos los cetros mundiales como crucero y como pesado.
Su país está en guerra y la gente se pone de su lado
Fury, contrariado, ya habla de revancha en octubre, aunque él bien sabe que incluso le pudieron parar el combate en el noveno y que luego la campana lo salvó: «Creo que gané esta pelea. Y creo que él ganó algunos asaltos, pero yo gané la mayoría. Creo que ambos hicimos un buen combate, lo mejor que lo pudimos hacer. Pero ya sabes, su país está en guerra. La gente se está poniendo del lado del país en guerra. No se equivoquen, en mi opinión, gané esa pelea». Eso sí, no ofreció rueda de prensa postcombate porque se fue al hospital porque podía tener fracturada la mandíbula.
El Pepazo/Marca