Existe diversas causas por las que las venas se marcan o sobresalen, algo que sucede sobre todo en las manos, donde no presenta mayor problema que el estético. Sin embargo, este abultamiento a veces sí que puede derivar en una enfermedad.
Marta Villalba
Lo más habitual es que este abultamiento se produzca en las manos, Y “especialmente sucede a medida que envejecemos porque vamos perdiendo la capa de grasa que las recubre. No es que se dilaten, simplemente es que se hacen más prominentes”, explica Ernesto Pérez, médico estético de la clínica FEMM. También es algo muy frecuente en las personas con mucho músculo y poca grasa, como los culturistas, o las flacas.
Además de la pérdida de grasa por la edad y el estar delgados, hacer ejercicio intenso (sobre todo pesas), las altas temperaturas, el embarazo o la genética también pueden provocar que sobresalgan más las venas. En estos casos, la gran mayoría de las veces no acarrea ningún problema de salud, no es nada patológico, simplemente es algo estético, que los especialistas tratan (principalmente en las manos).
Ojo con los sobreesfuerzos continuados entrenando
Sin embargo, cuando las venas se vuelven más visibles por realizar un esfuerzo, lo que “se conoce en términos médicos como ingurgitación o aumento de la presión venosa por el que se hinchan un poquito más», sí que puede derivar en una enfermedad. “Cuando se practica deporte las venas se abultan porque a más demanda de energía, más demanda de sangre”, precisa Pérez.
El doctor Jesús Álvarez García, angiólogo y cirujano vascular del Hospital Vithas Málaga, apunta que el “sobreesfuerzo hace que se aporte más cantidad de sangre a los músculos, produciendo aumento de la cantidad de sangre que debe drenarse por el sistema venoso. Cuando se ejercita mucho de forma sistemática, las venas terminan dilatándose, como se pueden ver en las piernas de los ciclistas y en los brazos de los culturistas”. Este especialista advierte de que estas venas pueden terminar formando varices y pueden disminuir el rendimiento físico. “El riesgo no lo presenta tanto que se marquen las venas, si no que el sobreesfuerzo mantenido pueda desencadenar en zonas de insuficiencia que no drenen adecuadamente y puedan producir varices o zonas propensas a coagularse”.
El angiólogo puntualiza que las venas marcadas cumplen su función, están sanas, mientras que las varices no llevan a cabo su cometido y “mantienen la sangre venosa más tiempo del deseado en la zona. Esto puede producir cambios en la piel y molestias tipo pesadez o picor”. Para evitar la dilatación de las venas por un sobreesfuerzo en la práctica deportiva, Álvarez recomienda “la recuperación activa, o el uso de calcetines de recuperación, para facilitar el drenaje tras el ejercicio”.
Cómo saber si van a convertirse en varices
“Los médicos siempre decimos que la patología vascular, es decir, cuando hay problemas en las venas, es impredecible”, expone Ernesto Pérez. Y pone el ejemplo de una variz que lo mismo «desaparece por sí sola o tal vez se pone mucho peor o se queda como está 30 años».
Sin embargo, existen algunos signos que pueden indicar una insuficiencia venosa, detalla el angiólogo:
- Piernas cansadas o pesadas
- Picores
- Sequedad de piel
- Sensación de piernas inquietas
Álvarez indica que “si se encuentran zonas dolorosas con enrojecimiento sobre una vena puede ser una flebitis (trombosis venosa)” Y advierte a quienes toman fármacos para aumentar el volumen muscular (algo que los médicos desaconsejan) que estas sustancias pueden facilitar la aparición de trombosis graves. “Estas pueden presentarse en forma de flebitis (en venas superficiales), trombosis profundas (piernas dolorosas muy hinchadas) o incluso tromboembolismos pulmonares (con falta de aliento, y en los peores casos situaciones de vida o muerte)”.
Tratamientos para el abultamiento de las venas
Según comenta el doctor Pérez, la solución al problema estético consiste en “rellenar el dorso de la mano con un ácido hialurónico especial (denso) mediante una cánula para no producir hematomas”. De esta manera, se sustituye el volumen que antes proporcionaba la grasa. Al cabo de un año, esta sustancia de relleno se absorbe y habría que repetirlo de nuevo. Para el doctor Pérez, la única manera de evitar este problema estético es tratarlo a la vez que va ocurriendo.
Si el abultamiento se debe a una enfermedad (insuficiencia venosa) “se pueden plantear intervenciones, para anular la zona insuficiente y permitir un mejor drenaje de sangre de esa zona”, comenta el angiólogo. Sin embargo, no siempre se necesitará un tratamiento: las venas marcadas “pueden ser desagradables estéticamente pero también pueden tener su función, y preservarlas puede ser prioritario”, asegura este experto. Por eso, antes de nada, los angiólogos y cirujanos vasculares realizan un estudio funcional y las pruebas pertinentes para determinar cómo abordar el problema.
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