El nuevo Mercedes B obró el milagro y ya en su primera carrera a tope de rendimiento colocó a sus dos pilotos tras el Red Bull, superando de largo a Ferrari, Aston y Alpine. Ya están aquí, que diría el clásico, meten miedo y miran hacia arriba. Urge una mejora ya sin demora en Aston Martin. Ni siquiera Sainz, el mejor Ferrari, pudo contenerles, lo que sí podía hace un mes, pero aseguró 10 puntos vitales para Maranello y fue el primero tras los dos Red Bull y los dos nuevos Mercedes.

LA CARRERA, PASO A PASO

La salida, la segunda más larga del Mundial con más de 600 metros hasta la primera frenada y con opciones reales de alterar muchas posiciones, confirmó esa cualidad porque Carlos no pudo con Verstappen ya que calcaron el tiempo de reacción, 0.26s, pero por detrás Stroll logró hacerle un interior a Hamilton que hubiera firmado el propio Lewis, para colocarse tercero. Esto taponó algo a Fernando, que subió una plaza, y ganó otra al tocarse Norris con Lewis y tener que ir a boxes.

A la quinta vuelta ya estaba la carrera lista, Max y Carlos a lo suyo, con el líder un segundo más rápido que el 55, Stroll y Hamilton tras ellos, Ocon y Fernando pegados, todos con blandos menos precisamente el líder Verstappen, que ni necesitó de esa tracción extra del rojo para sostener la primera posición. En la vuelta 7, Russell, que saltó seis plazas en la salida, y era de los pocos a tiro de DRS en cuanto se abrió la ventana, pasó a Fernando a final de recta, evidenciando que este Mercedes ya es otro y no está haciendo más que crecer. Una vuelta después, fotocopia en el mismo sitio entre Hamilton, que pasó a Stroll por fuera y se colocó tercero.

Las primeras paradas, en la vuelta 10, de Zhou y De Vries, avisaron que algunos iban a tres paradas, desconfiando de sus propias gomas, como Tsunoda y Magnussen también. En ese punto, Russell seguía su escalada y atrapaba el quinto pasando a otro hueso como Ocon y Leclerc, que salió con duros desde el ‘pit lane’ se situaba rozando la zona de puntos, 11º. Sainz, por delante pedía calma al equipo pese al arreón de Hamilton; «controlo el ritmo, tengo más», decía allá por la vuelta 13. Ocon entraba en ese momento y Alonso tenía por fin aire limpio para defenderse de Checo, que también venía remontando con los medios.

Stroll fue de los primeros en parar de los de arriba, en vuelta 14 para colocar más blandos y Hamilton se colocó dentro de zona DRS de Sainz, con un ritmo demoledor, lo que le hizo entrar en el pit de 2.9 segundos para colocar medios. Alonso era cuarto temporal pero con un ritmo lejos de los tres primeros, 1.21 contra el 1.19 de Lewis, segundo a 8 segundos de Verstappen. En seguida se quitó a Gasly de encima buscando evitar que el de Mercedes le pasara tras su parada y se mantenía a 23 segundos.

En la vuelta 20 hizo su primera parada Fernando, que colocó blandos y no pudo evitar un doble ‘undercut’ tanto de Tsunoda como de Zhou 10º, un ‘timing’ lamentable del equipo que aún pudo remediar pasando al chino pronto. Con todo, con el nuevo juego de blandos su ritmo no era tampoco para tirar cohetes, más lento que el de Stroll, rarísimo, más flojo que todos los de delante, incluido Tsunoda con duros. Inaudito. Ni lluvia aparecía para amenazar la situación, aunque Russell creía que llovía, pero era su sudor.

En la 25 pararon al fin Hamilton y luego Russell, que estiraron los blandos de forma asombrosa. Los dos salieron detrás de Carlos, pero con gomas 8-10 vueltas más jóvenes, con lo que el podio lo tenían muy a tiro. Y Max paró, yendo primero, cuando le salía gratis, es decir, cuando contaba con 25 segundos de ventaja y no tenía nada que perder ya que salía primero de nuevo y montó duros.

Ataque total de Mercedes

Así las cosas, Sainz seguía segundo y Fernando octavo, sus posiciones de salida, tras las primeras paradas, y el ataque de Hamilton era esperable, a golpe de vuelta rápida. Le pasó en la 27 a final de recta al madrileño y Russell a Stroll en el mismo giro. El cambio de fuerzas es ya oficial. Cuatro vueltas después, Fernando caía en las redes de un Checo en plena remontada y con las gomas más frescas: otra vez noveno. Era el escenaro justo a mitad de carrera.

Solo faltaba el momento en que Russell también ajusticiara a Carlos, con un ritmo brutal de 1.19 bajo, más cercano a Red Bull que a Ferrari o Aston Martin. Y lo hizo en la 35, lo que descabalgó al 55 del podio y encabalgó a las dos flechas de plata, que con esto adelantan a Aston Martin en el campeonato y veremos sin en la lucha por los podios también ya desde esta carrera, aunque de Red Bull siguen a 15 segundos.

«Encontrar la mejor manera de batir a Checo», decía Carlos en la radio, mirando ya hacia atrás y tratar de aguantar el cuarto puesto, más que hacia adelante. La solución fue pararle en la vuelta 41, meterle duros cuando el mexicano ya estaba a tres segundos al no irle nada bien el medio que había montado. Tampoco le iba bien la remontada a Leclerc, que seguía fuera de los puntos tras las dos primeras paradas de los que iban a dos. Cuando paró Checo en la 51 en efecto quedó por detrás por tres segundos, pero con gomas blandas pocos milagros podía hacer el español, y menos haciendo tiempos el mexicano de 1.16, vuelta rápida de carrera. En la 53 ya estaba pasado y caía al quinto.

Antes Fernando hizo su segunda parada poco después en la vuelta 45, para caer ya 10º tras Zhou, que debía ser presa fácil con ruedas ocho vueltas más viejas, pero le tocaba remar, como toda la carrera, y ahora se entonó mucho más con ese compuesto. En la 48 pasó al chino con muy buen ritmo y en la 49 a Tsunoda para volver de nuevo a su octavo y con la mira puesta en Ocon, al que atrapó en la 51 y pasó en la 52 a final de recta, no sin el clásico amago de Ocon al que tiene más miedo que a un nublado tras sus pasados encontronazos. Siempre le deja recado el galo. Séptimo en el arreón, bien, lo más que podía hoy.

¿Y Fernando? Pues remontó hasta quedar tras Stroll, que por una vez queda delante. «Decidle a Lance que ni se preocupe, no le voy a atacar, solo quiero abrir distancia con los de atrás por si llueve. Cero riesgos». Tremendo mensaje de todo un campeón.