Después del examen del Gran Premio de Canadá, va a costar sangre, sudor y lágrimas destronar a Max.
Verstappen ha enseñado hoy la pasta de la que está hecho. Con un cochazo gana silbando, sin un cochazo sabe ganar sufriendo, por eso es un campeón. Hoy no podía con Russell, luego le pasó Norris, pero persistió esperando el error, que llegó con el de Mercedes, y luego aprovechó el coche de seguridad, con la habilidad de su equipo, para recuperar el liderato y defenderse, hoy posiblemente con peor coche, aprovechando la pelea generacional entre Norris y Russell. En la segunda resalida, antes del DRS ya tenía un segundo sobre Norris para resistir su ataque. Va a costar sangre, sudor y lágrimas quitarle el cetro.
Tuvo mala suerte Lando en la salida del coche de seguridad con el accidente de Sargeant. Su liderato bien ganado con dos soberbios adelantamientos previos a Russell y Verstappen (de las pocas veces que se ha visto en los últimos años) se esfumó entrando una vuelta más tarde y además retenido por el coche de seguridad, toda la mala fortuna posible, al revés que en Miami. Para más inri, estuvo soberbio de nuevo en la resalida, estirando su vuelta a neumáticos lisos un par de giros, y rozando de nuevo el liderato contra Max en una salida de ‘pit lane’ de cine.
McLaren corre en todos los circuitos y con los dos pilotos, corre en urbano, semiurbano, rápido y lento, adelanta, remonta, pelea por la pole, gana y vuelve a ganar. Han tardado, años, más de una década, pero ya han puesto fin a la travesía en el desierto.
Pista fria y adiós Ferrari. El coche no calienta las ruedas si el asfalto está helado y han sufrido como pocas veces, una de las peores carreras del año, fuera de la Q3 los dos por primera vez en tres años y fuera de los puntos toda la carrera, de hecho fuera de carrera los dos, con trompos, problemas de motor… Increíble, ‘one off’ de los de Maranello, que deberían reponerse con el sol de España.
Se la jugó Haas en la salida y le salió redondo en los primeros compases, ganando posiciones Magnussen como una locomotora y Hulkenberg lo mismo con esos neumáticos extremos. Era arriesgado pero funcionó en el inicio llegando a estar cuarto el danés y octavo el alemán. Sin embargo paró de llover y la carroza se convirtió en calabaza. No tenían nada que perder pero al menos le echaron algo de picante al arranque del Gran Premio, como más tarde al meter el duro (y de seco) en el tramo final antes que nadie. Peleones.
La pasada de Albon, doble, en la resalida, a Ricciardo y Gasly, que no son dos cualquiera, fue de las mejores de lo que llevamos de año, a uno por fuera y al otro en la misma, por dentro, como un kamikaze en la M-30. Tiene sus momentos el de Williams.
Está Fernando aguantando a Hamilton 25 vueltas, le metes a la parada y se atasca todo, le haces perder la ventaja que le ha costado sangre mantener y se reincorpora por detrás. Y además con Lewis. Para apagar la radio dos carreras. Lo de meterle duros para 25 vueltas finales, con el resto de rivales en medios, también es digno de análisis, por la aversión de Aston a tomar riesgos o porque no confían en la degradación de las gomas.
El Pepazo/Marca