Las temporadas en la NBA son tan extensas, por dinámicas de equipos, jugadores estrellas y del propio juego en sí que un juicio temprano suele ser equivocado. A los Golden State Warriors, la gran dinastía moderna desde los Lakers de Kobe Bryant y Pau Gasol en la primera década de siglo, se les juzgó rápidamente. Algo exagerado, pese a que no corría el mejor momento en la Bahía de San Francisco. Porque, por lo pronto, siguen ganando, están más cerca de post-temporada… y tienen futuro. De la mano de Steve Kerr, renovado, con récord, como técnico.
Los Warriors anunciaron la extensión de su entrenador por dos temporadas más. A cambio de unos 35 millones de dólares, dejándole como el mejor pagado por curso (era Popovich con 16 por curso). Es una ampliación nada extraña y se empareja a la que tiene su jugador franquicia, Stephen Curry, hasta la temporada 2025-26.
Precisamente, los dos son los que han dado un nuevo aire a la temporada de los Warriors. Curry sigue subiendo el nivel y Kerr ajusta con lo poco que tiene en nómina. El equipo puede carburar. «Es increíble. No quisiera terminar mi tiempo aquí con otro entrenador. Lo que significa para esta franquicia, lo que hace por nosotros [los jugadores]. Las formas de ganar que aporta. No se le puede cambiar», contó Draymond Green.
¿El mayor salario de la historia? Lo merecía
Draymond Green
Es una mejoría notable, que les consolida dentro del Play-In (29-33, a cuatro triunfos de entrar de forma directa) y afianza su crecimiento en ataque (120 puntos por 100 posesiones en 2024) y equilibrio (diferencia positiva en puntos por 100 posesiones). Más cerca de volver a su territorio natural. Con Kerr como director. «Lo merecía. ¿Es el mayor salario de la historia? Es que él está ahi. Estoy feliz y es enorme estar en esto juntos», abrochó Green.
El Pepazo/Marca