Warriors pasan por encima de los líderes Celtics en la reedición de la final

Hay más NBA de lo que parece. Una frase que no tendría lógica porque todavía la temporada regular transcurre por sus primeros meses de batalla, pero el rendimiento y seriedad de Boston Celtics y Milwaukee Bucks -gigantes del Este- indicaba un favoritismo total. Pero habrá lucha, porque para ello los Golden State Warriors siguen teniendo el talento diferencial, los recursos y la competitividad de antaño. No lo sacan con tanta asiduidad como otrora, pero si rompen a jugar… Los rivales deben protegerse.

Le tocó a los Boston Celtics que viajaron a la Bahía de San Francisco para la reedición de la última final de la NBA, y salieron del Chase Center con la misma sensación de aquella batalla por el título. Los Warriors rompen cuándo y cómo quieren. No pudieron pararles, y cayeron por primera vez (123-107) en el curso con un equipo del Oeste. Siguen al mando, pero ya están avisados.

Una labor que lideró el de siempre, Stephen Curry. Con ocho puntos seguidos al final del primer cuarto puso el primer argumento. Triple sobre la bocina, otro tras ‘catch and shoot’ y una entrada. Abría un primer margen (37-27, 12′) que ya exigía contestación. Los Celtics, equipo curtido, supo cerrar la brecha antes del descanso, con un esfuerzo liderado por Brown que cerró los 13 puntos construidos entre los muy inspirados Curry y Klay Thompson.

Pero el que avisa una vez no es traidor o eso es lo que cuenta el dicho. Y los Warriors tenían la sartén por el mango. La del ritmo, porque con dos contras que terminaron Klay y Poole daban otro golpe. Los Celtics no acertaban y solo Jaylen Brown, en modo héroe con 31 puntos y 9 rebotes, resistía a los tirones que daban entre Curry debajo del aro, un triple de Thompson u otro de DiVincenzo (99-107, 44′).

El mejor día del año para el campeón. Con Stephen Curry, dinamitador en los momentos finales con 32 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias, y Klay Thompson constante con 34 puntos, 5 rebotes y 2 asistencias. Válido para volver al récord positivo… Y soñar con que la NBA vuelva al pasado verano en el que los Warriors mandaban y asustaban.