Psicólogo George Taborda
1. Introducción
Humberto Maturana, biólogo y epistemólogo chileno, formuló el concepto de determinismo estructural como un principio fundamental en la biología del conocimiento. Este concepto nos dice que todo ser vivo, incluido el ser humano, cambia únicamente en función de su propia estructura y no de estímulos externos. A partir de esta idea, Maturana desarrolló una visión única sobre la emoción y la inteligencia, proponiendo que ambas emergen dentro de los sistemas autopoiéticos en los que vivimos.En este artículo, exploraremos cómo estos conceptos se relacionan entre sí y cómo influyen en nuestra vida cotidiana, desde nuestras interacciones diarias hasta nuestra educación y desarrollo personal.
2. Determinismo estructural en la obra de MaturanaEl determinismo estructural sostiene que los seres vivos operan de acuerdo con su propia estructura, y cualquier cambio que experimentan es resultado de su configuración interna en el momento presente, en el aquí y el ahora. Esto implica que un agente externo no puede determinar directamente el comportamiento de un sistemaviviente, sino solo gatillarlo, es decir, desencadenar cambios que ya estaban determinados estructuralmente en el organismo.Maturana ejemplifica esto con el uso de drogas: si un fármaco tiene un efecto en el cuerpo es porque existen receptores que responden a sus moléculas. Si estos receptores no existieran, el fármaco no tendría efecto alguno. Esto demuestra que cualquier interacción con el entorno no impone cambios en el ser vivo, sino que solodesencadena transformaciones dentro de sus límites estructurales.
En el contexto humano, esto significa que nuestras experiencias, aprendizajes y emociones emergen de nuestra estructura biológica y de nuestras interacciones, pero no son impuestas por el entorno, sino determinadas por cómo nos constituimos en nuestra historia de vida.
3. Relación entre determinismo estructural y emociónPara Maturana, las emociones no son simplemente respuestas a estímulos, sino estados corporales que determinan el modo en que nos relacionamos con el mundo. En su concepto de biología del amor, argumenta que el amor es la emoción fundamental que permite la cooperación y la construcción de lo humano. Sin esta base emocional, la inteligencia y el lenguaje no podrían desarrollarse.Desde su perspectiva, cada sistema racional se fundamenta en un estado emocional, lo que significa que nuestras decisiones y argumentos están atravesados por nuestra biología emocional. De esta forma, la racionalidad no es independiente de la emoción, sino que está enraizada en ella.En la vida cotidiana, esto se observa en la manera en que nuestras relaciones se ven afectadas por nuestras emociones: si una persona siente miedo, tenderá a ver el mundo como un lugar hostil; si siente amor, verá a los demás como legítimos otros con quienes puede convivir. Esto tiene implicaciones en la educación, la política y la convivencia social.
4. Inteligencia como capacidad de adaptación y transformaciónEn la visión de Maturana, la inteligencia no es una cantidad fija o una habilidad innata, sino la capacidad de un organismo para adaptarse y modificar su conducta en función de su entorno. Así, no hay personas más o menos inteligentes en términos absolutos; lo que varía es la manera en que las estructuras individuales permiten cambios y aprendizajes.
Esto se relaciona directamente con el determinismo estructural: las personas solo pueden cambiar en la medida en que su estructura lo permite, y cualquier cambio que experimentemos en nuestra forma de pensar o actuar depende de cómo hemos evolucionado en nuestra historia de interacciones.En la educación, esto significa que el aprendizaje ocurre cuando las condiciones emocionales y estructurales del estudiante lo permiten. Si un niño crece en un ambiente de miedo o represión, sus posibilidades de aprendizaje se verán limitadas no por falta de capacidad, sino por las restricciones que su estructura ha desarrollado.
5. Manifestaciones en la vida diariaLos conceptos de Maturana tienen implicaciones directas en nuestra vida cotidiana: Relaciones interpersonales: Nuestra forma de interactuar con los demás está determinada por nuestras emociones. Si operamos desde el amor y el respeto, nuestras relaciones serán armoniosas; si operamos desde el miedo o la desconfianza, tenderemos a la competencia y la confrontación. Educación: La enseñanza efectiva debe considerar las emociones de los estudiantes. Un ambiente de seguridad y confianza facilita el aprendizaje, mientras que el miedo y la presión lo bloquean. Salud mental: La psicoterapia, desde la perspectiva de Maturana, no impone cambios en el paciente, sino que gatilla procesos internos de transformación dentro de sus posibilidades estructurales.En síntesis, no podemos cambiar a los demás, pero podemos generar condiciones que permitan su transformación, siempre dentro de su estructura determinada.
6. ConclusiónEl pensamiento de Humberto Maturana nos invita a repensar nuestra relación con el conocimiento, la emoción y la inteligencia. Su concepto de determinismo estructural nos recuerda que el cambio no ocurre por imposición externa, sino dentro de las posibilidades de nuestra propia biología y experiencia. Al mismo tiempo, nos muestraque las emociones no son simples reacciones, sino fundamentos del conocimiento y la convivencia.En la vida cotidiana, esto nos enseña que el aprendizaje, el amor y la inteligencia son procesos que dependen de nuestra historia de interacciones. Comprender esta perspectiva nos permite construir una sociedad más consciente y empática, donde el cambio no se impone, sino que se facilita desde la legitimidad del otro.
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