En una noche que quedará grabada en la memoria de los aficionados al fútbol americano, los Philadelphia Eagles, liderados por un imponente Jalen Hurts, se impusieron con autoridad a los Kansas City Chiefs de Patrick Mahomes, con un marcador final de 40-22.
Este triunfo no solo representa una revancha para Hurts, quien sufrió una dolorosa derrota ante Mahomes en el Super Bowl LVII de 2023, sino que también pone fin a las aspiraciones de tricampeonato de los Chiefs, un hito que ya habían frustrado en el pasado contra los New England Patriots de Tom Brady.
Dominio absoluto de los Eagles desde el inicio
Desde el primer silbatazo, los Eagles demostraron una superioridad incuestionable. La ofensiva, comandada magistralmente por Hurts, avanzó con precisión quirúrgica, mientras que la defensa asfixiante neutralizó cualquier intento de reacción por parte de los Chiefs. Al término de la primera mitad, el marcador reflejaba un contundente 24-0 a favor de Filadelfia, dejando claro que el equipo de Kansas City no encontraba respuestas ante el vendaval ofensivo y defensivo de su oponente.
La actuación de Jalen Hurts fue simplemente estelar. El mariscal de campo completó 17 de 22 pases para 221 yardas y 2 touchdown, además de sumar 72 yardas y una anotación por tierra. Su liderazgo y determinación fueron evidentes en cada jugada, demostrando que la experiencia adquirida desde la derrota en 2023 ha forjado a un jugador aún más completo y peligroso.
La defensa de los Eagles merece una mención especial. Lograron contener a Patrick Mahomes, considerado por muchos como el mejor quarterback de la liga, limitándolo a una de las peores actuaciones de su carrera. Mahomes fue interceptado en dos ocasiones y sufrió seis capturas, evidenciando la presión constante ejercida por la línea defensiva de Filadelfia. El novato Cooper DeJean brilló con una intercepción que retornó para touchdown, mientras que Josh Sweat sumó 2.5 capturas, consolidando una actuación defensiva memorable.
Por su parte, la ofensiva terrestre de los Eagles también fue protagonista. El corredor Saquon Barkley aportó de manera significativa, acumulando yardas cruciales que mantuvieron a la defensa de los Chiefs en el campo y permitieron a Filadelfia controlar el reloj y el ritmo del juego. Las contribuciones de Barkley fueron fundamentales para complementar el juego aéreo liderado por Hurts y asegurar una ofensiva equilibrada y letal.