El joven Mathew Rosas confesó su papel como chofer del auto utilizado en el intento de asesinato y admitió haber recibido 300 dólares por su participación. Durante su arresto, las autoridades encontraron $220 en efectivo junto con cocaína.
Un crimen estremecedor tiene impactado a la ciudad de Houston, Texas, donde un padre y su hijo fueron arrestados y acusados de intentar asesinar a un hombre.
Este hecho de sicariato, según informó la cadena Telemundo, ha captado la atención pública después de que se informara que Mathew Xavier Rosas intentó asesinar a Rainier Dibeler con la promesa de una recompensa económica por parte de su padre, Ricardo Antonio Obando.
Padre e hijo vigilaron durante días a la víctima que sufrió el ataque en la autopista Grand Parkway.
El joven Mathew Rosas confesó su papel como chofer del auto utilizado en el intento de asesinato y admitió haber recibido 300 dólares por su participación. Durante su arresto, las autoridades encontraron $220 en efectivo junto con cocaína.
El parentesco entre los acusados fue confirmada durante la audiencia preliminar, donde Obando declaró que Rosas es su hijo. El abogado Kevin Acevedo, quien no está vinculado al caso, comentó sobre la rareza del sicariato en Estados Unidos, aunque dijo que este fenómeno ha existido a lo largo de la historia.
Padre e hijo enfrentan serias acusaciones que podrían incluir cargos adicionales por conspiración y solicitud delictiva y por el carácter premeditado del ataque, podrían se condenados a la pena de muerte si son hallados culpables del cargo principal de homicidio agravado.
Para recibir en tu celular esta y otras informaciones, únete a nuestras redes sociales, síguenos en Instagram, Twitter y Facebook como @DiarioElPepazo
El Pepazo/Con información de 2001
Los militares descubrieron un boquete en la pared del pabellón. Cuando verificaron la pared, se encontraron con que los internos ya habían hecho un hueco y lo tenían tapado por el lugar por donde pretendían huir,
La necesidad urgente llevó a dos hombres a tratar de extraer agua y cavaron un pozo, pero el destino les jugó una mala pasada: la tabla se rompió y los dos cayeron al pozo que sin saber abrieron para su propia muerte.
Su delito consistía en adquirir los títulos y certificados de vehículos de las personas y posteriormente modificarlos
