Neuquén
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La fe y esperanza de vivir llevaron a dos jóvenes venezolanas a ser tocadas por sendos milagros que por intercesión de la Madre Carmen de Venezuela se hicieron posible y que concluyeron en que el papa Francisco la decretara Santa.
El prrimero de ellos ocurrió el 20 de mayo de 2003, hace 22 años, se produjo en Colegio Belén, que atienden las Hermanas Siervas de Jesús, en la urbanización Los Palos Grandes de Caracas.
Tras convertirse en la primera santa venezolana, luego de que hace apenas un mes también anunciaron la canonización de José Gregorio Hernández como el primer santo venezolano, la noticia sobre la aprobación del decreto de canonización de nuestra madre Carmen Rendiles, nos llevó a recordar la comprobación de un segundo milagro atribuido a su intercesión.
Ocurrió con la médico cirujano Trinette Durán de Branger, quien tras sufrir una descarga eléctrica que le inmovilizó su brazo derecho mientras operaba a un paciente de tumor de colon, la ciencia médica no pudo encontrar luego explicaciones sobre la recuperación como un hecho sobrenatural, a la gravísima lesión sufrida por esta profesional de la medicina.
Tras aquella descarga eléctrica que quemó su guante y los dedos índice y pulgar mientras operaba a un paciente, los efectos de la lesión sufrida por la doctora Trinette Durán fueron creciendo.
El día de aquel accidente, la doctora Trinette Durán sintió un dolor intenso en todo el brazo y pérdida de fuerza; luego quedó totalmente inmovilizado. Tres dedos de su mano derecha también estaban paralizados.
Cuenta la misma doctora, que durante dos meses, luego de ocurrido el accidente, pasó por las manos de casi 20 médicos sin lograr la más mínima mejoría.
“Al contrario, todo empeoraba a pesar de seguir responsablemente las prescripciones médicas a base de sedantes, relajantes, anti inflamatorios y otros”, describe el testimonio presentado a la comisión investigadora que llevaba la causa de la Madre Carmen Rendiles.
El primer Milagro
El 19 de diciembre de 2017, el Papa Francisco aprueba el caso del milagro de la doctora Trinette Durán de Branger, quien luego de varios meses tratando de recuperar su lesión, se trasladó al Colegio Belén para rezar y pedir por la sanación de su brazo.
Cuando llegó a la capilla mayor, una hermana la condujo hasta el oratorio en donde la comunidad de religiosas estaba en oración. Allí, la doctora Durán de Branger habló con la madre María San Luis, hermana de sangre de la hoy santa Madre Carmen.
Después de orar juntas, la monja le dijo que la Madre Carmen la curaría de su dolencia. Enseguida ambas se dirigieron a una habitación, cercana al oratorio, en donde la Madre Carmen en vida reposaba algunas veces. Allí estaba un cuadro de la entonces beata Madre Carmen que la hermana San Luis quería que Trinette Durán de Branger pintara.
Aquí ocurre el hecho no explicable por la ciencia y los hombres. Al ver el cuadro e implorar interiormente su curación, salió del borde del cuadro como “un hermoso rayo de luz que alumbró toda la habitación y llegó hasta su hombro”, dice el testimonio de la sanación presentado ante el Vaticano.
Trinette sintió un intenso calor entrar por su cabeza y penetrar en su brazo, y fue tan impactante el momento que perdió por un momento el conocimiento y en el mismo instante su brazo quedó restablecido totalmente. Ya no usó más férula, ni fue realizada la operación.
El domingo siguiente en una misa del Colegio Belén se reunió toda su familia para dar gracias a Dios ante el gran favor recibido por intercesión de la nueva santa venezolana.
En la homilía, el sacerdote que oficiaba se refirió a la falta de un brazo de la Carmen Rendiles y fue cuando la familia de Trinette se enteró que a la religiosa siempre le había faltado un brazo.
La doctora Trinette Durán de Branger ofrece testimonio de su curación súbita, también los médicos que la trataron, su familia y demás conocidos.
Otro Milagro…
Tras un accidente de coche en 1974, la Madre Carmen pasó sus últimos años de su vida en silla de ruedas y falleció el 9 de mayo de 1977.
Recibió la Beatificación el 16 de junio de 2018, para su canonización hacía falta otro hecho milagroso, tal y como ocurrió.
La curación milagrosa, atribuida a su intercesión, de una joven diagnosticada en 2015 de hidrocefalia triventricular idiopática, que requirió la colocación de una válvula de derivación, fue sometida a examen por el Dicasterio para las Causas de los Santos.
La joven había sido sometida a operaciones y, tras varias hospitalizaciones, su estado de salud se deterioró. Pero un día una tía, que participaba en una celebración eucarística ante la tumba de la Madre Carmen, rezó por su recuperación.
Otros fieles pidieron entonces a la monja que intercediera, y la propia joven enferma participó en una misa en su sepultura, en la capilla del Colegio Belén de Caracas.
Tras tocar una imagen de la monja, la enferma mejoró rápidamente, hasta el punto de que el 18 de septiembre comenzó a caminar y a comunicarse, expresando el deseo de ir a dar las gracias a la Madre Carmen.
La recuperación de la joven fue completa, estable y duradera, y el suceso se juzgó inexplicable desde el punto de vista científico.
Esto, tras las evaluaciones de rigor, condujo al papá Francisco a declarar este lunes 31 de marzo a la Madre Carmen de Venezuela como Santa, aprobando de esta manera su canonización.
Carmen María Rendirles se convirtió asi en la primera Santa de Venezuela, sin contar a San José Gregorio Hernández que será canonizado próximamente.
Un largo camino hacia la santidad
El proceso de canonización de la madre Rendiles se inició el 9 de marzo de 1995 y, 18 años después, en 2013, el papa Francisco le otorgó el título de venerable, reconociendo sus “virtudes heroicas”. En 2014, se inició la investigación de un presunto milagro atribuido a su intercesión.
Tras la aprobación de un milagro, el sumo pontífice publicó el decreto de beatificación en 2017, y en 2018 la madre Carmen fue reconocida como la tercera beata venezolana, después de la madre María de San José y la madre Candelaria de San José.
María Carmen Rendiles Martínez nació en Caracas el 11 de agosto de 1903. A pesar de no haber tenido su brazo izquierdo, desarrolló una vida plena y dedicada al servicio religioso.
En 1927, ingresó a la Congregación de Siervas de Jesús en el Santísimo Sacramento, donde realizó sus votos y desempeñó diversos cargos importantes.
En 1965, fundó la Congregación de Siervas de Jesús de Venezuela, siendo su primera superiora general. Su vida fue un testimonio de fe y servicio, y su legado continúa inspirando a miles de personas.
“La madre Carmen Rendiles murió en olor de santidad el 9 de mayo de 1977, dejando para sus hijas y para la Iglesia un camino a seguir para encontrar la santidad”, dijo este lunes la Arquidiócesis de Caracas en un comunicado.
Los restos de la nueva santa venezolana reposan en el Colegio Belén, ubicado en la quinta avenida de Los Palos Grandes con transversal 10, urbanización Los Palos Grandes, en la capital de la república.
La canonización de la madre Carmen Rendiles es motivo de celebración para todos los venezolanos, y representa un reconocimiento al aporte de las mujeres del país a la Iglesia y la sociedad.
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