La sentencia de 57 meses fue dictada por el juez de distrito de Estados Unidos, John W. Holcomb, quien además ordenó a Mizuhara pagar cerca de 17 millones de dólares en restitución a Ohtani y 1.1 millones de dólares al Servicio de Impuestos Internos (IRS).
Durante el juicio, Mizuhara expresó su arrepentimiento diciendo: "Quiero decir que estoy verdaderamente arrepentido con el Sr. Ohtani por lo que he hecho." Su abogado, Michael G. Freedman, indicó que espera que Mizuhara, ciudadano japonés, sea deportado. Los Dodgers despidieron a Mizuhara en marzo del 2024, luego de una investigación de ESPN que reveló que había transferido millones desde la cuenta de Ohtani a un corredor de apuestas ilegal.
La adicción al juego y la estafa
Mizuhara se declaró culpable de fraude bancario y presentación de una declaración de impuestos falsa en junio de ese año, admitiendo que realizó alrededor de 19.000 apuestas con el corredor de apuestas durante un período de dos años, acumulando más de 40 millones de dólares en deudas. Los fiscales recomendaron una sentencia de 57 meses, mientras que el abogado de Mizuhara solicitó una sentencia de 18 meses, citando una adicción al juego de larga data.
Sin embargo, en un documento judicial, los fiscales indicaron que había "solo evidencia mínima" de que Mizuhara había jugado antes de comenzar a robar a Ohtani. Freedman, el abogado de Mizuhara, defendió en la corte que la adicción al juego de su cliente fue "drástica" y que sumas astronómicas estuvieron involucradas.
Un futuro incierto
Freedman también argumentó que la adicción al juego de Mizuhara fue "inflamada" debido a la enorme cantidad de crédito que el corredor de apuestas le ofreció, sabiendo que Mizuhara trabajaba para Ohtani. La incertidumbre sobre el futuro de Mizuhara ahora incluye una posible deportación y el desafío de pagar las enormes sumas de restitución ordenadas por la corte.
La sentencia de Ippei Mizuhara no solo pone fin a su relación con los Dodgers y Ohtani, sino que también destaca las devastadoras consecuencias que una adicción no tratada puede tener en la vida personal y profesional de una persona.