Hannah Grundy descubrió, en febrero de 2021, una página web que estaba llena de fotos y videos pornográficos falsos sobre ella, luego de que encontró un extraño mensaje anónimo en su bandeja de entrada.
“Seguiré enviando correos electrónicos porque creo que esto merece tu atención”, indicaba, citó BBC.
Relató que el correo estaba acompañado de un enlace y una advertencia que rezaba “contiene material perturbador”.
Al ingresar al link, Hannah descubrió que había decenas de páginas de pornografía producida por inteligencia artificial (IA) en las que ella era protagonista.
“Estaba amarrada”, dijo Hannah, agregó que también había escritos de fantasías de violación y amenazas violentas.
“Parecía asustada. Tenía lágrimas en los ojos. Estaba en una jaula”, acotó Hannah, quien vio decenas de deepfakes en donde ella era protagonista. Señaló que, incluso, había deepfakes de amigas cercanas y otras mujeres.
En una investigación que realizó junto a su novio, descubrió que las imágenes que eran utilizadas por las IA provenían de sus cuentas privadas en redes sociales.
También descubrió que un amigo llamado Andy era quien conectaba a todas las mujeres que aparecían en la página.
Se trataba de un hombre en quien confiaba y que cuidaba a sus amigas cuando iban al bar.
"Cada momento publicado en Instagram y Facebook lo convirtió en porno", lamentó.
Detención del responsable
Tras un largo proceso judicial, Andy de 39 años, fue detenido en el 2023, cuando no existía ningún delito por crear o compartir pornografía deepfake en Nueva Gales del Sur ni en ningún otro lugar de Australia, y el país nunca antes había visto un caso de esta magnitud.
Sin embargo, fue acusado de uso indebido de telecomunicaciones para amenazar, acosar o causar ofensas (un delito menor que se aplica a muchos delitos en Internet), contra 26 mujeres.
Por lo que fue condenado a nueve años de cárcel, en lo que se ha calificado como una decisión histórica.