Barinas
En noviembre de 1985 cuando estudiaba cuarto semestre de periodismo en la Universidad del Zulia y colaboraba para el entonces diario Crítica de Maracaibo, me topé con dos muchachos que se proyectaban como grandes figuras de nuestro béisbol profesional.
El primero fue Oswaldo Guillén, a quien lo entrevisté una semana antes de ser declarado Novato del Año en la Liga Americana.
Ocurrió el 18 de noviembre de 1985, en el clásico Juego de La Chinita, que protagonizaron en el estadio Luis Aparicio “El Grande” de Maracaibo, los Tiburones de La Guaira y las Águilas del Zulia.
Dos semanas después, viajó a Maracaibo el equipo de los Leones del Caracas y curioso por unos comentarios que escuché en la voz del hoy desaparecido periodista merideño Rodolfo José Mauriello, entonces comentarista del circuito de los Navegantes del Magallanes y jefe de las páginas deportivas de El Nacional, me acerqué al parque "Luis Aparicio El Grande de Maracaibo", para entrevistar al personaje del que Mauriello lo llegó a comparar con Luis Aparicio.
“Tiene unas manos prodigiosas y un guante espectacular”, dijo Mauriello sobre Omar Vizquel, quien este 24 de abril arribó a sus 58 años de edad.
Nuestro encuentro con Vizquel fue memorable. A pesar de su tamaño, le vislumbré un futuro grande en el béisbol.
De aquel encuentro, recuerdo haber escuchado de “Kike”, como algunos jugadores del Caracas lo llamaban, su admiración por David Concepción.
Antes de la entrevista, Vizquel confesó haber asegurado que por primera vez era entrevistado para un periódico, aunque reconoció haber sido entrevistado, primero para el circuito del Magallanes, por el hoy desparecido Rodolfo José Mauriello.
El inicio de la leyenda
Antes del inicio de la temporada de 1984-85, Omar Vizquel fue invitado a un “Try out”, donde se encuentra por primera vez con uno de los peloteros venezolanos más importante de todos los tiempos, Alfonso “Chico” Carrasquel, quien además de haber sido el pelotero que más idolatró su padre, Omar Vizquel Sénior, se desempeñaba para aquel entonces como manager de Los Leones del Caracas. Vizquel tenía 16 años.
Durante la práctica, uno de los coachs le sugiere a Omar Vizquel que se convierta en jockey debido a su estatura. A pesar del comentario de mal gusto, Carrasquel queda impresionado con su fildeo. En la prueba, los jóvenes infielders se paran sobre la línea de la tercera base, donde esperan su turno para lanzar a la primera.
Un scout de los Medias Rojas de Boston sigue con interés el juego de Omar Vizquel, pero al final considera que es demasiado joven para firmarlo. Vizquel no comparte esta opinión, por lo que no desperdicia el apoyo de coach Flores Bolívar, quien lo recomienda con el scout de origen cubano, Orlando “Marty” Martínez, de los Marineros de Seattle, quien lo firma por 2.500 dólares, más un bono de 500 por cada ascenso en las categorías menores y mil dólares, al momento de llegar a las mayores.
En su primera temporada en el béisbol venezolano, Vizquel solamente participa en 11 juegos, en los cuales consume 14 turnos y conecta un solo hit, un tubey.
En esa temporada, 84-85, Vizquel se conforma con observar en el shor stop a Héctor Rincones, quien llegó a Caracas procedente de los Tigres de Aragua, en un canje que involucró al grande liga de los Orioles de Baltimore, Leonardo Hernández con los jugadores Nelson García y Walfredo Sarmiento.
Momentos inolvidables
Durante sus cuatro primeros años en la pelota rentada, Vizquel vivió momentos inolvidables. A pesar de haber participado solamente en cuatro juegos durante toda la temporada 85-86, el futuro grande liga de los Marineros de Seattle celebra la clasificación de su equipo Caracas para la final de ese campeonato, que disputó con los Tiburones de La Guaria.
Ambos equipos celebran también el ascenso a las mayores de sus jóvenes figuras, Andrés Galarraga y Oswaldo Guillén. Al final, la novena litoralense se titula campeón en siete juegos, en el que se destacaron en el decisivo choque, Raúl Pérez Tovar y Alfredo Pedrique.
Para su tercera temporada, Vizquel es testigo de la inmensa celebración de la fanaticada caraquista por el regreso al equipo de sus ídolos Víctor Davalillo y Baudilio Díaz.
Al final de la temporada, Caracas y La Guaira vuelven a disputar nuevamente el campeonato. El equipo de Pedro Padrón Panza intentará revalidar su título con su famosa “guerrilla” que caracterizaron por su agresividad en el campo, a jugadores como Oswaldo Guillén, Luis Salazar, Argenis Salazar, Norman Carrasco, Gustavo Pulidor, Raúl Pérez Tovar y Carlos “Café” Martínez.
El equipo de Vizquel no se queda atrás, y para demostrarlo ganan el campeonato en cuatro juegos, cada uno, con un protagonista diferente. En el primer choque, Antonio Armas conecta un sencillo en el octavo episodio para obtener el triunfo, tres carreras por dos.
En el segundo partido, Davalillo emerge nuevamente por Vizquel en el octavo inning, y despacha un doble, para ganar con marcador de dos carreras por una.
En el séptimo acto del tercer juego, Andrés Galarraga saca la pelota del parque, con un corredor en base para completar una emboscada de tres rayitas y darle cifras definitivas al encuentro, cinco carreras por tres.
Finalmente en el cuarto y último enfrentamiento de la serie final, el lanzador derecho Urbano Lugo hijo, gana el título para los Leones del Caracas, sin permitir hits, ni carreras, a los Tiburones de La Guaira.
La gloria
Con 22 años, Omar Vizquel debutó en las grandes ligas, ante 43.163 aficionados, el 3 de abril de 1989 en el Oakland Alameda Country Coliseum, con el equipo de los Marineros de Seattle.
El joven campo corto, es el venezolano número 53 en llegar a este difícil y exigente deporte. Por los Marineros, el abridor es Mark Langston y con el juego empatado a una carrera, José Canseco conecta un fuerte rolling a las manos de Vizquel. El novato se desplaza dos pasos a la derecha, toma la pelota y la mete en las gradas. Acto seguido, Mark McGwire conecta un home run para colocar el marcador, tres carreras por dos, a su favor. Ese día, Vizquel se va en blanco en tres turnos.
Sin importar lo que pasó, aquel día comenzó la carrera de uno de los mejores short stops de todos los tiempos. Casualmente, en ese juego debuta Ken Griffey Junior.
El 6 de abril, en el último juego de la serie inaugural frente a Oakland, Vizquel consigue su primer hit en las mayores. El histórico batazo se produce sobre una recta del lanzador derecho Store David, en cuenta de tres y dos. El bate de Vizquel se partió, pero la pelota llegó hasta el center field.
Despedida en Venezuela
Veintitrés años después de su debut en la pelota rentada venezolana, el jueves 17 de diciembre de 2007, Vizquel se despidió de su fanaticada.
Y lo hizo en el parque universitario de Caracas frente al equipo con el cual los Leones del Caracas se titularon en la campaña 94-95, las Águilas del Zulia.
Y precisamente desde aquella temporada, Vizquel no participaba en la pelota rentada nacional.
Y como regalo a la afición beisbolística venezolana, Vizquel decidió regresar aquella temporada (2007-08) para despedirse como pelotero activo.
El 1 de noviembre de 1984, Vizquel jugó su primer partido en el estadio Universitario de Caracas, un día después de su estreno como profesional en Valencia.
Y desde aquel primero de noviembre de 1984 hasta el jueves 17 de diciembre de 2007, pasaron exactamente 8.428 días desde su primer juego en la pelota rentada venezolana, para decirle adiós a su fanaticada, a los 40 años de edad y conservando todavía sus habilidades.
Cooperstown se ha puesto luego
Después de firmar un contrato de ligas menores con los Toronto Blue Jays, a sus 45 años de edad, Vizquel se mantuvo como jugador activo en las Grandes Ligas, mejorando los registros que lo consolidaron como uno de los mejores campocortos defensivos de todos los tiempos, por lo que el 3 de octubre de 2012 se retiró del mejor beisbol del mundo.
Tras su retiro a los 45 años y 23 temporadas en la gran carpa, Vizquel ostenta el récord de más partidos jugados como short-stop, con un total de 2.968 partidos en las Grandes Ligas, con los Seattle Mariners, Cleveland Indians, San Francisco Giants, Texas Rangers, los Chicago White Sox y los Toronto Blue Jays desde 1989 hasta 2012.
En su carrera de 25 años, Vizquel dejó promedio de bateo de 272, con 2.877 hits en 10.586 turnos al bate. Conectó 80 jonrones, se estafó 404 bases y recibió 1.028 bases por bolas en 2.963 juegos.
El domingo 25 de mayo de 2008, a sus 41 años, Omar Vizquel participó en una doble cartelera y rompió el registro de Luis Aparicio, con lo que se convirtió en el venezolano con más partidos jugados en las mayores. De hecho, el propio Vizquel superó a Luis Aparicio (2.677) como el venezolano con más hits en las grandes ligas, hasta que Miguel Cabrera, se retiró en la campaña 2023, con 3.174 petardos.
El 6 de septiembre de 2010 Omar Vizquel participó en su juego 2.832 de las Grandes Ligas, convirtiéndose en el jugador latinoamericano con más partidos jugados en la historia de las grandes ligas, superando el récord que tenía el cubano Rafael Palmeiro, al cumplir la cantidad de 2585 partidos como campo corto.
Con todos esos registros en su carrera en la MLB, amén de su reconocida destreza defensiva y sus 11 guantes de oro, el nombre de Vizquel continúa siendo infaltable en las discusiones sobre las figuras que deberían estar en el exclusivo templo de los inmortales ubicado en el neoyorkino barrio de Cooperstown.
Si bien, el pelotero caraqueño ha sido nominado al Salón de la Fama de manera consecutiva desde 2018, cuando fue elegible por primera vez, desde entonces, ha sido parte de la boleta en cada votación, intentando alcanzar el 75 por ciento de los votos necesarios para ser inducido.
No obstante, su candidatura ha venido perdiendo fuerza con el paso de los años, tras la reevaluación de su juego y una serie de denuncias de violencia y acoso sexual en su contra.
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