Neuquén
Antes de comenzar a estudiar periodismo, por allá en 1983, conocí en una fiesta aniversaria del Movimiento Al Socialismo -MAS- en Caracas, al célebre periodista y escritor colombiano Gabriel García Márquez.
Para entonces, “Gabo” venía de obtener el Premio Nobel de Literatura y entusiasmado por conocerlo personalmente, acudimos hacia aquella recordada fiesta en compañía de varios dirigentes del MAS del estado Zulia.
Yo era un chamo que estudiaba ingeniería en el núcleo de la Universidad del Zulia en Cabimas y, curioso por saber también, porqué García Márquez entregó de manera integra al partido fundado por Teodoro Petkof y compañía, los 22 mil dólares que recibió en 1972 cuando ganó el Premio de Literatura "Rómulo Gallego", viajamos a Caracas con la esperanza de entrevistar al escritor colombiano y, porque además para entonces, me estaba interesando el periodismo.
Cuando conocí a “Gabo”, me marcó para siempre, aquella confesión que volví a escuchar nuevamente del célebre escritor, en el momento en que le recordaba a un grupo de jóvenes estudiantes universitarios presente en el agasajo del MAS, que el periodismo le ha servido como herramienta para no perder el contacto con la realidad.
A pesar de aquella confesión, lamentablemente el escenario y las circunstancias no me permitieron entrevistar a aquel célebre personaje.
Cuarenta años después y, con más de 30 años ejerciendo la profesión inducida por esta celebridad, hoy quiero compartir esta entrevista imaginaria, a través de las respuestas que nos facilitó un primo lejano de este excelso personaje de la literatura moderna.
A propósito de los 98 años del natalicio de Gabriel García Márquez, celebrado el pasado 6 de marzo, rendimos tributo al gran Gabriel García Márquez través del libro que en el 2016 escribió su primo José Luis Díaz-Coronado, con el título "Gabo en mi memoria".
En esta entrevista imaginaria, las respuestas de “Gabo” pudieran reivindicar aquellas preguntas que lamentablemente no pudimos hacerlas cuando coincidimos en la fiesta del MAS en Caracas.
Y antes de recorrer este imaginario tránsito periodístico con este admirado personaje, es importante recordar que además de haber creado la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, con la finalidad de estimular nuevas formas de hacer periodismo entre los jóvenes, “Gabo” fue un hombre culto, elegante y de fino gustos.
Además de exhibir su copete a la hora de asistir a elegantes fiestas, combinando con el mismo color, sus impecables zapatos, guayaberas o loquiliqui, “Gabo” tenía buenos gustos a la hora de libar un delicioso licor o escuchar una buena música.
Tomaba whiskys Ballantines, escuchaba salsa, rock (pero de los Beatles), boleros y los tradicionales ritmos musicales de su amada Colombia.
Debe su prestigio literario a su carrera de periodista, que inició en 1948 en el diario "El Universal" de Cartagena, después por una breve pasantía por Venezuela en la década de los 50, para proseguir luego en la agencia internacional de noticias Prensa Latina de Cuba.
Fallecido en México el jueves santo 17 de abril de 2014, a consecuencia de un cáncer linfático, las respuestas ofrecidas en esta entrevista imaginaria, certifican la memoria histórica del “Gabo”, resumida en varias anécdotas y en esa memoria presentada por su primo José Luis Díaz-Coronado en su libro, en la que igualmente deja entrever, que para sus últimos días, el protagonista de esta imaginaria conversación, supuestamente padecía de demencia senil.
"La noche anterior, durante una cena que le ofreció "El Espectador", en marzo de 2007 en Cartagena de Indias, flanqueado por sus amigos del alma, Carlos Fuentes y Julio Mario Santo Domingo, “Gabo” me dijo con aire distraído: Le tengo pánico a perder la memoria como le pasó a mi mamá", José Luis Díaz-Coronado.
Miguel Otero Silva y Teodoro Petkof
Es cierto que cuando usted escribió "Cien años de soledad", su esposa presagio algo?
-Lo que me acuerdo es que para enviar todas las cuartillas al editor, tuvimos que vender varios enseres de nuestra cocina...y cuando terminamos de empacar el último lote de cuartillas, Mercedes se atrevió a decir que "lo único que falta es que esta novela no le guste a los lectores...
Que aprendió de su estadía por Venezuela?
-El cariño, respeto y amabilidad de su gente...
Y era feliz e indocumentado?
-Bueno, ese fue el título que se le otorgó a un libro que publicaron allá en Venezuela, que presenta una compilación de mis trabajos periodísticos realizados durante mi estadía por ese hermoso país en la década de los 50.
Hablando de Venezuela, qué amigos recuerdas?
-A muchos, pero de manera especial a Miguel Otero Silva y Teodoro Petkof
Y cómo conoció a Petkof?
-Por su impresionante figura dentro del mundo comunista...
-Y qué fue lo que más le impresionó Teodoro? Su rebelión frente a la Unión Soviética o el célebre libro que escribió sobre Chescolosvaquia?
-Ninguno de los dos...Me impresionó su espectacular fuga de una cárcel militar venezolana, creo que se llama el Cuartel San Carlos. Cuando comencé a interesarme por aquel hombre de ideas visionarias, supe después de su magistral obra literaria, aquel libro de Chescolosvaquia.
-Y cuándo se conocieron?
-En carnaval o semana santa de 1971 cuando me lo presentó Miguel Otero. Antes de viajar a Venezuela, le dije que quería conocer a Teodoro y, así ocurrió. Miguel planificó un sancocho pescados en una casa vacacional cerca de las playas del litoral central; invitó a Teodoro y cuando éste llegó, nos llevamos una gratisima sorpresa...
Y en el aquel primer encuentro, me supongo que hablaron de Fidel Castro?
-Charlamos largamente. Hasta salió a relucir el reconcomio que para entonces tenía Fidel con Teodoro...
Y eso?
-Bueno, eso fue lo que me comentó Teodoro. Me confesó que Fidel fue el único comunista de la región que le criticó su posición política frente a lo que él consideró un aplastamiento militar de la Unión Soviética contra Chescolosvaquia.
Y usted que opinó al respecto?
-A Teodoro le dije en el aquel recordado encuentro en la playa de La Guaira, que ni Fidel, ni yo, nunca creímos en su revolución...(risas)
Y cuántas horas duró aquel histórico encuentro?
-Lo suficiente para ratificar nuestra amistad, porque si algo debo confesar, es que además de conocernos personalmente aquella tarde en la playa, comenzamos una hermosa amistad...
Ah, pero ya se conocían?
-Nos conocíamos por referencia. Yo comencé a seguir a Teodoro cuando irrumpió en el mundo comunista por su irreverente personalidad y, él ya me conocía cuando comenzó a leerme.
Ocurrió igual cuando usted conoció Rubén Blades?
-Exactamente, aunque en el mundo de la música latina, Rubén Blades irrumpió como el verdadero cronista de la música urbana. Rubén es el hombre que cuenta y narra historias, pero cantando...
Pablo Neruda y Nicolás Guillén
Y retomando el nombre de Miguel Otero Silva, es cierto que a través de este periodista venezolano, usted conoció a Neruda?
-Quien te lo comentó?
Lo leí en el libro de tu primo José Luis Díaz-Coronado "Gabo en mí memoria"...
-Efectivamente a Neruda lo conocí en un perpignac a finales de los 60. Estábamos con Miguel Otero Silva tomando unos vinos y luego él me dijo "ven, acompáñame al puerto a esperar a Neruda...
Y cómo fue aquel incidente entre Nicolás Guillén y Pablo Neruda?
-Mi esposa Mercedes, que llegó a criticar el libro de Neruda "Confieso que he vivido", objetó el hecho de que Pablo no mencionara en ese libro a su esposa...
Y ese cierto que ese libro, también lo escribió Otero Silva?
-Por supuesto...
Y cómo surgió la enemistad entre Nicolás Guillén y Neruda?
-Lo que recuerdo sobre el particular, es que en una reunión familiar allá en mi casa de La Habana, el general William Gálvez, ese excelente biógrafo de Camilo Cienfuegos, comentó que Guillén le habia confesado que estuvo enamorado de la hermana de Neruda llamada Laura y, por esa razón, el escritor chileno se emberracó, porque era muy celoso de su hermana...
Y es verdad que Guillén era el único enamorado de Laura?
-Eso es lo que dicen, porque en aquella reunión familiar allá en mi casa en La Habana, alguien dijo que esa mujer era una vieja horrorosa como para tener novio (risa tímida)
Pampele y el Síndrome de Agotamiento
De la música de su país, cuál es el género que más le fascina?
-El vallenato y a Escalona como el mejor compositor de este género...
Y cuál es el vallenato que más le gusta?
-"La custodia de Badillo", "La vieja Sara", "El compadre Simón", "La Diosa Coronada"...
Es cierto que su novela "El coronel no tiene quien le escriba", a usted le tocó que comprar los derechos, después de haberlo vendido para una película?
-Si, eso ocurrió recién llegado a México en 1960, cuando vendí los derechos de esa novela para la posible adaptación al cine...En aquel entonces estaba jodido de dinero, por eso, me tocó comprar esos derechos, inclusive pagando más plata para poder recobrarlos
Qué anécdota de su carrera literaria guarda con mucha curiosidad?
-El título que le dí a la novela "La hojarasca" en 1959. Surgió al final cuando estaba escribiendo el prólogo...
Qué otra anécdota nos puede contar?
-Hay una simpática que me ocurrió en diciembre de 2002 en La Habana. La empleada del servicio le dice a alguien que me llaman por teléfono. Cuando me pasan la llamada, un tipo me saluda gentilmente y después me comenta que gozó mucho leyendo mis memorias. Me dice que el libro lo leyó entre martes y viernes y, yo le respondí así: "De manera que lo que yo hice en cuatro años, ! tú lo despacha en cuatro días!...
Una anécdota contada por un periodista colombiano que escribió la biografía del ex boxeador Kid Pampele, señala que en un solemne evento celebrado en Madrid, usted hizo referencia a este mundial deportista cuando lo llamaron a presentarse ante el público asistente. Es cierto?
-Si, efectivamente. El maestro de ceremonia antes de presentarme, dijo "recibamos con un fuerte aplauso al hombre más popular de Colombia"...Yo miré para todos los lados, aplaudiendo también y le pregunté, a alguien cercano a mí "y dónde está Pampele"...
Cómo es eso de que a usted no lo le gusta elogiar a los jóvenes escritores?
-A mi a veces se me ha tildado de mezquino porque no elogio las obras de los escritores jóvenes...
Por qué?
-Una vez elogié a un cuentista colombiano y éste se durmió sobre sus laureles. Sentí que me había hecho daño, pero ya no pasará jamás, porque recuerdo que hace 20 años, a los jóvenes les interesaba más la fama que hacer un buen trabajo...
Hablando de memoria, que significa para los escritores "el síndrome de agotamiento"?
-Debe ser una enfermedad mental, el mal de Alzheimer, por ejemplo...
Por qué dice eso?
-Porque lo que más me duele de mis memorias, es que mi mamá no puede leerlas, pues ya anda con la memoria perdida...
Y eso es hereditario?
-No sé, pero alguien en la familia me dijo de manera contundente, prepárate “Gabito”, porque parece que la demencia senil es una enfermedad de familia. Por eso, yo estoy preparando los otros tomos de memoria antes de que se me olviden las cosas (ríe)
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