Carlos Sánchez dejó el béisboll porque se enamoró en el barrio R-10 de Cabimas
Recuerda que el amor que comenzó a sentir por Cabimas, se lo inyectó una muchacha del barrio R-10, que nunca faltaba al estadio "Victor Davalillo" cuando jugabaN los "Petroleros de Cabimas".Se llama Jackelin Suárez, a quien muchos señalan en aquella barriada, haber influido para que Carlos Sánchez dejara el béisbol profesional, a pesar que desde entonces comenzó a jugar también softbol.
Buenos Aires (Dimas J. Medina) Aunque poco pudo jugar en el béisbol profesional de Venezuela, el pitcher Carlos Sánchez jamás ha olvidado los tres equipos donde defendió sus colores, especialmente su primera novena, los Tigres de Aragua de David Concepción.
Nacido el 10 de septiembre de 1962 en un pueblo cercano a La Plazoleta El Carmen en la histórica y colonial La Guaira, Sánchez siempre recuerda que ese lugar no fue arrastrado durante aquella tragedia pluvial de Vargas el 15 de diciembre de 1999.
Tambien recuerda que antes de hacer su debut en la pelota venezolana, después de haber sido firmado por los Atléticos de Oakland, jugó también en la desaparecida Liga Paralela Andina con el equipo de "Felinos de Táriba", donde coincidió entre otros peloteros, con Luis Sojo, infield de los entonces Maiceros de Barinas.
Tras agradecer al béisbol profesional, conocer a muchas figuras de la época, como Luis Leal, Carlos Hernández y Omar Vizquel, entre otros, Sánchez agradeció también al desaparecido periodista y comentarista Roberto Ribeiro, conocido como "La Biblia del Béisbol", por haberle recordado la fecha cuando debutó en el béisbol profesional de nuestro país.
Admitió que Ribeiro no sólo le recordó aquel 1982 cuando debutó con sus Tigres de Aragua, sino que además le recordó el día, mes y el equipo a quien enfrentó.
Fue el 8 de noviembre de 1982. Salió a lanzar como relevista y, por ser su debut, Carlos Sánchez también recordó haberse montado en la lomita bastante nervioso.
Otorgó un boleto y cuando enfrentaba al siguiente bateador en conteo desfavorable, David Concepción se acercó a la lomita para calmarlo.
Por eso, siempre recuerda su debut en la pelota rentada, porque aquella noche, cumplió su sueño de jugar al lado de El Rey David Concepción.
Seis temporadas jugó Sánchez con los Tigres hasta que fue canjeado a las Águilas del Zulia en la campaña 1988-89, cuando la novena naranja conquistó su segundo título en la pelota rentada venezolana, bajo la conducción de Pete Mackanin, precisamente a expensas de los Tigres de Aragua.
En la campaña 1991-92, cuando se produjo la última expansión en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, Sánchez llegó a los Petroleros de Cabimas, jugando apenas aquella temporada.
El calor de Cabimas, el sonido de los tambores de San Benito que se parece también al caribeño ritmo percusionista que se escucha en su La Guaira natal, llevó a Carlos Sánchez a enamorarse de una fanática del béisbol.
Por eso, también recuerda que el amor que comenzó a sentir por Cabimas se lo inyectó una muchacha del barrio R-10, que nunca faltaba al estadio "Victor Davalillo" cuando jugaban los "Petroleros de Cabimas".
Se llama Jackelin Suárez, a quien muchos señalan en aquella barriada, haber influido para que Carlos Sánchez dejara el béisbol profesional, a pesar que desde entonces, comenzó a jugar también softbol.
A principio del actual siglo, los vecinos del barrio Valmore Rodríguez, donde Sánchez vivió con su esposa, no supieron más de aquel espigado lanzador, que antes de regresar nuevamente a su La Guaira natal, desempeñó entre otros modestos oficios, el de peluquero a domicilio.
Hoy nuestro amigo Carlos Sánchez reside en la capital de República Dominicana, a quien deseamos bastante salud por su cumpleaños número 63.
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