Dimas J. Medina
Neuquén
En 1989, recién llegado a Barinas, el locutor Noel Arnaldo Zamudio Aro me presentó un militar enamorado del beisbol.
Se llama José Antero Núñez, nacido en Santa Rosa de Barinas, el 3 de enero de 1937.
Cuando lo me presentaron, no sólo desconocía su nombre, sino también su extraordinaria faceta de escritor y, sobre todo, esa exquisita pasión que con justicia, lo convirtieron en el cronista número uno de la Serie del Caribe.
Cuando lo conocí, ya era general retirado del ejército y, desde entonces, comenzamos una fraterna amistad, que a lo largo de estos años, me enorgullece cada vez que coincidimos, solamente para hablar de beisbol.
Y esa amistad, comenzó cuando en el aquel 1989 devoré un libro de su autoría, dedicado al desaparecido manager José Antonio Casanova, obra que para aquel año me regaló nuestro común amigo Noel Arnaldo Zamudio.
Precisamente el general José Antero Núñez se hizo escritor, cuando el propio José Antonio Casanova lo autorizó para que le escribiera su biografía. Eso ocurrió cuando aquel militar barinés era teniente coronel y Casanova se desempeña como técnico de beisbol en la Academia Militar.
Y desde entonces, José Antero Núñez, graduado como psicólogo, se apasionó por la literatura y el beisbol, deporte que comenzó a practicarlo desde muy niño, porque de la pelota se enamoró cuando en 1949, con apenas 12 años de edad, comenzó a escuchar por la radio, los partidos de la naciente liga profesional de beisbol venezolano.
Teniendo como ídolos al propio Casanova y a todos aquellos peloteros que en 1941 ganaron en Cuba la primera Serie Mundial de Beisbol para Venezuela, catapultándose como los héroes de aquel año para nuestro país, José Antero Núñez pasó a consagrarse como hombre de beisbol.
Con más de 20 libros, la mayoría dedicado a la Serie del Caribe, este militar barinés, quien en 2023, fue exaltado al Pabellón de la Fama durante la celebración de la Serie del Caribe jugada en el majestuoso y recién inaugurado estadio Monumental “Simón Bolívar” de Caracas, hoy es uno de los autores más prolíficos en la literatura deportiva venezolana.
Y nuestra amistad, me permitió proponerlo como orador de orden, para la sesión especial que con motivo de la celebración del Día del Deporte venezolano y con motivo del bautizo con el nombre de “Agustín Tovar” para el estadio olímpico La Carolina de Barinas, celebraron en conjunto, el 22 de junio de 2001, el parlamento barinés presidido por nuestro común amigo Miguel Angel Rosales Aparicio y por las autoridades municipales, capitaneadas por el entonces alcalde Julio César Reyes.
Por eso, a propósito de la edición número 67 de la Serie del Caribe, que viene desarrollándose en Mexicali-México, rindo tributo a este militar nacido en la sabana de Barinas, como el más apasionado y auténtico cronista de este anual clásico deportivo latinoamericano.
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