7 jonrones, 2 caballos y un futuro truncado

Buenos Aires (Dimas J. Medina) Un viejo amigo de infancia me comentó recientemente haber sido testigo de un espectacular acontecimiento ocurrido en un partido de pelota caliente, allá en el estadio de nuestra barriada R-10 de Cabimas, llamado para entonces "Reinaldo Gutiérrez".

El abogado Jaime Diaz, inquieto por rescatar aquel acontecimiento poco usual en la historia del béisbol aficionado del estado Zulia, me asomó la posibilidad de escribir una pequeña reseña sobre dos caballos juveniles, quienes estuvieron involucrados en un festival de jonrones.

El paisano y casi vecino, allá en mi barriada R-10, hizo referencia a dos amigos nuestros y ex compañeros de estudios de nuestra etapa primaria, en la recordada escuela "Manuel María Padrón", del sector La Curva del Muerto de nuestro petrolero barrio.

Hablamos de Ildegar Gutiérrez y Wilfredo "El Pelón" Espinoza, quienes para entonces pintaban como futuros caballos en la pelota rentada venezolana.

Conocida a través de nuestro amigo y paisano Jaime Díaz, aquella impresionante historia (7 jonrones en el estadio "Reinaldo Gutiérrez" -hoy Ramón "Bachaco" Castillo de nuestro barrio R-10), inmediatamente consulté a uno de los protagonistas de aquella hazaña.

Y efectivamente, a través de la novedosa tecnología que nos ofrece las redes sociales, el pana Ildegar Gutiérrez confirmó de manera inmediata, aquel resaltante hecho con un breve escrito enviado a mi cuenta privada de facebook.

Ocurrió un sábado cualquiera del mes de julio de 1980, en un partido de la Liga Juvenil entre dos aguerridos equipos de aquella Cabimas salpicada de muchos talentos deportivos.

En el abarrotado y modesto estadio  "Reinaldo Gutiérrez", "El Pelón" Espinoza bateó cuatro jonrones para su equipo, que para entonces llevaba el nombre del comisionado del Instituto Nacional de Deportes en el otrora municipio Bolívar: Cristóbal Velázquez.

Por el equipo contrario, "Deportivo Amparito", Ildegar Gutiérrez sacó también del estadio tres pelotas y, su víctima, fue el pitcher Ramón Castillo Junior, hijo del siempre recordado ex pelotero amateur y entrenador Ramón "Bachaco" Castillo (+).

Y no contento con aquella explosión de poder, el mismo Gutiérrez en otro encuentro de beisbol celebrado ese mismo sábado, pero correspondiente a la Liga de Beisbol Amateur que se desarrollaba en el estadio "Hugo Albornoz", del contiguo sector El Lucero, se fue de 4-4, con dos dobles, vistiendo la camiseta de su otro equipo en la categoría Clase A, "Simón Ugarte" contra la novena representante de "Norvis Molero".

Y nuestro amigo Jaime Díaz fue testigo de aquella hazaña, que para entonces proyectaban como peloteros juveniles fuera de serie, tanto a Ildegar Gutiérrez como Wilfredo Espinoza.

De los tres nombrados peloteros, sólo el pitcher  Castillo y "El Pelon" Espinoza fueron chequeados y posteriormente firmados por los equipos Magallanes y Tiburones de La Guaira, aunque no pudieron cristalizar sus sueños, el primero, por aducir que su religión no le permitia jugar béisbol profesional y, el segundo, a consecuencia de un lamentable accidente doméstico que le impidió establecerse con el equipo litoralense, en aquella recordada temporada cuando Oswaldo Guillén fue firmado en 1981.

A pesar de las lesiones, "El Pelón" Espinoza, ahora utilizado como lanzador, fue seleccionado para participar en representación de nuestro pais, en el torneo de béisbol de los Juegos Panamericanos celebrados en Caracas en 1983, cuando el equipo de Estados Unidos, trajo entre otras figuras, al futuro jonronero grande liga Mark McGuire, de quién también, muchos amigos y seguidores de aquel béisbol amateur de Cabimas, especularon con vehemencia, haberle conectado un soberbio cuadrangular a Espinoza, versión que desde entonces ha venido rechazando el propio "Pelón": 

"Están muy bien pelaos; ese jonrón no me lo dieron a mi..."

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