Andrés Giménez la volvió a botar
El barquisimetano acumula un gran palmarés en tres partidos, promedio de .273 con cuatro remolcadas y tres anotadas y par de bambinazos.
El barquisimetano acumula un gran palmarés en tres partidos, promedio de .273 con cuatro remolcadas y tres anotadas y par de bambinazos.
El segunda base criollo como protagonista, castigó al japonés Yoshimobu Yamamoto, quien en cuenta favorable de 2-1, y bastante equivocado creyó amarrar a Gleyber con una bola pegada, pero el venezolano supo descifrarla moviendo rápido sus manos y de esa manera la mandó de línea muy lejos al graderío.
Suárez estuvo implacable con la estaca y volvió a jonronear para acumular tres y amanecer como líder en las Grandes Ligas. Además, lleva cuatro impulsadas y es el venezolano más productivo hasta ahora.
Inició caliente Santander y alineando como tercero al bate, conectó par de imparables en cuatro visitas al plato con anotada frente a los Orioles de Baltimoe.
En el tercer capítulo con uno abordo en la intermedia, el criollo castigó el primer envío y conectó una línea por el jardín izquierdo, lo suficientemente lejos para anclarse en segunda base. De esa manera impulsó la primera anotación de los Rockies con su primer doble de la campaña.
Entró a laborar en el noveno, el cual cubrió sin mayores problemas, pues sólo otorgó un boleto pero pasó por la guillotina a dos contrarios.
En un episodio de labor, al diestro venezolano le conectaron un imparable, concedió un boleto y guillotinó a uno.
No paró de batear en el Spring Trainning, donde fue el venezolano con más imparables, pero como reza el dicho: al mejor cazador se le va la liebre… Chourio no vio luz, ni siquiera pudo conectar un foul durante la derrota de los Cerveceros de Milwaukee por 4 a 2 frente a los Yankees de Nueva York, en el Yankee Stadium. Al final, se adjudicó el récord negativo de cinco guillotinadas.
El venezolano se fue de 4-1, cuadrangular con anotada y tres remolcadas, siendo el hombre clutch del encuentro.
El criollo mostró todo el poder con el madero al irse de 4-1 con cuadrangular y par de carreras impulsadas, aportando enormemente con la causa de los patiblancos que se cristalizó en la primera victoria de temporada.
Zack Wheleer había impuesto su dictadura, no le permitía nada a la ofensiva de los Nacionales de Washington, pero se le acabó la guachafita en el quinto episodio cuando emergió el criollo al que no pudo vencer, pese a lanzarle doce pelotas, y Keibert lo castigó y se la mandó muy lejos a las gradas.