Intentos de Magnicidio, golpes de estado, guarimbas, ¿y qué?..

"Buen día, camaritas", se le oyó decir a Anacleto al llegar y acomodarse en una silla. Traía ese aire de quien conoce, y desea compartir verdades incómodas. Colocó su taza de café sobre la mesa, al lado de un montón de recortes de periódicos, y dio  inicio a su charla. "Hoy hablaremos de un tema que duele, camaritas. Un tema que nos lleva a preguntarnos: ¿hasta dónde estamos dispuestos a llegar como sociedad? Sí, hoy hablaremos de los intentos de magnicidio, golpes de Estado, guarimbas y todas esas sombras que han intentado ensombrecer nuestra tierra. Pero no se equivoquen, esto no es sólo una historia de traición y violencia. Es también una historia de resistencia, de lealtad y de esperanza. Una historia que nos obliga a reflexionar sobre quiénes somos y hacia dónde vamos." Hizo una pausa, encendió un cigarrillo, exhaló el humo lentamente y continuó: "Las últimas revelaciones de Diosdado Cabello y del Presidente Nicolás Maduro, nuestro Nico, han dejado al descubierto un sinfín de planes desestabilizadores. Desde intentos de magnicidio hasta guarimbas financiadas por la USAID a través de la Loca, todo con un solo objetivo: cambiar al gobierno, así fuese necesario bañar de sangre la tierra que nos vio nacer. Pero, camaritas, aquí hay algo que no cuadra. ¿Cómo es posible que, a pesar de tanto dinero, $3.200 millones según el catire Trump y el Departamento del Tesoro de EEUU, apoyo internacional y tanto odio, todos estos planes hayan fracasado? La respuesta es simple: porque el pueblo venezolano no es tonto. Porque hay una comunidad que, más allá de las diferencias políticas, quiere vivir en paz y sin sobresaltos. Y porque, al final del día, la lealtad a la patria es más fuerte que cualquier traición." Anacleto hizo otra pausa, esta vez para tomar un sorbo de café, y luego continuó con su tono reflexivo: "Pero no nos equivoquemos, camaritas. Esto no es sólo una lucha contra la Loca y sus comanditos. Es también una lucha contra la mentira, contra la manipulación y contra la idea de que ser oposición significa ser ficha de un juego sucio y traicionero. Porque hay otra oposición, una verdadera, que se prepara para los próximos comicios regionales y que cree en la democracia, no en la violencia. Mientras tanto, la Loca sigue con sus llamados a la abstención, tratando de vender la idea de que ganó un proceso en el que ni siquiera participó. ¿No les parece irónico? ¿No les parece triste? Esta no es una historia ordinaria, camaritas. Aquí no hay héroes perfectos ni villanos de cartón. Aquí hay traición y lealtad, esperanza y oscuridad, sangre y lágrimas. Pero también hay algo más: hay resistencia. Porque, a pesar de todos los planes traicioneros, a pesar de todo el veneno que han intentado inyectar en nuestra sociedad, el pueblo venezolano sigue en pie. Y eso, camaritas, es lo que realmente importa." Hizo una pausa dramática, como si estuviera esperando a que sus palabras hicieran efecto, y luego continuó: "Cada palabra, cada frase, cada gota de lágrima es un reflejo de nuestro compromiso con esta tierra y la historia, la resistencia y la esperanza de nuestra nación. Estamos felices y orgullosos de recorrer este camino junto a ustedes. Sus valiosos comentarios, su apoyo y su lucha son una fuente de inspiración para nosotros y ayudarán a que esta epopeya se exalte aún más. Este viaje no se limita sólo a la victoria de Nico y la revolución, sino también al amor, el patriotismo y la lucha por la justicia. Con su apoyo y sincero interés, haremos que esta epopeya sea más grande y más profunda cada día. Creemos que juntos protegeremos nuestra historia, revelando nuestros corazones, esperanzas y fe. Sigan adelante en este viaje, porque cada uno de ustedes tiene un lugar en el rincón más especial de nuestros corazones. Esta lucha estaría incompleta sin ustedes; su presencia hace más significativa esta epopeya. Les agradecemos desde el fondo de nuestro corazón, les ofrecemos nuestro amor y respeto, y seguiremos escribiendo esta epopeya juntos."  Apagó su cigarrillo, sonrió con esa mezcla de cinismo y sabiduría que lo caracteriza, y dijo: "Hasta la próxima, camaritas. Y recuerden: en esta lucha, no estamos solos. Estamos juntos, y juntos venceremos."

Hablemos claro. Los intentos de magnicidio no son cosa de películas; son planes reales, cobardes y desesperados. ¿Recuerdan el ataque con drones en el 2018? Unos artefactos cargados de explosivos que no llegaron a su destino, gracias a la vigilancia y la inteligencia de nuestro gobierno. Ese día, no sólo se intentó acabar con la vida de Nico y todo su gabinete, sino también con la estabilidad de todo el país. ¿Y saben quiénes estaban detrás del plan? Entre otros, Juan Requesens, quien desde la cárcel ha confesado su participación, y Osman Delgado, un exmilitar venezolano que huyó a Colombia después del fracaso. Ese intento, como otros, quedó en el basurero de la historia, donde pertenece. La “oposición”, tanto dentro como fuera del país, trató de banalizar el hecho alegando que “son inventos Maduro para endurecer la represión”. Pero ese no fue el único intento. Lo que pasa es que los demás también fueron neutralizados sin mucho aspaviento. Nicolás no se iba a dejar asesinar para demostrar la verdad de la conjura. Uribe, Duque, y su dinero del narcotráfico, los financiaban.

Luego están los golpes de Estado. Esos planes grandilocuentes que siempre terminan en ridículo. ¿Recuerdan la operación Gedeón en el 2020? Un grupo de mercenarios, financiados desde el extranjero, que pretendían invadir Venezuela por mar. Jordan Goudreau, exmilitar estadounidense, y Clíver Alcalá, general venezolano retirado, fueron los cerebros de esta operación fallida, contratada por Guaidó. Pero, ¿qué pasó? Fueron detenidos un par de gringos y sus acompañantes antes de siquiera tocar tierra, por pescadores venezolanos junto a policías municipales. ¿Rambos o pendejos que pensaban que su misión iba a ser un paseo? ¿No les parece patético? Estos golpes son patrocinados por quienes creen que con dinero pueden comprar la lealtad de un pueblo. Pero aquí, la lealtad no se vende; se gana. Goudreau apareció en una entrevista, en días pasados, cobrándole a Guaidó el dinero acordado en el contrato que firmaron, ya que en él no había “garantía del éxito”. Por cierto, señaló entre otros a Lester Toledo de haber sido participante activo de la conjura. ¡O sea!

Las guarimbas: otro capítulo oscuro de esta historia. En el 2017, calles enteras fueron convertidas en campos de batalla, no por el pueblo, sino por un grupito, en su mayoría menores de edad reclutados en la calle y financiados desde el extranjero. Lester Toledo, María Machado, Guevara y el pelanalgas de Guaidó fueron algunos nombres que resonaron en esos días, promoviendo la violencia desde las sombras. ¿Y saben qué? Esas guarimbas no trajeron libertad ni progreso; trajeron muerte, destrucción y dolor. Familias enteras sufrieron, negocios quedaron en ruinas, y todo para qué… ¿Para que unos cuantos pudieran tomarse fotos con banderas y pedir más dinero? Eso no es lucha, es traición disfrazada de rebeldía. Fallaron en su objetivo de tumbar al gobierno. ¿Y cómo olvidar el saqueo?... ya que mientras se hablaba de lucha y resistencia, algunos se dedicaban a robar. Monómeros, CITGO, y otros activos venezolanos en el exterior fueron saqueados por quienes juraban “defender al pueblo”. ¿Les suena Carlos Vecchio, “embajador” en EEUU,entre los nombres del desfalco?

Eso no es oposición, eso es delincuencia de cuello blanco. ¿No les parece que todo esto huele a desesperación y fracaso? Lo más importante no son sus fracasos, sino nuestra resistencia. Porque cada intento fallido, cada guarimba desmantelada, cada golpe frustrado, es una victoria del pueblo venezolano. Es una muestra de que aquí no nos rendimos, de que aquí no nos compran, de que aquí no nos callan. Y eso es lo que realmente importa. Porque mientras ellos planeaban en Miami o Bogotá, nosotros estábamos aquí, en las calles, en los barrios, defendiendo lo nuestro. Y eso no tiene precio. Por eso, continuamos de victoria en victoria.Porque aquí no nos rendimos. Aquí, luchamos. Aquí, juntos, ganamos.