El que se mete con Venezuela se seca
“Cuando vendes indignación a granel, terminas almacenado en el desagüe del periodismo.” ANACLETO

Luis Semprún Jurado
El día amaneció con nubarrones densos, presagiando una lluvia que no pedía permiso. Desde la ventana del café, Anacleto observaba el exterior. El tráfico, lento como un río de alquitrán, insinuaba retrasos y frustraciones. «Ni el coronel retirado, ni el del sindicato, ni siquiera los estudiantes de la universidad han llegado», murmuró con complicidad. «Voy a empezar con los que están aquí… esperar a los ausentes es jugar con la incertidumbre. ¡Qué día, válgame Dios!» Se levantó, alzó la voz y arrancó: «En el teatro de la política venezolana, el karma no es filosofía oriental: es un bumerán con patria. Desde tiempos inmemoriales, o al menos desde que el petróleo dejó de ser nuestro salvavidas, quienes jugaron a desestabilizar el país terminaron pagando su entrada con intereses. ¿Casualidad? Newton diría: ‘A toda acción le sigue una reacción’... y nosotros añadimos: ‘A toda traición, su propio entierro político’. La Sayona “chévere” pasará a la historia... no por su liderazgo, sino por su habilidad para vender miseria como si fuera glamour. Y el pueblo, mientras tanto, sigue pagando la cuenta.» Bebió un sorbo de café, lanzó una bocanada de humo y prosiguió: «Esto no es alegría por el mal ajeno, es justicia poética. Como dice el refrán que nunca escribió Mao, pero que cualquier venezolano susurra: ‘El que se mete con Venezuela se seca… y si no, se pudre en el exilio’. El 25 de mayo no fue una elección, sino un examen de conciencia colectiva. Todos los planes para sabotearla colapsaron uno a uno. La captura de mercenarios extranjeros, junto a apátridas criollos, como reveló el ministro Cabello en televisión, condujo a la caída del “Tequeño Cruo”, ya todos saben quién es. El país amaneció sin muertos en las colas para votar, y los profetas del caos con menos seguidores en redes. El karma no perdona, pero tampoco explica.» Hubo una pequeña interrupción porque acababan de llegar el coronel retirado y el del sindicato. Mientras se acomodaban Anacleto se secó el sudor de la frente y retomó el hilo. «La que juró a quienes entraron en la ex Embajada Argentina, que “los sacaría en 72 horas”, ahora habla de una ‘Operación Impecable’ y una ‘puerta de luz’ que solo existió en su imaginación. Una salió días antes, caminando sola, prueba de que no había persecución, y las otras cuatro usaron una escalera prestada por Cabello para saltar una cerca alta. No querían la vergüenza de salir por la puerta principal y enfrentar la pregunta clave: “¿Cómo salieron?” Claro… tras una negociación. Y la madre de la Sayona apareció en un video en el aeropuerto de Maiquetía, con pasaje y pase de abordaje en mano. Ahora todos están lejos de Venezuela, ajenos al olor a gasolina y arepas quemadas que dejaron atrás. Su última hazaña: pedir asilo político con la misma boca que juró no abandonar la lucha. Su socio, desde Madrid, añora regresar tras meses de enfermedades y desilusiones. Ahora entiende lo que cuesta romper acuerdos por satisfacer a su lideresa. El karma, como juez borracho, le cobró la fanfarronería con intereses.» Anacleto cerró su libreta y contempló el techo: «El karma no es rápido, pero sí puntual. Y en Venezuela, ya son las doce. Los del tipo “Tequeño Cruo”, que juró “liberar” a Venezuela desde una oficina en Bogotá, y vendía cursos de “liderazgo” mientras su movimiento se reducía a un grupo de WhatsApp, terminarán como él: secándose tras los barrotes de una celda. El excomisario que pasó de héroe televisivo a “invitado incómodo” en Miami, donde ni las palmeras le dan sombra, enfrenta problemas de residencia. Se seca lentamente. El “presidente interino” que aún firma autógrafos, pero que ya ni los taxistas del Doral reconocen, está siendo investigado por el robo del dinero de la USAID. Tick-tack. La Charlie Pangola, experta en palangre a la carta, que en 2019 arengaba a la gente a "resistir en la calle", hoy enfrenta una posible deportación por el candidato que votó; tiene la mente y el corazón enfermo. El karma le jugó una broma cruel: ahora es ella quien necesita visa humanitaria... y el único asilo que le queda es el psiquiátrico. Castillo es el hombre que en 1989 vendió los sacerdotes jesuitas a los verdugos en El Salvador; es conocido como “el matacuras” y hoy pretende hablar de Derechos Humanos. El karma, aunque lento, es un poeta brillante. Locoldo, el profeta del “éxodo glorioso” que dejó a sus seguidores varados en la frontera... mientras él brindaba con champagne en Madrid, esperará sentado su turno porque parado se va a cansar» Anacleto sonrió y cerró con: «Todos ellos y algunos más le han hecho mucho daño a Venezuela y su gente. Cuando construyes tu carrera sobre escombros morales, no te sorprendas si el karma te cobra la hipoteca.»
Existen ejemplos contundentes de que el karma actúa y de que “el que se mete con Venezuela se seca”. A continuación, mencionaré a algunos presidentes latinoamericanos que lo han experimentado en carne propia. Comenzaré por los integrantes del “Cartel de Lima”: de Alejandro Toledo a Dina Boluarte, la lista de ex-presidentes peruanos parece un catálogo de Interpol con descuento. Cuatro de los últimos seis mandatarios electos desde 1985 han terminado en prisión. Uno se suicidó, y el restante es la propia Boluarte, quien está al borde del abismo. Además, la frase de Pedro Pablo Kuczynski quedó para la historia cuando afirmó: “Latinoamérica es como un perro echado en una alfombra, que no representa ninguna preocupación para EE.UU.”. El Cartel de Lima demostró que fue impulsado por EE.UU. y Donald Trump después de que un grupo de países fracasara en activar la Carta Democrática Interamericana en la Organización de Estados Americanos (OEA), invocando una supuesta ruptura del orden constitucional en Venezuela. En Costa Rica, tanto Óscar Arias (un cuestionado Premio Nobel de la Paz en 1987) como Laura Chinchilla enfrentaron procesos judiciales por corrupción.
Panamá: Ricardo Martinelli: desde "Escuchas ilegales" a "Lavado de dinero", terminó condenado a 10 años; Juan Carlos Varela: Recibió USD 10 millones de Odebrecht, pero hoy vive en Miami con dinero "ahorrado" (y una orden de captura pendiente); Colombia: Álvaro Uribe: investigado por parapolítica y manipulación de testigos. ¿Cuántos testigos claves del caso ‘Don Varito’ han sido ‘desaparecidos’? Iván Duque: Vinculado a los Papeles de Pandora, protegido por el ‘establishment’. Andrés Pastrana: Su "diplomacia" con las FARC incluyó USD 1 millón en pagos oscuros. Ahora son zombies políticos. Honduras: El narcoexpresidente Juan O. Hernández (JOH): Detenido en 2022, extraditado a EE.UU. y condenado en 2024 a cadena perpetua + 30 años por narcotráfico y tráfico de armas. Su hermano Tony ya cumple cadena perpetua por los mismos cargos. ¡Qué raro! Guatemala: Alejandro Giammattei: Prófugo por desvío de vacunas COVID, sobornos en la construcción de cárceles y el "Pacto de Corruptos". Se esconde en Nicaragua.
Chile: Sebastián Piñera (†): Apareció en los Papeles de Pandora por la venta irregular de la minera Dominga, archivada tras su muerte. Gabriel Boric: Investigado por malversación de fondos destinados a víctimas mexicanas. Canadá: Justin Trudeau, Primer Ministro desde 2015, otorgó contratos estatales a una ONG vinculada a su familia (Caso "WE Charity" 2020); usó la Ley de Emergencias contra camioneros antivacunas y fue investigado por abuso de poder. Paraguay: Mario Abdo Benítez: Vinculado al Clan Rotela (narcotráfico). Escándalo "Vacunas VIP" (2021). Horacio Cartes: Acusado por EEUU (2023) de lavar USD 1.200 millones (narcotráfico y Hezbollah). Su aerolínea Amaszonas transportaba cocaína. Fue sancionado por EEUU, pero sigue libre en Paraguay. Brasil: Jair Bolsonaro: Contrabandeó USD 3 millones en relojes y diamantes de Arabia Saudita, alteró registros de vacunación COVID, fue inhabilitado hasta 2030, y tras perder las elecciones intentó un autogolpe (2022). Su Investigación está activa. Michel Temer: de vice de Dilma a derrocarla, luego arrestado por corrupción. Recibió USD 1.5 millones en maletas de empresarios (Caso Lava Jato).
España: Mariano Rajoy: Condenado por financiamiento ilegal de su partido (PP) (Caso Gürtel). La ironía es que mientras su partido pagaba multas, él daba conferencias sobre "ética pública". Felipe González: Ex-presidente que financió escuadrones de la muerte contra ETA (Caso GAL). Nunca fue juzgado. Puedo seguir hablando de personajes hoy “políticamente secos”, con un patrón común: delincuentes de cuello blanco, como Lenin Moreno (Ecuador, 2017-2021) cuyo discurso de "lucha contra la corrupción" quedó enterrado bajo transferencias bancarias. Los Papeles INA mostraron USD 19 millones en sus cuentas offshore (Panamá), mientras recortaba pensiones en Ecuador. Hoy asilado en Paraguay, enseña "ética pública" (sic) en universidades de dudoso prestigio; como Ileana Ros-Lehtinen, ex-congresista en EEUU, la doble moral con acento cubano, anti-castrista en el Congreso, pero su marido (Dexter) tenía contratos millonarios en Cuba bajo Obama. Ahora es lobista para dictaduras (incluida Arabia Saudita) en MCD Global Strategies.
De la cipaya criolla podemos destacar: La "Dama de la Guarimba" mejor conocida como La Loca y La Sayona. Sí… aquella que financió protestas creativas con adolescentes, ahora vende “La Operación Guacharaca” como éxito novelero. Su lema: "Supera tus crisis como yo superé mi inhabilitación". El karma, sabio alquimista, convirtió su oro de “lideresa heroica” en centavos de dólar. Ya no engaña a nadie. El “Filosofo del Zulia”, que en el pasado se copió “Las Misiones Socialistas Bolivarianas” del Gigante Chávez, repite su guión de siempre: "El socialismo no funciona", pero perdió la Gobernación del Zulia ante un “Socialista”. El karma le dio una lección que ni en Harvard enseñan: la coherencia no es “Tema de tendencia”. Podría nombrar a la mayoría de los otrora “líderes y lideresas de la oposición criolla” que han pedido sanciones, bloqueos y hasta invasiones militares contra Venezuela, pero que TODO les ha salido mal. La malinche no paga. El “fugitivo chévere” no informa: narra historias sobre cárceles llenas, que nadie le cree y escribe mentiras que no dicen nada.
Desde Ottawa hasta Buenos Aires, el mapa político latinoamericano parece una galería de delincuentes con inmunidad temporal. Mientras algunos mueren impunes (Piñera), otros escriben sus memorias en prisión (JOH), y los más astutos venden consultorías desde Miami (Cartes). Los del patio, esos ni hablar de como sus campaña apátridas nos han perjudicado. La justicia sigue siendo un club VIP donde pocos pagan entrada. La ironía es que estos personajes, que vivieron de sus Estados o los saquearon, violando las leyes que juraron cumplir y hacer cumplir, han agraviado a nuestra patria y quieren autoerigirse como jueces y verdugos. Creen que el dinero compra impunidad... hasta que el karma les pasa factura. Mientras Venezuela resiste embates externos (932 sanciones ilegales no son poca cosa), estos se han ido, y se seguirán secando, como prueba de que la corrupción no tiene ideología: es el último refugio de los fracasados. Quisieron ser nuestros verdugos, pero hoy son fantasmas en pasillos diplomáticos... con el olor a podredumbre que ya no pueden ocultar. Ya el mundo los conoce por lo que son: delincuentes de cuello blanco que piensan que aún pueden comprar su salida del pozo nauseabundo en el que se encuentran.
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