Los Tres Pilares: Las condiciones necesarias y suficientes para el cambio
La terapia centrada en la persona invierte la jerarquía tradicional. No es la técnica la que cura, sino el encuentro humano auténtico. Al proveer las tres condiciones —ser genuino, aceptar sin juzgar y escuchar empáticamente—, el terapeuta crea el único ambiente en el que la Tendencia Actualizante de Sofía se siente libre para operar. La belleza de este enfoque radica en su sencillez: la solución no está en el terapeuta, sino en el cliente. En el próximo y último artículo, exploraremos qué ocurre con el cliente una vez que ha vivido en este ambiente nutritivo, y cómo pasa de la incongruencia a la persona plenamente funcional, liberando su verdadero ser.
Psicólogo George Taborda (Humanismo de Rogers, segunda entrega)
La Experiencia Liberadora de la Aceptación
Retomemos a Sofía, la joven que, en nuestro artículo anterior, creía que la solución a su estancamiento residía en el consejo externo. Sofía finalmente se atreve a iniciar terapia, pero se encuentra con un escenario inesperado.En lugar de un terapeuta que la evalúa, la diagnostica o le dice qué hacer, encuentra a alguien que simplemente la escucha con una intensidad y una ausencia de juicio totales. Cuando Sofía confiesa un miedo o una decisión que la avergüenza, el terapeuta no levanta una ceja; solo asiente y le pregunta: "¿Y qué sientes al compartir eso?";. Por primera vez, Sofía experimenta un ambiente en el que no tiene que usar una máscara. Se sorprende porque la persona frente a ella acepta la totalidad de su ser.
Esta experiencia de aceptación incondicional es el corazón de la Terapia Centrada en la Persona (TCP). Carl Rogers identificó que la curación y el crecimiento no provienen de técnicas sofisticadas ni de interpretaciones profundas, sino de la calidad de la relación humana entre el terapeuta y el cliente. Para Rogers, existen tres condiciones relacionales necesarias y suficientes para que el potencial de crecimiento (Tendencia Actualizante) del cliente se libere.
El Clima Terapéutico: Las Tres Condiciones
Las tres condiciones actúan como los nutrientes esenciales (tierra, agua, luz) que permiten que la "semilla" (el potencial del cliente) se desarrolle.
1. Congruencia (Autenticidad)
La congruencia implica que el terapeuta es genuino, auténtico y transparente en la relación.
● Descripción: El terapeuta no utiliza una fachada profesional ni oculta sus sentimientos cuando son relevantes para la relación. El terapeuta es honesto en el momento presente de la interacción.
● Propósito: Este pilar modela la honestidad y la integridad para el cliente. Al ver que el terapeuta puede ser real, Sofía aprende que ser auténtica no es peligroso y comienza a bajar sus propias defensas.
2. Consideración Positiva Incondicional (Aceptación)
Este pilar es quizás el más famoso de Rogers y se refiere a la aceptación cálida y
total por parte del cliente.
● Descripción: El terapeuta valora al cliente como una persona de valor intrínseco, sin imponer condiciones ni juicios sobre sus sentimientos, comportamientos o defectos. La aceptación es incondicional.
● Propósito: Crea un clima de seguridad único. Sofía, que creció sintiendo que solo era digna de amor si cumplía ciertas "condiciones de valor" (ser exitosa, ser amable, no tener ira), finalmente se siente vista y aceptada tal como es. Esto permite que la Tendencia Actualizante del cliente se sienta lo suficientemente segura como para emerger y mostrar sus lados "oscuros" para sanar.
3. Comprensión Empática (Escucha Activa)
La comprensión empática es el esfuerzo activo del terapeuta por comprender el mundo interno del cliente desde su propio marco de referencia y comunicarle esa comprensión.
● Descripción: El terapeuta no solo escucha las palabras, sino también el sentimiento y el significado profundo de la experiencia del cliente (lo que los griegos llamaban pathos). Luego, refleja esa comprensión para que el cliente se sienta profundamente comprendido.
● Propósito: Cuando Sofía escucha al terapeuta reflejar con precisión su sentimiento más profundo, se siente validada y, lo más importante, aprende a escucharse a sí misma con precisión y sin juicio. Esto aclara su propia
experiencia y la dirige hacia la solución.
Conclusiones: La Relación como Motor Curativo
La terapia centrada en la persona invierte la jerarquía tradicional. No es la técnica la que cura, sino el encuentro humano auténtico. Al proveer las tres condiciones —ser genuino, aceptar sin juzgar y escuchar empáticamente—, el terapeuta crea el único ambiente en el que la Tendencia Actualizante de Sofía se siente libre para operar.
La belleza de este enfoque radica en su sencillez: la solución no está en el terapeuta, sino en el cliente. En el próximo y último artículo, exploraremos qué ocurre con el cliente una vez que ha vivido en este ambiente nutritivo, y cómo pasa de la incongruencia a la persona plenamente funcional, liberando su verdadero ser.
Referencias Bibliográficas
● Rogers, C. R. (1957). The necessary and sufficient conditions of therapeutic personality change. Journal of Consulting Psychology, 21(2), 95–103.
● Rogers, C. R. (1961). On Becoming a Person: A Therapist's View of Psychotherapy. Houghton Mifflin.
● Corey, G. (2013). Theory and Practice of Counseling and Psychotherapy (9th ed.) Brooks/Cole, Cengage Learning.
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