Asumimos el gran reto de reconstruir a Maracaibo

Gian Carlo Di Martino

Gratitud es la primera palabra que puedo expresar una y otra vez.
Primero que todo, demos gracias a nuestro Padre Celestial, por la hermosa y pacífica jornada democrática que ha vivido Venezuela y particularmente, Maracaibo. 

Gracias, Presidente Nicolás Maduro, por esta oportunidad que me ha dado, de regresar y asumir las riendas de la Alcaldía de Maracaibo. Mi reconocimiento al Gobierno Bolivariano, a las autoridades nacionales y regionales del PSUV, a su militancia, mi abrazo y gratitud perennes. Igualmente, mis felicitaciones al CNE y al Plan República por el impecable operativo electoral.

Hoy, la decisión del pueblo marabino nos honra con su confianza, nos brinda la oportunidad de volver a trabajar por nuestra amada ciudad, que nos necesita con todo el compromiso, la fuerza y la experiencia que tengamos para devolverla al sitial de dignidad, de felicidad que se merece. 

Por esta tarea que hoy asumo, por este privilegio, doy gracias desde lo más profundo de mi corazón, a Dios, a nuestra Madre María de Chiquinquirá, y les pido que nos iluminen para alcanzar las metas que el amor por la vida y el servicio nos ponen por delante.

Mi gratitud infinita, a las maracaiberas, a los maracaiberos, por cuya voluntad asumo desde mañana el trabajo por el reimpulso de esta ciudad que nos vio nacer a muchos, y que es hogar para todos. Mi agradecimiento también para los jóvenes y mis felicitaciones, por su incorporación a través del Poder Comunal a la gestión de proyectos, que fueron igualmente protagonistas en estas elecciones. 

Los miles de votos se convierten, para mí, en un sacramento de la vida cotidiana como funcionario público. La aprobación de la oferta de gobierno municipal, expresada en las urnas, se convierte en un mandato de servicio día y noche, sin sectarismos, sin exclusiones, con una fe absoluta en el poder transformador del amor, para hacer evolucionar a nuestras sociedades hacia un mundo mejor.

Ha sido una intensa y breve campaña la que ha precedido a este día de definiciones, y en ella, nos hemos reencontrado quienes creemos en el bien común, en la búsqueda de la justicia, del progreso, de la solidaridad, en los poderes creadores del pueblo.

Nos hemos unido en la respuesta necesaria a las urgencias de salud, de vivienda, de estudios, de futuro para las nuevas generaciones; hemos compartido con los y las deportistas sus anhelos y proyecciones; con los amantes de la cultura e identidad, sus visiones de ciudad y sus realidades; con los protectores de la vida animal, con los ambientalistas, sus anhelos; con los empresarios, emprendedores, con gente de la industria y el comercio, los proyectos de Maracaibo como ciudad pionera y próspera. 

Compartimos la negativa a resignarse a ver las calles llenas de basura y el motor económico abandonado. Esos días quedaron atrás, y nos estrenamos con un capítulo de historia, cuando por primera vez estamos alineados ante un horizonte de soberanía y felicidad los cuatro niveles de gobierno en el Zulia, con la incorporación protagónica del Poder Comunal.

Desde mi esencia y convicción ciudadana, desde el seno de mi familia, que ha estado fortaleciéndome y acompañándome con su amor incondicional, sé que vamos a cumplirle al pueblo y al Comandante Hugo Chávez. Con el apoyo del Presidente Nicolás Maduro, del hermano gobernador Luis Caldera, vamos a cumplirle a Simón Bolívar, a Rafael Urdaneta, a los precursores de esta ciudad puerto, a la gente que vuelve a confiar en nosotros; a Dios, al devenir, para que podamos decir con orgullo que “la gente de Maracaibo tiene una historia bonita”, como cantaba Alí Primera, y que volveremos a ser la Primera Ciudad de Venezuela.

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