Hubo un periodista que no quería marcharse; quería seguir contando historias
A propósito de los 5 años de la partida física del colega periodista larense Rafael Santander Garrido, primo hermano del célebre humorista y también periodista portugueseño Manuel Jesús Graterol Santander "Graterolacho"
Buenos Aires (Dimas J. Medina) La última vez que vi a amigo y colega Rafael Santander Garrido, fue en diciembre de 2020, una semana antes de que cayera sorpresivamente en crítico estado de salud, para finalmente ser derrotado por el terrible Coronavirus, que tanto estragos hizo en la humanidad para aquellos días.
Caminaba junto con su esposa por la avenida Olímpica de Barinas y regresaba a su residencia, ubicada en un modesto y privado conjunto residencial ubicado frente a la avenida “Agustín Codazzi”.
Era sábado como las 10 de la mañana y tras su personalísimo saludo “Poeta, cómo está la vaina”, nos recordó luego el mensaje que un día antes habíamos compartido vía telefónica.
“Tenemos que ponernos en unas hallacas y en un pan de jamón, poeta”, nos recordada al referirse a un mensaje navideño que estaba preparándole para la radio, a un común amigo dirigente político.
“La vaina está jodida, poeta, pero eso no implica que debamos claudicar”, insistía cada vez que nos veíamos en cualquier lugar de nuestra ciudad o cuando nos visitaba al departamento de prensa de la emisora Impacto 107.1 FM de Barinas.
Y tan fresca en nuestra memoria mantengo aquel último encuentro, que a finales de noviembre, en su última visita dispensada a la radio, nos recordó con mucha vehemencia histórica, la última vez que no se celebró la Feria de La Chinita. Ocurrió en 1918.
“Haz un comentario en tu programa de gaita”, nos propuso en presencia del colega Amable García.
Con su aguda percepción, típica de los cronistas, “El Poeta” se soltó hablar sobre aquel terrible año cuando llegó la peste española a Venezuela.
“Mira poeta, esa vaina fue terrible. Aquella peste, parecida a este cretino virus chino, llegó por La Guaira en un barco procedente de España, en octubre de 1918”
En ese momento, paralicé la redacción del noticiero para concentrarme en su explicación, ya que hubo un dato interesante de aquel hiperquinético Santander, que decidí incluirlo en la edición de las noticias de aquel día:
-El 18 de octubre de 1912 se reportaron los primeros casos de la peste española en Caracas, pero después la vaina se expandió por varios estados, entre ellos, por tu Zulia querido, donde por primera vez en los últimos 100 años, no se realizó la tradicional feria de La Chinita.
En el momento en que hacía referencia a la cantidad de más de 800 muertos en el estado Zulia, entre finales de octubre y durante los siguientes meses de noviembre y diciembre, para una población mayormente rural y con menos de 100 mil habitantes, Santander resaltó, no obstante, que gracias a un científico venezolano llamado Luis Razetti, Venezuela detuvo aquella vieja peste.
Toda aquella información la incluí a manera de una breve crónica, en la edición de nuestro Noticiero Impacto, en el mediodía de aquellos finales día de noviembre de 2020.
Algo parecido nos ocurrió en la redacción del diario La Prensa de Barinas a principio de junio de 2016, a propósito de la muerte del célebre boxeador estadounidense Muhammad Alí:
-Mira poeta, usted sabe cómo se llama el boxeador venezolano que peleó con Cassiu Clay en los Juegos Olímpicos de Roma de 1960?
-Coño poeta, ahí sí es verdad, que usted me raspó, le respondí
-Bueno, anote este nombre y móntese ya, en una de esas crónicas que usted le encanta escribir.
Y así ocurrió. Le dediqué casi dos cuartillas al boxeador Fidel Odreman, aquel desconocido venezolano que enfrentó a quien se convertiría después, en el campeón de los pesos pesados en las Olimpíadas de Italia de 1960 y, posteriormente se erigió en una leyenda del deporte mundial.
Aquel boxeador, que para entonces residía en el estado Miranda y laboró como portero en el Estadio Brígido Iriarte de Caracas, fue entrevistado en 1980 por el propio Santander Garrido para una edición especial del diario El Nacional.
-Poeta, ese boxeador todavía está vivo, así como estamos nosotros, que queremos seguir contando historias...
Y con aquel recuerdo, rescatamos una simpática conversación, de la que fuimos testigos el hoy desaparecido colega Germán Aranguren Zuleta y este servidor, entre el hombre de la televisión venezolana, Gilberto Correa y el propio Rafael Santander Garrido en el restaurant del Club Italo de Barinas, donde una mañana de septiembre de 1993, previo a la presentación del maratónico programa de multitudes "Sábado Sensacional" en el estadio de béisbol "Cuatricentenario", "El Poeta" Santander le recordó al animador zuliano que su primo "Graterolacho" no era nativo de Barinas, sino del vecino Portuguesa.
¡Gracias, poeta, por tanta información y por ese afán de mantenernos vivo, con tus ocurrentes y entusiastas crónicas!
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