Julio Barazarte tiene 58 años en play
Periodista y abogado, sin dilemas. Periodista por pasión. Abogado como complemento porque en su dilatada carrera se ha preocupado por los aspectos de la legislación deportiva, incluso con aportes para la primera Ley del Deporte, ya derogada, y fungió como colaborador de la reglamentación del Salón de la Fama del deporte nacional, de varias federaciones deportivas, de la UCV y del Círculo de Periodistas Deportivos. Ha andado entre ambas profesiones, que para él “una complementa a la otra”.El veterano redactor y abogado,a sus 83 años, sigue dando ejemplo y aportando ideas a las nuevas generaciones
Luis Carlucho Martín
Hablar de periodismo deportivo, al menos en Venezuela y quizás en muchos sitios, necesariamente lleva a pasearse por la longeva, interesante y productiva carrera de Julio Barazarte, quien ahorita, en agosto de este año, cumple 58 años de servicio con la convicción de un realizador de sueños, de ética y de mucho oficio.
En la actualidad ejerce su pasión desde las páginas deportivas de Ciudad Ccs, del cual es miembro fundador.
Qué privilegio para este novel periódico contar con esta caja andante de conocimientos, que comparte a diestra y siniestra, sin ápices de personalismo, ni mucho menos protagonismo.
Sus bodas de oro con el periodismo deportivo, ya pasadas, llevan a sus lectores a un recorrido por El Nacional, El Mundo, El Universal; a sus oyentes por Radio Rumbos, Radio Continente y Radiovisión.
También estuvo un rato en RCTV y en VTV durante los Juegos Panamericanos de Caracas 83. Además, fue jefe de prensa de los Juegos Nacionales de Yaracuy 97.
Su sentido del humor contrasta con su rostro bronco que inspira respeto y crea barrera, que de inmediato rompe con su bonhomía y espíritu de compañerismo.
Periodista y abogado, sin dilemas. Periodista por pasión. Abogado como complemento porque en su dilatada carrera se ha preocupado por los aspectos de la legislación deportiva, incluso con aportes para la primera Ley del Deporte, ya derogada, y fungió como colaborador de la reglamentación del Salón de la Fama del deporte nacional, de varias federaciones deportivas, de la UCV y del Círculo de Periodistas Deportivos.
Ha andado entre ambas profesiones, que para él “una complementa a la otra”.
Hijo de Ana Victoria Herrera y de José Leopoldo Barazarte Durán, quien por compromiso con la izquierda de los años 60 sumió a la familia en un desarrollo errante por todo el país. Por eso, aunque Julio nació en Caracas --el 19 de junio de 1942--, estudió primaria en Boconó, Trujillo; San Juan de Payara, Apure y terminó en Guatire, Miranda.
Creció influido por la filosofía de la inclusión e igualdad, creyente de la producción como modo de subsistencia, con obreros y campesinos bien formados y comprometidos con el desarrollo integral del aparato productivo del país.
Aquellos inicios
Por herencia, por interés y convicción, es un estudioso del materialismo dialéctico y del histórico, de la historia y del marxismo. Y desde la creación del MIR, en sus días juveniles –allá en Guatire–, se identifica con la izquierda.
Egresó en Ciencias, del aguerrido liceo Andrés Bello, donde presidió el centro de estudiantes, pero quería estudiar periodismo y era menester estudiar humanidades, por lo que --caso curioso--, se reinscribió en el Juan Vicente González y se graduó dos años más tarde.
Cursó sus estudios en la Escuela de Periodismo de la UCV, donde se graduó y dejó la puerta abierta para, años más tarde, ingresar a la Escuela de Derecho y recibirse como abogado.
Su primer trabajo como periodista se recoge en la “Página de la Juventud”, que editaba El Nacional, donde debutó junto a Argenis Martínez, Luis Alberto Crespo y Álvaro Benavides.
“Eran los días de la máquina de escribir, del lápiz y la libreta. Cero grabador”, confiesa sonriendo.
Luego, fue recomendado por su amigo Rodolfo Serrada, conocido en los predios de la tauromaquia como “Positivo”, para hacer unas vacaciones, y bajo la tutela de Rafael “CC” Mujica, comenzó en la redacción deportiva del diario El Mundo, en agosto de 1967.
De eso hace 58 años. Qué rápido se dice, se escribe y se lee, pero qué experiencia le ha dado su transitar.
De esos días recuerda que el colega Ricardo Matheus lo invitó a cubrir una pauta de sucesos. “Yo me animé. Había explotado una bomba en la plaza Capuchinos. Me fui al evento, pero al llegar allí me reafirmé que mi gusto y mi nota era y es el periodismo deportivo”.
Siempre pionero
Comenzó su andar sobra las duras teclas de una Remington, Olympia o Gestetner, siempre bien trajeado, aunque el trabajo de campo fuese en estadios, gimnasios y sitios al aire libre. “Nos acostumbraron a vestirnos bien. Era una norma”, dice.
Como no existía aun el Colegio Nacional de Periodistas la actividad se regía por la desaparecida Asociación Venezolana de Periodistas, AVP.
En los años 80, por iniciativa de un grupo liderado por Abelardo Raidi, se reorganiza el Círculo de Periodistas Deportivos, CPD, del que Barazarte porta el carnet número dos (2).
Ya se había instalado en el país la actividad de la Young Men Christians Association (YMCA), del cual tiene el carnet número siete.
Ambos hechos son un punto de honor para Barazarte, quien además es titular del carnet 233 del CNP, por eso, con orgullo invita a las nuevas generaciones a estudiar, a graduarse, a superarse cada día, por un mejor periodismo deportivo.
No esconde su enfado por la decadencia que vive el periodismo deportivo actual. “Nos han transformado en anunciantes de eventos y de sus resultados. Se acabó la investigación y la opinión”, evoca.
Casos vividos
Una de sus historias más emocionantes se remonta al 10 de enero de 1984, con motivo del anuncio que redactó él y lo leyó el locutor Ordóñez, gracias a la magia del operador de audio de Radio Rumbos, Pío Morgado, cuando se oficializó el ascenso de Luis Aparicio al Salón de la Fama de las Grandes Ligas.
“Nos pusimos de acuerdo con Delio Amado León, narrador oficial del circuito de los Leones del Caracas. Al tener la noticia confirmada sonamos la fanfarria, anunciamos el tubazo y el público del estadio Universitario se paró de sus asientos a cantar el Himno Nacional”, relata visiblemente emocionado e involucrado con el hecho, “tanto, que nos fuimos a celebrar en la ya desaparecida Cervecería Río Chico”, dice.
Siempre menciona la entrevista, in situ, que le hizo al único pitcher criollo que ha logrado un juego perfecto en el beisbol criollo, Armando Bastardo. También hizo trabajos con Pelé, Joe Frazier, Mohammad Alí, Don King, Alfredo Marcano; además de todas las ediciones de la Vuelta al Táchira desde 1976. A su currículo suma la cobertura del Campeonato Mundial de Ciclismo, realizado en San Cristóbal, Táchira, un año después.
Pero su verdadera entrega ha sido por el deporte aficionado y por el olimpismo, que aunado a la ética siempre mostrada, se ha traducido en cinco premios nacionales y a su ingreso al Salón de la Fama del Atletismo venezolano, como reconocimiento a la absoluta cobertura de las 109 pruebas que se realizaron en Caracas entre 1984 y 85.
Ha cubierto no se sabe cuántos ciclos olímpicos e innumerables juegos nacionales.
Desde el periodismo ha sido promotor ad honorem de la práctica del ajedrez como disciplina competitiva y de formación.
A la hora de discutir sobre reglas de muchas de las disciplinas deportivas emblemáticas del país, él es referencia obligatoria.
En fin, qué no ha hecho Barazarte, quien en su dilatada carrera se topó con destacadas plumas como las de Miguel Otero Silva, Arturo Uslar Pietri, Rubén Mijares, Jesús Cova, Armando Naranjo, Guillermo “Memo” Bracamonte, Rodolfo José Maurielo, Nelson González, Frank DePablos, Iván Russa, Simón Piña y Alexis González Mariche; y aportó mucho en la formación de las actuales generaciones de reconocidos periodistas.
“Dudo que algún periodista, entre los activos en el diarismo, haya trabajado con Abelardo Raidi, Omar Lares, Raúl Hernández y Herman Chiquitín Ettedgui”, dice orgulloso, con añoranza y sin ánimos de divismo.
De su alianza con Chiquitín recuerda su aporte para el guion de “Venezuela al bate”, un audiovisual que narra la historia del beisbol criollo.
No hay dudas acerca de la influencia de ese exitoso devenir en la creatividad de Barazarte, quien acumula en su producción extra deportiva más de 50 cuentos de temas variados, además de dos libros: "Historia Olímpica de Venezuela" publicado en 2024 y otro, aún inédito, que espera por editores.
Su calidad no solo ha quedado plasmada desde los escritorios, sino desde y dentro de los estadios y gimnasios donde le ha correspondido uniformarse con las selecciones de la UCV, de beisbol, softbol, baloncesto y ajedrez.
Su irrenunciable y casi enfermiza afición por la lectura se la debe a su madre. “Aún conservo La Historia de Venezuela, de Gil Fortuil, toda subrayada y con comentarios hechos por mi mamá; de allí me quedó ese apego por la lectura”, una herramienta que le ha servido para mantenerse activo.
Allí, en la lectura, está la clave de su vasto conocimiento sobre historia, política, letras, leyes, filosofía, mitología, y, por supuesto, que comparte con quien sea, preferiblemente en la amenidad que genera un café, con o sin hielo.
Cuenta cómo se hizo adicto a la historia, cómo para él es indispensable revisar, día a día, las efemérides --sobre todo, lo acontecido en el país--, de los hechos relevantes que han servido de antesala a la Venezuela que vivimos hoy.
Asegura, sin precisar, que entre sus libros de cabecera hay varios de historia, de deporte y literatura.
Rememora que “por mi afición a la historia, colaboré en el encarte que editaba Últimas Noticias, denominado Hechos y fechas en la historia de Venezuela”.
Insiste en que fue en casa donde le inculcaron que debía estar informado, porque es determinante para un periodista, del área que sea.
Así lo relató quien siempre lleva en alto el periodismo como ejemplo para la formación y crianza de sus hijos y nietos. ¡Sinceras felicitaciones y gracias, gran Maestro!
PD1
José Cuevas, testigo:
José Cuevas, compañero de estas páginas deportivas, estuvo en la selección nacional de boxeo. Relata que en un tope en el que Venezuela derrotó a Estados Unidos (que trajo como máxima carta de presentación a Aaron Pryor), “el que cubrió ese evento fue Julio Barazarte por el diario El Mundo. Cómo ha pasado tan rápido el tiempo, y ahora yo soy su compañero de trabajo. Qué orgullo. “Es un ejemplo como profesional”, dijo. Por cierto, Cuevas ganó su combate y aún conserva con orgullo el recorte de periódico firmado por Barazarte.
PD2:
Consejo a los nuevos:
Aconseja a las nuevas generaciones: “Hay que leer, investigar, aprenderse los reglamentos de todas las disciplinas deportivas, para escribir con propiedad. Hay que visitar la fuente informativa, sin comprometerse para evitar la autocensura. Mucho cuidado con las nuevas tecnologías. Deben ser utilizadas solo para aprender, y no para esclavizarnos. Que le digan no al “recorte y pega” porque eso es piratería. Y, por favor, cuando viajen a cubrir cualquier evento apréndanse la historia de ese sitio y su entorno para redactar contextualizado”.
PD3
LA FRASE: “Todos los días es necesario mantener o refrescar –mental o físicamente– lo aprendido, de lo contrario todo se esfuma”.
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