José Cedeño
Esta es la historia idílica de un par de jóvenes estudiantes del liceo que sufrieron del flechazo amoroso y decidieron compartir sus vidas hasta que la muerte los separe todo iba de mil maravilla hasta que el gusano le los celos comenzó a atormentarles de nombre Alex y Ana tuvieron un hermoso romance que culmino con una sencilla pero significativa boda todas le auguraban un futuro feliz a los ojos de la sociedad una pareja perfecta, pero Alex ocultaba un problema era celoso y demasiado posesivo, los primeros años logro dominar su debilidad pero con el transcurso de los años fue empeorando su situación.
La situación económica llevo a Ana a tener que salir a trabajar para aliviar la carga financiera y aunque económicamente estaban bien con el sueldo de ambos, su relación de pareja fue empeorando Alex con sus constantes ataques de celos fue aniquilando su matrimonio, agobiada por la situación Ana decide pedirle el divorcio, de pronto una extraña calma inundo la atmosfera él se calmó y ella cansada de la faena diaria, se quedó dormida.
Con una calma inusual en Alex que solo presagiaba la tormenta que venía fue hasta su caja de herramientas y extrajo su cuchillo de caza de 35 centímetros de hoja y con tres certeras puñaladas atravesó el delgado y hermoso cuerpo de su esposa, la víctima no pudo ni siquiera gritar porque la sangre ahogo su voz.
Cuando fue detenido por la autoridad y se iniciaron los interrogatorios solo repetía en voz muy tenue: ¡La mate porque la amaba!
Que dilema tan contradictorio ¿Matar por amor? Cuando el que ama protege ayuda, cuida, se sacrifica, el amor es el vínculo perfecto, en qué cabeza cabe que algunos que dicen amar la patria pidan sanciones, bloqueos, promuevan invasiones, actos terroristas, ataques al sistema eléctrico, introducción de armas y explosivos, saboteo y especulación a nuestro signo monetario y pare de contar cualquier perversidad que se le ocurra, para arrodillar al país que dicen amar lo cual nos da en una duda razonable, Jesús fue más explícito cuando a la elite religiosa de su época los llamo sepulcros blanqueados, teniendo apariencia de piedad negaban la eficacia de ella. Cada día nos sorprende la falta de amor por el terruño que los vio nacer, el amor a lo tuyo no tiene precio ni todo el oro del mundo, la patria es la tierra, abuelos, padres, hijos, nietos, todo lo que amamos. El sol de la patria brilla mejor.
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El Pepazo