!Arriba lata de agua!
A propósito de los 26 años de la partida física de mi hermano "Pate e' Croche"
Buenos Aires (Dimas J. Medina) A comienzo de noviembre de 1999, un grupo de colegas en Barinas organizó un viaje a Maracaibo.
Juan Carlos Lozada, Ildegar Pérez y éste servidor, como productores y conductores del programa "Gaitas, Palos y Pelotas" planificamos realizar para la televisora “Llano visión” y para el espacio gaitero que diariamente realizábamos para la emisora “Marquesa 101.7 FM” de Barinas, un programa especial con motivo de las festividades de La Chinita.
Entre el grupo reinaba mucho entusiasmo por el viaje. Por eso, planificamos quedarnos en casa de mi hermano “Chuma”, allá en Cabimas.
En tres oportunidades nos comunicamos telefónicamente con mi otro hermano Ángel, para ratificarle que íbamos a salir de Barinas el día miércoles 17 de noviembre a primeras horas de la mañana.
La última vez que establecimos contacto con “Puni Puni”, como llamamos a mi hermano Ángel, le dijimos que íbamos a tomarnos varias cervezas en el negocio de “Pate e’Croche”, el otro hermano nuestro.
Eso fue el viernes 12 de noviembre, como a las nueve de la mañana. Paradójicamente ese día en horas de la tarde, cuando tomábamos unas cervezas con algunos colegas y compañeros de trabajo del diario La Prensa de Barinas, recibimos la infausta noticia que desde Cabimas llegó con un manojo de tristes recuerdos.
“Dimas hace pocos minutos murió “Pate e’Croche”…”, dijo con un nudo en su garganta, mi otro hermano Delso.
Aunque no explicó las causas de su deceso, supimos inmediatamente después que llegamos a mi casa allá en Cabimas, que nuestro hermano murió por negligencia de un médico que le inyectó, no sabemos cuántas dosis de benadón, para aliviarle, al parecer, un repentino ataque de asfixia que se le presentó en el momento en que se encontraba tomándose unas cervezas en nuestra casa.
Con la muerte de “Pate e’Croche”, se marchó del barrio R-10 una bullanguera parte de esa parranda, que como fanático, sólo mi hermano supo llevar, con sus trastornos foniátricos, a las tribunas del estadio “Víctor Davalillo” o a cualquier escenario donde se juega béisbol o softbol en Cabimas.
Además de su tartamudez, a Marcos Antonio Medina Rivero, el verdadero nombre de mi hermano “Pate e’Croche”, una buena parte de Cabimas le reconoce una jocosa y personalísima frase, muy común en el ambiente beisbolero.
“¡Arriba lata de agua!” era la frase con la cual “Pate e’Croche” exteriorizaba su alegría cuando el equipo de toda su vida “Aguilas del Zulia”, se encontraba arriba en el marcador frente a sus adversarios.
Fue también la frase con la que tantas veces y de manera vehemente, mi hermano lograba confundirse cuando se encontraba apostando en cualquier escenario beisbolístico o softbolístico.
Y como empedernido apostador, seguimos recordando aquel alegre, tartamudo y parrandero “Pate e’Croche”, porque él fue precisamente el único de mis diez hermanos, quien me inculcó el béisbol.
Como amante de este popular y tradicional deporte en Venezuela, “Pate e’Croche” nunca faltó al tradicional “Juego de La Chinita” en el estadio “Luis Aparicio El Grande” de Maracaibo.
Como Dios quiso que “Pate e’Croche” no estuviera presente aquel jueves 18 de noviembre de aquel año 1999, cuando las Águilas recibieron al equipo “Pastora de Los Llanos”, también recordamos el primer partido de béisbol profesional que asistí, precisamente de la mano de mi hermano “Pate e’Croche”.
Fue justamente el día de La Chinita del año de 1975, cuando muy niño acudí por primera vez al estadio " Luis Aparicio El Grande" de Maracaibo, donde Zulia enfrentó aquel recordado “Tibu-Leones” de Portuguesa.
No sé si estoy seguro, pero creo que la frase “¡Arriba lata de agua!”, surgió aquel día, cuando un vendedor de cerveza, que se encontraba en la parte alta de la tribunal lateral derecha del estadio “Luis Aparicio”, dejó caer un balde de agua fría sobre los fanáticos que se encontraba en la parte baja de la tribuna techada, en el momento en que Manny Estrada ejecutó un relampagueante doble-play sobre la segunda base, ante un fuerte roletazo de Antonio Armas.
Y con el tiempo, la sonora y tartamuda frase “¡Arriba lata de agua!”, se convirtió en un grito de alegría en cualquier escenario donde se juega béisbol en Cabimas. Estamos seguros que esta parrandera frase sigue retumbando en cualquier lugar donde ahora se encuentra mi hermano, porque él, fue simplemente eso, un balde de alegría.
De manera pues, que seguimos recordando aquella triste llamada telefónica de nuestro hermano mayor Delso, quien desde Cabimas nos anunciaba con un nudo en su garganta, la partida de nuestro parrandero “Pate e’Croche”
Quienes tuvieron la oportunidad de compartir sus ocurrencias y a veces, sus arrecheras, comprendieron que “Pate e’Croche” fue un torrencial de sonora y tartamuda alegría, esa misma simpatía que ahora comparte con sus amigos, quienes también cumplieron la misión de viajar hacia la eternidad.
Y estamos seguro, que ahora en su eterna parranda celestial, “Pate e’ Croché” sigue gritando con su característico fervor que hoy extrañamos en nuestra existencia terrenal, aquella célebre frase que todos añoramos: ¡Arriba lata de agua!.
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