El pitcher de los Yankees que se hizo amigo de mi papá cuando jugó en Cabimas
Se llamaba Harry Gladdwin Byrd. Nació en Darlington, Carolina del Sur, el 3 de febrero de 1925 y 25 años después, hizo su debut en la gran carpa, con los Atléticos de Philadelphia.

Dimas J. Medina
Neuquén
Seis años después de su debut en las grandes ligas, un pitcher estadounidense jugó en la desaparecida Liga Occidental de Beisbol Profesional de Venezuela, con el equipo Centauros de Maracaibo.
Se llamaba Harry Gladdwin Byrd. Nació en Darlington, Carolina del Sur, el 3 de febrero de 1925 y 25 años después, hizo su debut en la gran carpa, con los Atléticos de Philadelphia.
En 1952 ganó el premio Novato del Año y dos años después (1954), pasó a los Yankees de Nueva York. Al año siguiente (1955), fue transferido a los Orioles de Baltimore y al siguiente (1956), fue compañero de equipo, de nuestro Luisito Aparicio en su año de debut, con las Medias Blancas de Chicago.
Al final de aquel 1956, el pitcher americano fue a Maracaibo a jugar con el equipo Centauros en la desparecida Liga Occidental de Beisbol Profesional.
En aquella temporada (1956-57) de 57 partidos, Harry Byrd lanzó 156 entradas, casi un promedio de 20 encuentros, dejando record de 11 victorias y 7 derrotas, con una efectividad de 2.36.
Centauros culminó tercero durante aquella temporada con 28 victorias y 29 derrotas, con el equipo Gavilanes, dirigido por Ernesto Aparicio, como campeón del certamen, que se jugó entre diciembre y febrero.
Después de su participación en la Liga Occidental de Beisbol de Venezuela, el pitcher Harry Byrd retornó a las grandes ligas, pero para jugar ahora con los Tigres de Detroit, equipo con el que se retiró en el año de 1959.
Sobre aquel beisbol rentado de los años 50, escuché varias veces a mi papá Ramón “Monche” Medina, hablar de aquel pitcher norteamericano, cada vez que iba a Cabimas, cuando se topaba con el equipo de Centauros en el ferry que efectuaba el transporte lacustre entre Maracaibo y la población de Palmarejo.
Cuando mi papá nos relataba aquel antaño beisbol profesional del estado Zulia, también nos hablaba de otro pitcher americano: Ken Rose, importado de Cabimas durante la temporada de 1962-63.
A ese pitcher estadounidense, el recordado infieldr nativo de Cabimas y amigo también de mi papá, Pedrito García (+), le conectó su primer hit como profesional en aquella desaparecida Liga Occidental de Beisbol Profesional, en un partido entre Pastora y Cabimas, el 27 de octubre de 1962.
Harry Gladwin Byrd, aquel pitcher grande liga estadounidense que se hizo amigo de mi papá, murió en su ciudad natal, Darlington, Carolina del Sur, el 14 de mayo de 1985, a la edad de 60 años, casi un mes antes de que falleciera también mi padre, el 7 de junio de aquel 1985, a la edad de 50 años.
Recordar es vivir
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