La Caotización de la Hegemonía Civilizatoria Imperial

Julio César Benítez Zapata

Colonialismo y Saqueo.

Hemos hablado y escrito mucho sobre la voracidad imperial y por ende, la desbordada capacidad demostrada por el sistema capitalista para el consumo y derroche de recursos.
Los Imperios han copado la escena en la construcción de una historia ajustada a una parafernalia de "Desarrollo  de Primer Orden". Es de destacar como El Reino Unido, España, Francia, Italia, EEUU y algunas otras vitrinas del desarrollo, han logrado su cometido a expensas de un permanente y voraz consumo de recursos saqueados a países del Sur, a los cuales han etiquetado como semicivilizados y hasta salvajes.
Claro, éste saqueo recurrente y sostenido de recursos (inspirados en los principios colonialistas) no se ha venido dando muy facilmente, para ellos, los llamados países civilizados y ungidos por la providencia -según ellos-, han creado unas normas,  el Derecho Público Internacional, ajustado a sus propios intereses; para lo que también debieron de crear como en efecto lo hicieron, unas estructuras de maniobra geopolítica, para dar vitalidad a la dictadura del poder civilizatorio (CIJ, CPI, ONU, BM, FMI, OMS...).
Ahora bien, ellos, bajo el tristemente recordado Colonialismo, formaron parte de un banquete en el cual devoraron ilimitados recursos, agotando los no muy abundantes en sus propios espacios territoriales, y a través de la historia, se han peleado en guerras tras guerras, por los recursos de los países del Sur (Semicivilizados ó Salvajes). Mediante un proceso de extractivismo, se fueron robando  abundantes recursos, tales como: el Oro, diamante, madera, hierro, petróleo a terceros países.
Como resultado de ese proceso, esos Imperios autodenominados civilizados, lograron un nivel de desarrollo inusitado en todos los niveles: Tecnológicos, Manufacturero, Transporte y Comunicaciones, vialidad envidiable, arquitectura, industria armamentista y paremos de contar.
A partir de la reconstrucción de Europa luego de la Segunda Guerra Mundial, fue cuando el extractivismo se aceleró de una manera progresiva y preocupante.

La Revolución Industrial

Europa y EEUU, con la revolución industrial en el siglo XVIII y con mayor auge con el combustible de Bretton Woods y la hegemonía del Dólar, y luego con el surgimiento de La Obsolescencia Programada como instrumento de La Reproducción Metabólica del Capital, logran un crecimiento exponencial, complementando el desarrollo soñado para el siglo XX.

La Ley de Los Rendimientos Decrecientes

Pero, ya para el Siglo XXI, así como lograron el sustancial desarrollo, gracias al descarado saqueo, producido mediante el ya mencionado proceso extractivista de materias primas y a la arrogancia supremacista, comenzamos a observar en detalle, un deterioro significativo en ese desarrollo maquillado con recursos ajenos; asimismo como se leé, existen evidencias claras del deterioro de una infraestructura imperial que va en un caos sostenido y hasta acelerado. 
La Cultura de la Reproducción Metabólica del Capital, ha hecho que la parafernalia del desarrollo de primer orden, luego de lograr el umbral máximo, se les viene abajo, considerando que los Imperios no se ajustaron a políticas de mantenimiento, reparaciones y mejoras; lo de ellos fue y aún continúa siendo en algunos casos, todo lo que desmejora ó se daña debe ser sustituido; claro, reponer ó sustituir bienes, estructuras ó servicios a expensas de recursos de otros era fácil y económico.
Pero, considerando que se ha suscitado un fenómeno geopolítico inesperado, en el que otros países han afinado estrategias y políticas basadas en Valores de Respeto y Reciprocidad, que dan al traste con los valores esclavistas, colonialistas y supremacistas de saqueo, manipulación y sometimiento, surge entonces, El Multilateralísmo impulsado principalmente por China, Rusia, India y otros países a nivel global (Brics); y a nivel regional El ALBA que desplaza al ALCA, Mercosur y La CELAC, que enarbolan la bandera de integración entre iguales.
Todo ésto, ha motivado a que los países del Sur se sumen a ese multilateralísmo, y se nieguen al Neocolonialismo, Fascismo y todo aquello que se le parezca a los hechos que conllevaría al saqueo histórico. Motivado a ello, a los países otrora hegemónicos,  no se les hace sencillo apoderarse de los recursos provenientes de los países del Sur, quienes ya tienen la posibilidad de establecer acuerdos estratégicos en igualdad de condiciones, con los países que se ventilan como potencias de la nueva era.
Claramente, todo lo que sube baja, por principio.

La Crisis Estructural del Capital.

Ésta situación ha generado escasez y encarecimiento de la materia prima necesaria para mantener, reparar y más aún, para sustituir la estructura de la parafernalia del desarrollo imperial. Por tanto, ésa crisis y decadencia viene a mutar en un Desdesarrollo Imperial, catalogado así, en razón de un abrupto desafío por mantener ó recuperar la hegemonía del poder y por tratar de detener La Crisis Estructural del Capital.
Esa crisis se acelera y amenaza a los países que poseen las mayores reservas de recursos, tal como es el caso de Venezuela, país con las mayores reservas de petróleo del planeta, igualmente cuantiosas reservas de gas, agua, cobalto, hierro y otros tantos recursos indispensables, necesarios y suficientes como para que el Imperio Occidental detenga su Desdesarrollo y pueda recuperar su hegemonía.
Todos estos países que pierden su hegemonía en el poder global y avanzan en ese sostenido Desdesarrollo, se convierten en una amenaza peligrosa y sostenida para los países que emergen de las profundidades del abismo donde les dejó el otrora Esclavista Saqueo Imperial; pero no, ya no más.
En el caso de Venezuela ya hemos concretado alianzas estratégicas firmes y suficientes, para garantizar la protección y defensa de nuestra Soberanía, Nuestra Independencia, Nuestro Ámbito Territorial y  nuestros recursos naturales.

Para recibir en tu celular esta y otras informaciones, únete a nuestras redes sociales, síguenos en Instagram, Twitter y Facebook como @DiarioElPepazo

El Pepazo