Cuando el cáncer de hígado da la cara suele ser en fases muy avanzadas. Adelantarse a los síntomas es fundamental para poder tratar a tiempo esta enfermedad.
Alicia Cruz Acal
Sobre el perfil de la persona que tiene más probabilidad de sufrir este cáncer, Romero explica que es aquella con enfermedad hepática, que puede estar originada por el consumo de alcohol, una disfunción metabólica, hígado graso, hepatitis o una patología autoinmune. “Cualquiera de estas causas empieza a generar un daño crónico y, a partir de ahí, se asientan las bases para que se desarrolle el tumor”. El principal factor que hace que el riesgo de padecer este cáncer aumente es la fibrosis (aumento patológico de tejido conectivo en un órgano).
El experto comenta que el hígado per se es asintomático, pues no tiene nervios. De ahí que el cuerpo no avise de la presencia de un tumor en este órgano. No ocurre lo mismo, por ejemplo, con el cáncer de colon o de estómago, cuadros en los que “el crecimiento tumoral va afectando a estructuras nerviosas” y, como consecuencia, provocando señales de alerta.
En el caso de que esta enfermedad dé síntomas, “el espectro de manifestaciones clínicas es muy amplio”, informa el presidente de la AEHH. Algunos de los más comunes son:
- Hipoglucemias.
- Diarrea.
- Cansancio.
- Astenia.
- Inapetencia.
- Pérdida de peso.
- Náuseas o vómitos.
No obstante, Romero repite que los cuadros sintomáticos que esta patología puede desencadenar son muy variados y la mayoría de ellos coinciden con los de otros problemas médicos.
Cómo detectar a tiempo el cáncer de hígado
Como la principal causa para el desarrollo del cáncer es un padecimiento crónico del hígado, “lo primero que tenemos que saber es si una persona tiene este órgano sano o no”. En este contexto, “estamos trabajando con la búsqueda de biomarcadores precoces que de alguna manera nos estratifiquen el riesgo de desarrollar cáncer y, en aquellos con mayor riesgo, emplear las técnicas de imagen, sobre todo la ecografía en primera línea y el TAC con la resonancia en segunda línea”, detalla Romero.
Según el experto, más o menos la mitad de los tumores de hígado en España se diagnostican en los programas de detección precoz. “Cuando tengo un paciente en consulta con una enfermedad hepática y con riesgo de desarrollar cáncer, lo someto a una revisión cada seis meses mediante ecografía”, agrega el especialista, quien lamenta que la otra mitad de los casos se detecta de manera espontánea: “Son pacientes que nunca se han enterado de que tuvieran una enfermedad hepática y que no estaban en ningún programa de cribado”.
Por último, a pesar de lo tarde que da la cara el cáncer de hígado y aún tratándose de “un problema de primerísima magnitud, tiene la ventaja de que es prevenible” a través de un cambio de estilo de vida. En este punto, si no se toma alcohol, se sigue una dieta equilibrada y se realiza ejercicio físico, se pueden evitar enfermedades hepáticas y, como consecuencia, “reducir el riesgo de cáncer de hígado a la mitad”.
El Pepazo/Marca