El asombro

José Cedeño

Mantener la capacidad de asombro es muy importante los hombres de ciencia dicen que no se puede vivir a profundidad si uno deja de maravillarse de las cosas, al volverse todo rutina y se pierde la capacidad de sorprenderse, se desconecta uno de la esencia de la vida. Como decía Einstein, puede uno elegir ver la vida como si nada fuera un milagro o como si todo lo fuera. Esta capacidad es clave para experimentar la vida con intensidad.

Pero cuando todo te da igual viene la indiferencia y tendemos a minimizar las situaciones perdiendo la capacidad de asombro, la vida se tiende a apagar haciéndose monótona, pudiendo abrirle la puerta a un estado mucho más complejo y profundo: la depresión. La depresión es una de las enfermedades más devastadoras, porque no siempre se ve desde fuera, y puede paralizarte por completo. No es solo un contenido de emociones; afecta el cuerpo, la mente y el sentido de vida.

La mayoría de las personas dan por hecho que las cosas buenas de la vida siempre estuvieron allí, que los logros de la revolución siempre estaban allí y como desconocen la historia hasta llegan a pensar que antes era mejor y aunque nada es perfecto los logros en materia de salud, educación, tecnología, en el elemento de alimentación, vivienda, pensiones, inclusión, democratización del espectro radioeléctrico, distribución de la riqueza son visibles; pero razón tenía el Che cuando dijo: “Cuando lo extraordinario se hace cotidiano estamos en revolución”. Cuando adquirimos cierto nivel económico, educativo o de otra índole nos afecta esa capacidad de asombro, porque llegamos a pensar que nos las sabemos todas, posteriormente es presagio para la frustración al darnos cuenta que navegamos en un mar de ignorancia eso puede anestesiar nuestra conciencia.

Y si algo positivo tiene la derecha violenta fascista que ha mantenido al país en constante niveles aceptables de asombro, cada día un acontecimiento supera al otro, el vicepresidente sectorial de Política, Seguridad Ciudadana y Paz, Diosdado Cabello, informó la incautación de más de 1.500 kilos de explosivos en un galpón ubicado en El Tigre, municipio Simón Rodríguez del estado Anzoátegui.

Entre el material incautado se encuentran: 6.769 elementos de carga hueca, 724 cortadores, 220 detonadores eléctricos, 128 explosivos tipo peletts, 33 frho, 12 cajas para taponear y 27 explosivos adicionales, cordón detonante.

Mostró un detonador de 18 kilos que contiene HMK, un explosivo de rápida difusión. “En un segundo, la onda expansiva de esto alcanza 9,1 kilómetros”. Asimismo, precisó que en caso de explotar todo el material incautado tendría un impacto letal de 911 metros y las esquirlas llegarían a 1.200 metros.

Dígame esto si mantiene activo nuestro cerebro, cada momento nos sorprenden más, a que venezolano en su sano juicio no se le encienden sus alarmas mentales y rechaza semejante locura con qué clase de seres estamos tratando, cuando son capaces de introducir semejante cantidad de explosivos en su país, esa será de la democracia que nos hablan del progreso que prometen, de la paz tan nombrada, no tienen conexión entre lo que dicen y hacen, me viene a la memoria la frase de Jesús de Nazaret cuando hablaba de los fariseos que eran sinónimos de la hipocresía: “Hagan lo que ellos dicen, pero no hagan lo que ellos hacen, sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.”

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