Hace 24 años cuando Bin Ladem estremeció al mundo ya se hablaba de la "Inteligencia Artificial"
Aquel martes 11 de septiembre, comenzó a escucharse el nombre de un trasnochado mercenario millonario saudí, entrenado por la inteligencia norteamericana, llamado Osama Bin Ladem, calificado como "La Bestia Negra" y autor intelectual de la mayor tragedia contra la humanidad. Ese día, en horas de la mañana, todos los barineses y el mundo en general, se concentraron en los televisores para seguir las incidencias de lo que ocurría en Estados Unidos, gobernada para entonces por George W. Bush. Al final de la tarde de aquel 11 de septiembre, en la sala de redacción del diario La Prensa, las agencias internacionales de noticias informaban que cuatro aviones de líneas comerciales habían sido secuestrados, de las cuales tres decidieron estrellarlos, casi de manera simultánea, contra los pilares del poder político y financiero de Estados Unidos, provocando el derrumbe de tres edificios en Manhattan, incluidas las torres gemelas del World Center y parte del pentágono en Washington.
Buenos Aires (Dimas J. Medina) El martes 11 de septiembre de 2001, el entonces presidente del Banco Central de Venezuela, Domingo Maza Zavala, descartó otra devaluación de nuestro signo monetario, luego de que dos días antes el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez denunció la fuga de más de 12 mil millones de dólares.
Para la época, el equipo económico del gobierno nacional luchaba para que el tipo de cambio de nuestra moneda para el cierre de aquel 2001, se mantuviera a 750 bolívares por cada dólar.
Para entonces, los periodistas del diario La Prensa de Barinas, devengábamos casi 300 mil bolívares mensuales, algo así como 400 dólares, que no era mucho para la época, pero alcanzaba para comer, vestirnos, pagar los servicios públicos, viajar al exterior y beber "guayacolitas" hasta de 12 años y, de esto, puede dar fe, nuestro reportero gráfico de entonces, Alfonso Álvarez.
Era la época cuando el maestro Hugo de Los Reyes Chávez (+) y Julio César Reyes eran gobernador del estado Barinas y alcalde del municipio capital, respectivamente, con las banderas del incipiente Movimiento Quinta República.
Fue también la misma época de Noel Zamudia como alcalde en la Sabaneta natal de su compadre Hugo Chávez. Para aquellos días, Frenchy Díaz comenzaba a erigirse como líder en su Pedraza querida y Orlando Gómez, Emilio Mendez y Alberto Marrero Melean igualmente se desempeñaban como alcaldes de los municipios Rojas, Zamora y Bolívar, respectivamente, en representación del chavismo.
Para entonces, Sergio Garrido ocupaba la secretaría juvenil seccional de Acción Democrática en Barinas y junto a sus compañeros de partido, Marcos Maldonado Junior, Freddy Gonzalez y Freddy Superlano, entre otros, se proyectaban como líderes emergentes de su partido en la región.
En ese momento, se levantaba un movimiento juvenil nacional dentro del denominado partido del pueblo, controlado desde entonces, por el sempiterno Henry Ramos Allup, en la que figuraban Pablo Pérez, Danilo Modest, Marcos Maldonado Junior y Carlos Prosperi, entre otros.
Aunque la frase "Inteligencia artificial" ya estaba en boga para la época, a través de la película que con el referido nombre produjo el célebre cineasta norteamericano Steven Spielberg, el entonces alcalde de Barinitas, el hoy desaparecido Alberto Melean Marrero, creyó que al saltar la talanquera para apoyar al gobierno de facto de aquel 11 de abril de 2002, cuando Pedro Carmona asaltó el Palacio Miraflores, iba a seguir viajando hacia aquel mundo donde los robos soñaban con deseos de salvar sus almas.
Igual sueño tuvieron algunos legisladores opositores barineses, como Miguel Angel Rosales Aparicio, quienes promovieron por ante el Consejo Nacional Electoral, un referendo consultivo contra el maestro Hugo de Los Reyes Chávez, para saber si el pueblo de Barinas apoyaba su gestión como gobernador.
No obstante, con el transcurrir del tiempo, algunos de aquellos políticos venezolanos hicieron realidad su sueño, como el caso de Pablo Pérez y Sergio Garrido, quienes llegaron a las gobernaciones de los estado Zulia y Barinas, respectivamente.
Aunque Marquitos Maldonado se desinfló en sus aspiraciones de convertirse alcalde del municipio Barinas y mi amigo y paisano Danilo Modest (qepd) se desencantó para terminar saltando la talanquera en Cabimas, el guariqueño Carlos Prosperi además de haber llegado años después a la Asamblea Nacional, hace un año soñaba con ser presidente de todos los venezolanos.
Era también la época de los soñadores José Vicente Rangel y Luis Miquilena, entonces mentores políticos de Hugo Chávez, como supremos ministros de la Defensa e Interior, respectivamente.
Aquel martes 11 de septiembre de 2001, el maestro Chávez como gobernador del estado Barinas, juramentada al economista soñador Adelsy Rodríguez como nuevo director de Cultura del estado, en medio de un escándalo que tambaleaba al partido de gobierno en el municipio Cruz Paredes, donde la mayoría de los ediles, incluyendo a los del entonces MVR, reprobaron la gestión del entonces alcalde Carlos Ramírez y, con ella, aquella "soñadora" destitución del cargo, que llevó al burgomaestre chavista a solicitar un amparo constitucional por ante el Tribunal Superior Civil y Contencioso Administrativo de la región.
Ese mismo día, el dirigente sindical adeco, Will Rangel, quien meses antes decidió saltar la talanquera y no seguir soñando o cargándole el maletín a su jefe, el entonces secretario nacional sindical de AD, Carlos Ortega, fue derrotado en las elecciones del Sindicato de Trabajadores Petroleros del estado Barinas, por la plancha unitaria que lideraron Carlos Panza y Luis Villalba, dirigentes del Movimiento Electoral del Pueblo y del Movimiento Al Socialismo, respectivamente.
Ese mismo día, Francisco Jiménez, amigo de los soñadores peloteros amateurs de Barinas Will Rangel, Carlos Panza, Luis Villalba y Manuel Valderrama, fue designado presidente de la Mancomunidad Noroccidental de Barinas.
Y como no todo era sueño y política para aquellos días, los amantes del béisbol, estábamos concentrados en la cerrada lucha que por el liderato de cuadrangulares, mantenían en las grandes ligas, Barry Bonds, de los Gigantes de San Francisco; Sammy Sosa, de los Cachorros de Chicago y Alex Rodríguez, de los Rangers de Texas, entre otros.
Aquel martes 11 de septiembre, comenzó a escucharse el nombre de un trasnochado mercenario millonario saudí, entrenado por la inteligencia norteamericana, llamado Osama Bin Ladem, calificado como "La Bestia Negra" y autor intelectual de la mayor tragedia contra la humanidad.
Ese día, en horas de la mañana, todos los barineses y el mundo en general, se concentraron en los televisores para seguir las incidencias de lo que ocurría en Estados Unidos, gobernada para entonces por George W. Bush.
Al final de la tarde de aquel 11 de septiembre, en la sala de redacción del diario La Prensa, las agencias internacionales de noticias informaban que cuatro aviones de líneas comerciales habían sido secuestrados, de las cuales tres decidieron estrellarlos, casi de manera simultánea, contra los pilares del poder político y financiero de Estados Unidos, provocando el derrumbe de tres edificios en Manhattan, incluidas las torres gemelas del World Center y parte del pentágono en Washington.
Desde el estado la Florida, donde se encontraba de visita, el presidente Bush, declaró a Nueva York como zona de desastre por aquellos ataques terroristas, por lo que nuestro director del diario La Prensa de Barinas, Alberto Santeliz Meléndez (+) y quienes para la época estuvimos observando por la televisión aquellos acontecimientos, decidimos abrir la edición impresa de nuestro periódico de aquel día con el siguiente titular: "Estados Unidos sufre el peor atentado de la historia".
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