El zuliano que abrió el camino en el big show 

Un día después del cumpleaños número 14 de Vitico, su hermano Pompeyo Davalillo debutó en la MBL. Este viernes se cumplen 72 años de esta hazaña. El primero de agosto de 1953, Pompeyo Antonio Davalillo Romero se convirtió en el primer zuliano y el cuarto venezolano en jugar en las grandes, después de Alejandro “Patón” Carrasquel, “Chucho” Ramos y “El Chico” Alfonso Carrasquel. Y tras su corta carrera por el mejor beisbol del mundo, el oriundo del sector Corito de Cabimas se convirtió en un audaz y respetado manager, a quien desde entonces, se le conoce por haber puesto en boga el “Juego Caribe”, ése que Pompeyo Davalillo usó a la hora de tomar decisiones acertadas en el juego 

El zuliano que abrió el camino en el big show 
El zuliano que abrió el camino en el big show 
El zuliano que abrió el camino en el big show 
El zuliano que abrió el camino en el big show 

Dimas J. Medina

Neuquén

En el sector Corito de Cabimas, muy cercano al petrolero barrio R-10 de Cabimas –que para la época aún no existía-, nació el 5 de junio de 1928 Pompeyo Antonio Davalillo Romero, hijos de los falconianos oriundos de Churuguara 
José Martiniano Davalillo y Angelina Romero.

Aquel muchacho que 24 años después se convirtió en el cuarto venezolano –después de Alejandro “Patón” Carrasquel, “Chucho” Ramos y “El Chico” Alfonso Carrasquel- en jugar en las grandes ligas, comenzó a escribir una larga historia en el beisbol venezolano, porque además de ser hermano mayor de otro grande, como lo fue Vitico, también fue el primer zuliano de los 62 que hasta julio de 2025, habían llegado hasta el mejor beisbol del mundo.

Un día después que su hermano Vitico cumpliera sus 14 años de edad, el 31 de julio de 1953, “Yoyo” como llamaban a Pompeyo en Estados Unidos, se graduó de grande liga el primero de agosto de aquel año con los Senadores de Washington. Y antes de hacer su debut en la gran carpa, Pompeyo Antonio lo hizo un año antes en el beisbol profesional venezolano con el Cervecería Caracas, el 17 de octubre de 1952, a la edad de 24 años.

Como anécdota, algunos de sus amigos recuerdan que el narrador de los Senadores, Bob Wolf, se le dificultaba pronunciar su nombre. Por eso, utilizó las dos últimas sílabas de su nombre y apellido, para simplificar su identidad en “Yo Llo” o simplemente “Yoyo”. Y así quedó.

Y para hacerse el pelotero que toda Venezuela hoy reconoce, Pompeyo Davalillo comenzó desde el Ejército, donde prestó su servicio militar a finales  de la década de los 40, a labrar ese largo camino que lo llevó a distinguirse como un habilidoso, alegre y versátil jugador, para después, consagrarse como un exitoso entrenador, coach y manager.

Sobre su pasantía por el Ejército venezolano, un amigo de Pompeyo que en el 2014 se encontraba asilado en un geriátrico de Cabimas, recordó de manera jocosa cuando ambos jugaron para aquel equipo militar.
 
“Últimamente Pompeyo se arrechaba de nada; debe ser por la fama que tenían todos los churuguareros, que se mataban por gusto”, expresó con su afable sonrisa Tomás Valles, quien a pesar de sus 85 años de edad que para entonces coleccionaba, recordó como si fuera hace 67 años atrás, cuando ambos defendieron el equipo de beisbol amateur del servicio militar que cumplieron durante el año de 1947.
     
“Yo jugaba segunda base y Pompeyo defendía el short stop”, atizó Tomas Valles desde su lecho de internado en la Casa Hogar “Madre de San José”, ubicado en la urbanización Las Cúpulas de Cabimas, donde en marzo de 2014 también se encontraba recluido el paisano y colega periodista Alonso Díaz (+)
    
“Quién iba a pensar que Pompeyo iba a morir primero que yo, un hombre que a pesar de tener un temperamento arrecho, estaba siempre alegre”, agregó
       
Internacionalización de Pompeyo

Tras cumplir su servicio militar, Pompeyo Davalillo prosiguió su carrera por el beisbol amateur a partir de 1951, cuando fue seleccionado para representar a Venezuela en una serie contra Nicaragua. Allí jugando la tercera base, se ganó el premio de “Jugador Más Útil” de Venezuela, donde fue campeón estafador, campeón infielder y segundo mejor bateador.

Luego asistió  en representación de nuestro país a la XII Serie Mundial de Béisbol Amateur en México, celebrada entre el primero y 19 de noviembre de 1951; a los Primeros Juegos Panamericanos, celebrados en Buenos Aires (Argentina) entre el 25 de febrero y 9 de marzo de 1952 y a la XIII Serie Mundial de Béisbol Amateur de La Habana (Cuba), que se jugó entre el 6 y 16 de septiembre de 1952.

Antes de estrenarse como grande liga, Pompeyo Davalillo participó en aquel 1953 en la Serie del Caribe celebrada en la ciudad de Caracas, con su equipo Cervecería Caracas, piloteado por “El Maestro” cubano Martín Dihigo, quien tuvo entre otros caballos, a Alfonso “Chico” Carrasquel, Dalmiro Finol y Piper Davis, entre otros.

Aunque llegó con un poquito de edad a la gran carpa, Pompeyo escribió con letras de oro su nombre en el mejor beisbol del mundo, porque a pesar de su pequeña estatura -1,60 metros-, en su sexto día como grande liga, se dio el lujo de robarle el home, el 6 de agosto de aquel 1953, al pitcher Bill Wight y el cátcher Joe Tipton de los Indios de Cleveland, en el séptimo de inning de aquel juego que ganaron sus Senadores de Washington, 4 carreras por 1.

Para el momento de su debut, Pompeyo se convirtió en el segundo jugador más pequeño en la historia del béisbol de grandes ligas, sólo con la excepción de “un truco publicitario” de 1951, cuando un actor enano llamado Eddie Gaedel tuvo un turno al bate para los St. Louis Browns, quedando registrado oficialmente como el jugador más pequeño en participar en las grandes ligas, motivo que impide a Pompeyo ser el jugador profesional de más baja estatura que ha jugado en Grandes Ligas.

Una lesión en Cabimas lo alejó de la MBL

El primero de agosto de 1953 cuando debutó en las grandes ligas, Pompeyo Davalillo enfrentó como emergente a los Medias Blancas de Chicago, donde jugaba Alfonso “Chico” Carrasquel, ya que una lesión del campo-corto titular de los Senadores de Washington, Pete Runnels, en el séptimo inning, llevó al manager a reemplazarlo por el nativo de Cabimas en esa posición. Enfrentó en su primer turno al bate al lanzador Billy Pierce, quien lo ponchó.

Ese juego significó el primer encuentro en la historia en el cual participaron y se enfrentaron dos peloteros nativos de Venezuela (“El Chico” Alfonso Carrasquel por Medias Blancas de Chicago y Pompeyo Davalillo por Senadores de Washington) ambos en la misma posición, el campo corto.

Sin embargo, en su segundo partido, su suerte cambiaría, ya que en la serie que enfrentaron a los Indios de Cleveland, el 6 de agosto de 1953, en el Griffith Stadium de la ciudad de Washington D. C., Pompeyo Davalillo como segundo bate del line-up, enfrentó al fenomenal Bob Feller, a quien le bateó de 3-2, con 2 carreras anotadas. 

En el séptimo inning se convirtió en el primer venezolano en estafar el home-plate en un partido de grandes ligas. Lo realizó frente a lanzador relevista William “Bill” Wight y el receptor Joe Tipton, para darle la victoria a su equipo, 4 carreras a 1.

Catorce días después de su debut en la gran carpa, Pompeyo bateó por primera vez en sus dos ocasiones en su corta carrera, tres hits en un juego: El 15 de agosto en el Fenway Park de Boston y el 18 de agosto en el mítico Yankee Stadium.

Tras aquel primer año con sus Senadores de Washington, Pompeyo diría adiós a la gran carpa, ya que se lesionó en un partido correspondiente a la temporada del beisbol profesional venezolano. 

Ocurrió el 28 de enero de 1954, durante un partido entre Caracas y Gavilanes que se disputó en el estadio La Concordia de Cabimas. Ese día, Pompeyo Davalillo sufrió doble fractura de la pierna derecha.

De manera pues, que su carrera en la mejor pelota del mundo fue corta, ya que apenas jugó 19 partidos, 16 de ellos en plan de campocorto titular, en los 23 días que los Senadores lo mantuvieron arriba.

En su carrera como grande-liga participó en un total de 19 partidos, en la Liga Americana, con el equipo de los Senadores de Washington. Tuvo 58 turnos al bate, conectó 17 hits, 1 doble, anotó en 10 ocasiones e impulsó 2 carreras, recibió una base por bolas, se ponchó en 7 ocasiones y se estafó una base, dejando un promedio de bateo de .293.

Beisbol cubano revivió a Pompeyo

Cuando muchos pensaban que la lesión sufrida en Cabimas llevaría a perder su carrera, Pompeyo Davalillo reapareció cuatro meses después en la Liga de Beisbol de República Dominicana con las Águilas Cibaeñas.

Y debido a su vinculación con los Senadores de Washington, Pompeyo intenta retornar a la gran carpa a través de un equipo cubano llamado Havana Cubans, creado en 1946 por el empresario George P. Foster y que desde su nacimiento participó en la recién creada Liga Internacional de Florida, que para entonces estaba afiliado a los Senadores de Washington.

En 1954, aquella franquicia cubana fue adquirida por Roberto “Bobby” Maduro, cambiándole el nombre por el de Cubans Sugar Kings o Havana Sugar Kings. De inmediato ingresó en la International League de nivel triple A, como club afiliado a los Cincinnati Redlegs, y se convirtió en un equipo de formación para beisbolistas cubanos, venezolanos y norteamericanos que terminarían disputando las Grandes Ligas de Béisbol en los años 1960.

Con el equipo cubano “Cuban Sugar Kings” de La Habana, donde estuvieron numerosas estrellas del béisbol del Caribe que no pudieron jugar en las Grandes Ligas por el sistema de cuotas y de tipo racial, Pompeyo Davalillo jugó con sus compañeros Octavio “Cookie” Rojas, “Leo” Cárdenas, Orlando Peña, Miguel Cuéllar, Saturnino Escalera, Elio Chacón, Emilio Cueche, José de la Trinidad “Carrao” Bracho, Luis “Camaleón” García, Daniel Morejón, Luis Arroyo, Carlos “Patato” Pascual, Conrado Marrero, Pedro Formental y el panameño Pat Scantlebury, entre otros. 

En aquella temporada de 1954, el equipo cubano alcanzó los play-offs, dirigidos por figuras de la talla de Regino Otero (premiado como “Manager del Año” en 1954), Tony Pacheco, Napoleón Reyes, Preston Gómez y Tony Castaño.

Para la siguiente temporada de 1955, Pompeyo Davalillo participó en 147 juegos, obteniendo 587 turnos al bate, con 163 hits, 22 dobles, 6 triples, 1 jonrón, 76 carreras anotadas, 59 empujadas, 7 bases estafadas, 24 boletos recibidos y ponchándose en 33 ocasiones, dejando un promedio de bateo de .278, lo que constituyó una de sus mejores campañas en las menores.

El 9 de febrero de 1957, en el juego inaugural de la IX Serie del Caribe, celebrada en La Habana (Cuba), el venezolano Pompeyo Davalillo, camarero del Caracas, conectó 5 hits en 5 turnos al bate, ante el equipo puertorriqueño de los Indios de Mayagüez.

En el año 1959, el equipo “Cuban Sugar Kings” ganó la llamada “Pequeña Serie Mundial” al vencer al equipo de casa, Minneapolis Millers, al tener un valioso cuadro de jugadores como “Leo” Cárdenas, Elio Chacón, Pompeyo Davalillo, “Cookie” Rojas y los grandes bateadores Daniel Morejón, Tony González, “Borrego” Álvarez y el receptor Enrique Izquierdo.

El 2 de octubre de 1959, Carl Yastrzemski había dado un cuadrangular; “Leo” Cárdenas hizo una espectacular jugada a la defensiva en el campo-corto que pasó al venezolano Elio Chacón para realizar un estupendo doble-play. Morejón atrapó con un gran salto un batazo de Robbins que se iba del parque por el jardín izquierdo.

Entre los presentes viendo aquel juego estaban Fidel Castro, Camilo Cienfuegos, el presidente Oswaldo Dorticós y el “Ché” Guevara, quienes celebraron en el inning 11, cuando Pompeyo Davalillo anotaba la carrera de la victoria de su equipo.

El 6 de octubre de 1959, quedarían campeones con hit de Daniel Morejón impulsor de Raúl Sánchez. Los fanáticos saltaron al terreno de juego para celebrar y llevar a hombros a los jugadores del “Cuban Sugar Kings

Su retiro como pelotero y su consagración como manager

A los 37 años de edad, Pompeyo Davalillo se retiró como pelotero, debido a las numerosas lesiones que tuvo. Su última temporada como jugador de pelota en Venezuela fue la de 1966-1967, con los Leones del Caracas. 

Tras retirarse como pelotero, además de dedicarse con éxito al aspecto técnico del juego, Davalillo se encargó de llevar a las grandes ligas a muchos peloteros venezolanos que firmó también como scout. Fueron los casos de su hermano Víctor Davalillo, Jesús Marcano Trillo, César Gutiérrez, Antonio Armas, Baudilio Díaz, Urbano Lugo Jr., Miguel Ángel García, Gustavo Polidor, Oswaldo Guillén y Argenis Salazar, entre otros.

En 1964, inició su carrera como mánager del equipo Salamanca en México, convirtiéndose en el primer venezolano en dirigir un equipo de béisbol profesional de otro país.

En la campaña 69-70, Pompeyo Davalillo se estrenó como mánager de sus Leones del Caracas, dirigiéndolo hasta la 71-72. Pese a que logró llegar dos veces a la semifinal, no pudo pasar a la serie final.

Su audaz y respetado juego como manager, puso en boga el “juego Caribe”, ése que Pompeyo Davalillo usó a la hora de tomar decisiones acertadas en el juego. Por eso, muchos seguimos recordando a este pelotero nacido en Cabimas, como un manager inteligente, astuto, arriesgado, con mucho liderazgo y también con mucho apego a sus jugadores.

Y ese juego inteligente comenzó con los Tiburones de La Guaira, donde desarrolló un gran trabajo como coach y mánager, junto a Graciano Ravelo, durante la década de los 80, cuando se formó a la famosa “Guerrilla”, integrada por los peloteros Luis Salazar, Oswaldo “Ozzie” Guillén, Carlos “Café” Martínez, Gustavo Polidor, Alfredo Pedrique, Norman Carrasco, Argenis Salazar, Raúl Pérez Tovar, Robert Marcano, Juan Francisco Monasterios y los lanzadores Luis Lunar, Ángel Hernández y Luis Mercedes Sánchez.

La época más destacada como estratega de Pompeyo, fue la de la década de los 90, cuando logró tres títulos, dos consecutivos para las Águilas del Zulia (1991-1992 y 1992-1993) y uno con los Leones del Caracas (1994-1995).

Tras retirarse del béisbol profesional, Pompeyo Davalillo dedicó sus últimos años de su vida a continuar impartiendo sus conocimientos, primero como asesor deportivo en Pdvsa Occidente y luego como director de Deportes de la Alcaldía de Cabimas.

Y tras sufrir complicaciones de un accidente vascular cerebral asociado con fallas respiratorias y renales, Pompeyo Davalillo falleció el 28 de febrero de 2013, a la edad de 84 años en la población de Santa Teresa del Tuy.

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