Dra. Leonor Gallardo: Investigar, innovar y transferir conocimiento apuntan al éxito de los emprendimientos sustentables
Es determinante aprender de los mejores, resaltar los valores y respetar el trabajo en equipo. “En los próximos cinco años el mundo experimentará los más grandes cambios de los últimos cinco siglos”.
Luis Carlucho Martín
Investigar, innovar, aprender y transferir para el afianzamiento de un producto o una marca que debe ser patentada suenan como acciones lógicas de cualquier emprendimiento que pretenda ser sostenible. Y esa concatenación de hechos debería promoverse y gestarse desde la universidad que es –o debe ser– el crisol de conocimientos y la vitrina de los avances de una sociedad, de un país.
Esa premisa, enlazada magistralmente con el mundo del deporte, engloba el multivariado discurso central de la Dra en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad de La Mancha-Castilla, España, Leonor Gallardo, quien, con el auspicio del vicerrectorado académico de la UCV y el patrocinio de Banesco, presenta su ponencia intitulada “Ser el mejor empresario, de Rafa Nadal a Jude Belingham; ¿qué tienen en común los mejores del mundo?”.
Su propuesta refuerza aquella vieja, pero efectiva, fórmula de los tradicionales medios de comunicación para sustentarse a partir de sus ventas, donde el deporte es un elemento esencial de la tríada de la comercialización que complementan las frivolidades y los sucesos. A manera de desafío, agrega la ponente dos elementos indescartables en esta era, en pro de la sustentabilidad: la Inteligencia Artificial y la digitalización, lo que aumenta la necesidad de planificar, ante todo.
Resiliencia, humildad y mucha educación
Con verbo ligero, cargado de convicción y perfecto manejo del humor, la ganadora del premio “Mujer empresarial 2025”, bombardea con sugerencias en torno a la necesaria adaptación frente la dinámica que exige el modernismo. Resulta imposible reducir a un simple recetario tanto bagaje basado en preceptos propios del mundo de los negocios, de la economía, de la ciencia y de la experiencia deportiva de la ponente.
Es así como –basada en comprobables hechos científicos– la Dra Gallardo conjuga esos conceptos y los simplifica en su tesis –presentada recientemente en varias universidades de Venezuela– cuando desglosa, con detalles, características y particularidades de dos deportistas élite como el tenista Rafael Nadal y el futbolista Jude Bellingham.
La amigable explicación escudriña desde dentro todo el proceso de resiliencia, humildad, entrega, sacrificios, sufrimiento, dolor físico sumado a la formación integral y el factor educación, como valores determinantes de estos atletas élite quienes se consolidan como íconos del éxito y, a partir de sí mismos, pasan a generar ingresos que bien administrados garantizan riqueza sostenible.
Al respecto, Gallardo expuso que en cuanto a Nadal no hay ninguna duda –comprobado además con su empresa propia con capital que supera ampliamente los 400 millones de dólares–, pero la organización Real Madrid –y ella lo asume– apuesta a la joven figura de Bellinghan, no solo por su talento sino por su alto nivel de educación, “con lo cual se convierte en el mejor jugador en proyección hacia el futuro inmediato”, indicó.
Aprender de los mejores
De manera paralela la investigadora española destaca algunas características de sus deportistas modelos: resiliencia, autoliderazgo, motivación y convicción como herramientas útiles a todo nivel para estar dispuestos a seguir aprendiendo, incluso a partir de adversidades. Y está consciente de que el humano, por mucho genialidad que posea, siempre debe exigirse al máximo –“porque nadie nace aprendido”– con suficiente pasión para hallar la máxima satisfacción a partir de logros individuales o grupales, según sea el caso.
Allí ubica Gallardo el Ikigai, la razón de ser, de lo que se hace desde el crecimiento integral del individuo y del grupo, que implica autoconocimiento, autoexigencias y la superación de metas y objetivos a partir de lo que puede brindar ese enriquecedor proceso; que, al trasladarlo a lo comercial, indistintamente del fin, no hay manera de fracasar. Puede haber caídas, pero deben asumirse como abono del camino hacia puerto seguro. “Porque nunca se equivoca quien nada hace”, expuso con plena seguridad.
En interacción con el público surgieron los nombres de otros exitosos como Michael Jordan, Leonel Messi, Cristiano Ronaldo y David Bergkamp, por lo que la Dra Gallardo, aprovechó para negar la existencia de la suerte como factor del proceso en el que estos atletas fueron aprendiendo, con rapidez, a convertirse en los mejores, sin temor a los riesgos ni al éxito. “Ellos no hubiesen sido los mejores si no hubiesen fallado tantas veces con anterioridad, lo cual los motivó a insistir…”
Trabajo de equipo
La también ganadora de los premios Ensayo Everis (Fundación Everis) en el 2007 y el del Consejo COLEF 2021, advierte que “en los próximos cinco años el mundo experimentará los más grandes cambios de los últimos cinco siglos”. Por ello invita a abrir puertas al conocimiento global para ir a la par de las nuevas exigencias y desafíos, por lo que es imperioso “aprender siempre de los mejores”.
Aseguró Gallardo, quien además es directora del grupo de Investigación en Gestión de Organizaciones e Instalaciones Deportivas y Coordinadora de Promoción y Comunicaciones de la Universidad de La Mancha, que todo éxito, así sea individual –en el más estricto sentido de la palabra– requiere de un fluido trabajo en equipo. “Ese trabajo con confianza y compromiso es garantía de éxito”, puntualizó a la vez que destacó la importancia del papel del coach, en todos los aspectos de la vida.
Su fresco discurso, respaldado por otros logros académicos, ha dejado su tinta en innumerables artículos publicados en las más prestigiosas revistas europeas, en más de 20 libros especializados como autora y/o coautora, con lo que blinda su background intelectual. A ello añade su exitoso transitar como atleta de alta competición. Perteneció, como jugadora y luego como directiva, al bádminton español. Hubo de retirarse antes de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, requerida por su impostergable responsabilidad profesional y acá la tenemos hoy; secuestrada de las canchas, pero dejando legados en las aulas y salones del mundo. ¡Enhorabuena!
En alguna parte de su enriquecedor e inteligible verbo desliza su admiración por Nelson Mandela al asegurar que “la inspiración comienza por uno mismo”. Y al mismo tiempo agrega que el talento implica lo que uno sabe, quiere, puede y debe hacer. Indica que cada quien debe tener un componente de calidad directiva; con visión positiva. “Fuera los tóxicos”, enfatizó, ante cualquier propósito de vida.
Y, aunque a manera de diagnóstico, la especialista desnudó la crisis venezolana en materia de instalaciones deportivas, insistió en el cúmulo de oportunidades que nacen desde esa innegable realidad. Aseguró que es el momento para crear proyectos sostenibles y muy rentables en materia de planificación, innovación, construcción y, sobre todo, mantenimiento. Detectar e identificar debilidades para crecer desde allí, aparece como leimotiv de su alentador mensaje al que adiciona la necesidad de gestionar las frustraciones y la inteligencia emocional para lograr el éxito.
Posicionó la máxima de que la mentalidad de campeones es transferible a todos los ámbitos de la vida "...con valores para formar ciudadanos comprometidos a vencer las sombras",
tal como destacó la vicerrectora académica de la UCV, María Fátima Garcés, durante la presentación de tan notable invitada.
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