Monche"  Medina: chiquinquireño y gavilanero de corazón

Además de su infinita devoción por nuestra Chinita Santa, mi papá se involucró con todos los gustos populares de aquellas poblaciones costaneras del lago de Maracaibo, entre ellos, su aguerrido fanatismo por el equipo del futuro grande liga y hoy miembro Salón de Fama en Coorperwston, Luisito Aparicio con Gavilanes.

Monche"  Medina: chiquinquireño y gavilanero de corazón

Dimas J. Medina

Neuquén

Si estaría entre nosotros, Ramón Antonio Medina Arteaga, nuestro padre, tendría 95 años de edad.

Conocido popularmente como “Monche”, mi papá sólo pudo vivir 55 años, ya que un día como hoy sábado 7 de junio, hace 40 años, dejó de existir. 

Nacido en la larense población de Siquisique, el Día de Los Reyes de 1930, nuestro padre fue el segundo hijo procreado por mi abuela Casimira Arteaga con mi abuelo Dimas Medina.

Los otros hijos de nuestros abuelos fueron Cándida Rosa y José Vicente, aunque mi abuela tuvo otros tres hijos en su primer matrimonio.

Tras conocer a Eva María Rivero, una hermosa muchacha nacida en Churuguara, estado Falcon, “Monche” se mudó a Cabimas con su prometida a finales de la década de los 40, que para la época atrajo a muchos falconianos, margariteños, trinitarios y holandeses, por la fiebre del oro negro.

“Monche” se instaló junto a su esposa Eva María, mis tíos y mis abuelos, en el petrolero barrio R-10 de Cabimas.

Por eso, cuando era niño muchas veces escuché a mi abuelo Dimas, aquellos históricos relatos que significaron para nuestra antepasada familia, abandonar a su querida y nativa Churuguara.

Con la timidez que lo caracterizó, mi abuelo siempre nos recordaba que para buscar oportunidades en aquella Cabimas salpicada por el petróleo y, que para la década de los 50 se proyectada económicamente interesante para Venezuela, debió caminar varios días desde su falconiana Churuguara para poder llegar a Cabimas.

Y aunque no laboraron en la industria petrolera, mis padres, mis tíos y mis abuelos, hicieron de todo para quedarse para siempre en Cabimas.

Además de su infinita devoción por nuestra Chinita Santa, mi papá se involucró con todos los gustos populares de aquellas poblaciones costaneras del lago de Maracaibo, entre ellos, su aguerrido fanatismo por el equipo del futuro grande liga y hoy miembro Salón de Fama en Coorperwston, Luisito Aparicio con Gavilanes.

Antes de que nacieran sus 12 hijos, mi papá “Monche” trabajó en los muelles de Palmarejo, donde salían los ferrys que hacían el transporte fluvial hacia Maracaibo.

Después laboró como panadero en la conocida Panificadora Mara, en el centro de Cabimas, hasta que decidió montar su propio negocio, “Abastos Mara”, aperturado el mismo día, cuando el entonces presidente Raúl Leoni, inauguró la avenida intercomunal Cabimas-Lagunillas: 16 de octubre de 1965.

No sabemos si el nombre del “gato” como también le decían a las bodegas allá en el barrio R-10, fue un tributo a la panadería donde por varios años laboró mi padre, o simplemente surgió de las siglas de sus apellidos y nombres: Medina Arteaga Ramón Antonio.

Lo cierto, es que “Monche” o el dueño de “Abastos Mara”, dejó de existir el viernes 7 de junio de 1985.

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