Cody Dorman falleció el pasado domingo a los 17 años de edad, pero se fue con la felicidad de ver el triunfo de Cody’s Wisk en el hipódromo de Santa Anita.

Turf — Cody´s Wish es un purasangre hijo de Curlin. Foto Cortesía

JOSÉ FÉLIX DÍAZ

Pudo ver a su ‘amigo’ ganar por segunda vez en la Breeders Cup, tal y como informa ‘Racing Post’. Veinticuatro horas después, falleció, pero ver el triunfo de su compañero de viaje en sus últimos años de vida. Cody´s Wish es un purasangre hijo de Curlin. Cuando no pasaba de ser un potro más y todavía sin nombre, Cody Dorman fue a la yeguada de Gainsborough en Kentucky. Dorman padecía una rara enfermedad genética llamada síndrome de Wolf-Hirschhorn desde su nacimiento y como sucede en muchos casos, los caballos suele servir de terapia en muchas enfermedades. La relación entre ambos fue más allá, tanto que hasta dio nombre al potro. Cody Dorman falleció el pasado domingo a los 17 años de edad, pero se fue con la felicidad de ver el triunfo de Cody’s Wisk en el hipódromo de Santa Anita.

El potro recibió el nombre en su honor y por la habilidad del entrenador Bill Mott, Cody’s Wish se convirtió en uno de los purasangres con más talentoso de Estados Unidos. Su fan número uno se convirtió en un visitante habitual de algunas de las carreras más importantes y ahí estuvo en la Breeders’ Cup.

Antes de la carrera, Mott pudo hablar con Dorman y sus padres Kelly y Leslie sobre la carrera y lo que podía ser su segundo triunfo en el meeting de la Breeders Cup. Disfrutó de la carrera, pero ya no va a poder disfrutar de la nueva vida que el espera al caballo como semental, que echará de menos sus habituales visitas.

«Estamos desconsolados al compartir la noticia de que nuestro querido Cody sufrió un problema médico ayer de camino a casa en Kentucky y falleció», acertaron a comunicar desde la cuadra Godolphin, propietarios de Cody’s Wish. «Cody vio a su mejor amigo, Cody’s Wish, mostrar su habitual perseverancia y dureza para ganar una segunda Breeders’ Cup. Esas son las mismas características que Cody ha mostrado una y otra vez durante los 18 años que tuvimos la suerte de tenerlo. Estamos completamente asombrados del impacto que Cody ha tenido entre tanta gente, a través del viaje que este maravilloso caballo de carreras. Desde Churchill Downs hasta Keeneland, desde Saratoga hasta Santa Anita. Este fin de semana, no pudimos movernos sin que nadie se detuviera a decirnos precisamente eso».

Cody Dorman nunca pudo hablar, pero las películas de sus encuentros con Cody’s Wish no requirieron palabras. Un tigre en la pista, Cody’s Wish fue el más eficaz de los métodos terapéuticos para un niño que, a través de su conexión con un caballo, dio alegría y esperanza a su familia y a millones de espectadores.

«Es una gran historia, una inspiración para mucha gente. Ver lo que ha hecho por Cody Dorman y su familia y por mucha gente que lo rodea. A veces los deseos se hacen realidad», afirmó el entrenador de Cody’s Wish.

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El Pepazo/Marca