Bukele, el narcoestado y los crímenes que el mundo “ignora”…

“Los puertos salvadoreños son ahora rutas fantasmas para la cocaína " INSIGHT CRIME

Bukele, el narcoestado y los crímenes que el mundo “ignora”…

Bukele, el narcoestado y los crímenes que el mundo “ignora”…

Luis Semprún Jurado 

El murmullo del café se apagó cuando crucé la puerta. El local, inusualmente concurrido, albergaba hoy un público diverso: estudiantes, veteranos de mil batallas políticas y algunos rostros nuevos que delataban la importancia del tema a tratar. Anacleto, con su cigarrillo eternamente suspendido entre los dedos, esbozó una sonrisa irónica al verme y comenzó su disertación: «Bienvenidos a este ejercicio de deconstrucción política. Hoy analizaremos el fenómeno del neopopulismo autoritario en su fase terminal, personificado en un farsante cuyo ascenso, de alcalde provincial a autócrata, merece un estudio psiquiátrico tanto como político. Sí, hablaremos de Nayib Bukele. Dicen que en árabe "Nayib" significa "sucesor". ¿Sucesor de qué? ¿De los carteles que ahora operan bajo su narcoestado?» Hizo una pausa para dejar caer el peso de sus palabras, mientras la ceniza de su cigarrillo dibujaba parábolas en el aire. «La semiótica de su proyecto es fascinante: mientras se fotografiaba junto a íconos de la resistencia popular y el FMLN (izquierda), su familia tejía alianzas con los mismos poderes económicos que atacaba retóricamente. ¿Contradicción? No: metodología. Pero algo le falló: no tomó en cuenta que aunque no crea en las brujas, de que vuelan, vuelan. Existe una ley no escrita que quien se atreva a meterse con Venezuela, júrenlo, se seca.» Hizo una pausa meditada, que el coronel, conocedor del ritual, aprovechó para preguntar: «¿Y las pruebas documentales?» Anacleto desplegó sus notas con gesto de cirujano: «En mi profesión, aprendí que los gobiernos mienten. Es su naturaleza. Pero lo que vemos hoy supera cualquier ficción: una nube de mentiras que oscurece hasta los hechos más evidentes. Así que, veamos los hechos: primero, la metamorfosis ideológica de ropajes izquierdistas a abrazos con la ultraderecha continental; segundo, la ingeniería financiera familiar durante su gestión: doce veces ha multiplicado su patrimonio en cinco años, según registros de propiedad; tercero, la paradoja geopolítica: ¿cómo explica que bajo su "guerra contra el crimen", los carteles mexicanos incrementaran su presencia en un 40%?» Anacleto señaló un informe de Insight Crime sobre la mesa: «El caso del cargamento panameño es sintomático: 1.2 toneladas de cocaína en contenedores de café, con rastreo hasta puertos militarizados. ¿Coincidencia? La estadística no miente: tres decomisos similares en 2023, todos con participación de empresas fantasma vinculadas a exasesores del Ministerio de Seguridad. Bueno, en el negocio de la droga se mueven mucho dinero, influencias y poder. Así que, mientras su hermano compraba y compra fincas en zonas calientes, su ministro protege a los capos, y Europa recibe más cocaína "made in El Salvador" que nunca. ¿El "régimen de excepción"? Sólo aplica para pobres y periodistas. Su círculo familiar ha consolidado un poder económico, territorial y de terror en El Salvador, replicando estructuras de latifundismo moderno bajo un disfraz de "gobierno disruptivo".» Al pedir otro café, concluyó: «Este no es un gobierno: es un holding familiar donde el estado de excepción es la coartada, las cárceles el producto estrella, y la cocaína... el dividendo no declarado. Bukele públicamente anunció "guerra total" contra pandillas que controlaban el negocio del narcotráfico local. Pero Bukele no erradicó el narcotráfico: lo estatizó. Mientras vende la farsa de "El Salvador seguro", sus puertos exportan cocaína en sacos de azúcar y café, y sus hermanos compran tierras donde antes los narcos escondían armas. ¿Ironía? La misma Marina que custodia el CECOT -no es una cárcel: es el almacén de un régimen que comercia con el dolor- escoltó cargamentos hacia Bélgica. Panamá lo demostró: aquí el único "régimen de excepción" es el que permite a los nuevos terratenientes traficar impunidad. Ah, olvidaba: “El Sucesor” tiene a operadores del partido terrorista Voluntad Popular como “asesores”.  Es que en realidad Bukele no combate el crimen: lo subcontrata.» 

Desde hace tiempo, el gobierno de Bukele ha sido vinculado al narcotráfico internacional, con decomisos masivos de droga en Panamá, hasta 1.8 toneladas en 2025, provenientes de El Salvador. Militares y funcionarios protegen rutas de carteles mexicanos, mientras la familia Bukele adquiere tierras en zonas clave. Bukele usa leyes represivas para silenciar críticas, mientras su narrativa de "seguridad" encubre un narcoestado. Según la Ley Mordaza (2024), cualquier periodista que cite a Insight Crime o HRW puede ser acusado de "terrorismo". De acuerdo con reportes de EFE, Insight Crime, El Faro y CPJ, Bukele no solo encarcela pandilleros: también silencia periodistas. Los que no murieron "en ajustes de cuentas" convenientes, hoy escriben desde el exilio o bajo escolta. Mientras Europa compra su fachada de "presidente cool", en El Salvador el único "régimen de excepción" es el que aplica a quienes destapan cómo Bukele paga mansiones en Miami con bitcoins "bendecidos" por el gobierno. La Fiscalía de Panamá vinculó el asesinato de Sanz con un narcomensaje hallado en su cuerpo: "Callar o morir" (firma estilo CJNG). 

Desde que Nayib Bukele consolidó su régimen autoritario, al menos 6 periodistas han sido asesinados, 12 exiliados y otros sufrieron ataques cibernéticos o judiciales por investigar vínculos entre el gobierno y el narcotráfico. Estos son algunos casos emblemáticos: 1. José Luis Sanz, director de “El Faro”, asesinado en México en enero 2025; investigaba lavado de dinero de Bukele en Bitcoin y la conexión entre Yusef Bukele con el CJNG. Fue baleado en Tijuana por sicarios, similar al asesinato de Javier Valdez. Pero Bukele lo tachó de "criminal vinculado a pandillas" en Twitter/X. 2. Karla Hernández, “La Prensa Gráfica”, desaparecida en noviembre 2024 y hallada muerta un mes después, exponía sobreprecios en la construcción del CECOT y contratos a empresas fantasmas. Su cuerpo apareció con señales de tortura en Soyapango. 3. Equipo de “Factum”, atentado con granada en marzo 2025 porque revelaron que militares salvadoreños escoltaron cargamentos de cocaína hacia Guatemala. Saldo: 2 periodistas heridos, uno perdió la vista. 4. Óscar Martínez (El Faro) vive en España bajo protección. 5. Daniel Lizárraga (FusiónES) huyó a México tras amenazas del Batallón Digital (trolls oficialistas). ¡Y más!  

Al expediente criminal de Bukele tenemos que agregarle “complicidad en un secuestro”. Los 252 venezolanos deportados ilegalmente por el gobierno de Trump a El Salvador enfrentan un calvario sin precedentes: encarcelados sin juicio, sin acceso a abogados y sin derecho a defensa bajo la acusación de pertenecer al "Tren de Aragua", una organización criminal cuya existencia real en Centroamérica ha sido cuestionada por expertos en seguridad (InSight Crime, 2024). Según documentos filtrados a “El Faro” se trata de un negocio carcelario de Bukele, que recibió millones de dólares del gobierno gringo por "custodiar" a los deportados. De acuerdo a Amnistía Internacional, los venezolanos están recluidos en el CECOT, la mega-cárcel, en condiciones inhumanas, junto a pandilleros, violando protocolos internacionales. Trump y Bukele los llaman "terroristas", pero tanto el FBI como el New York Times alegan que no existe evidencia que lo compruebe. Ironía cruel: Los mismos que exigían "derechos humanos para Venezuela" ahora niegan el debido proceso a sus connacionales. Bukele, que se promociona como "juez duro", cobra el pago por cabeza que recibe por esta deportación masiva. Y tiene el tupé de querer intercambiarlos como mercancía por presos “y que políticos”, según su criterio, juzgados y encarcelados en Venezuela por delitos cometidos. 

Bukele no acabó con la oligarquía: solo cambió los apellidos. Los terratenientes de ayer usaban sombrero y bastón; los de hoy usan sudaderas con capucha de marca y Bitcoin. Mientras vende la imagen de “presidente millennial”, su familia reparte El Salvador como si fuera un “monopolio” de sangre y “criptomonedas”. Las tierras “compradas” por la familia Bukele coinciden con rutas históricas del narcotráfico hacia Guatemala y Honduras (Insight Crime, 2023). La participación de su familia en roles de poder, sin cargos oficiales, se han hecho notorias, así como las preocupaciones sobre falta de transparencia y nepotismo. Bukele tiene tres hermanos: Karim, Yusef, e Ibrajim. Cada uno desempeña un papel crucial en el soporte y asesoramiento del presidente en diversas áreas, desde la estrategia política hasta la economía y la “selección de funcionarios”. Esta colaboración familiar ha sido fundamental para la implementación de las políticas de Bukele. Aunque Bukele prometió un cambio radical respecto a las prácticas políticas tradicionales, la participación de sus hermanos en roles no oficiales ha suscitado debates sobre su concentración de poder. Ah… Y se autodenomina "el CEO de El Salvador". ¡Caradura!

Anacleto diría con ironía: “Bukele, eso sucede cuando te agarran con las manos en la masa, en este caso, con el polvo blanco de los paquetes y con campos de concentración llenos con más de 100.000 detenidos ilegalmente”.

 

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