«El poder, eso intangible que todos desean, nunca se queda demasiado tiempo en un mismo lugar.”
LUIS SEMPRUN JURADO
Luis Semprún Jurado
Cuando llegué a nuestro Café, encontré a todos, incluyendo a Anacleto, ensimismados mirando y/o escuchando las noticias en la Tv. Saludé con un “Hola para todos” y me senté al lado de mi amigo, que no esperó que me terminara de sentar cuando arrancó: “Los refranes son en su mayoría dichos populares para situaciones específicas que luego tendemos a generalizar. Ustedes conocen el refrán: «En guerra avisada no muere soldado», hoy no trataremos eso. Hoy trataremos sobre un hipotético caso en el que alguien se está preparando para enfrentar una situación difícil, un caso en el que no se le debe dar al contrario ninguna ventaja. En otras palabras, si alguien se está preparando para declararte la guerra, no se le debe dar ninguna oportunidad de ganar. A veces no tenemos la suficiente sapiencia para darnos cuenta que si no se saca el mal de raíz, éste nunca desaparece del todo; reaparece y sigue reapareciendo hasta que lo hagamos. Ese es el caso de la «elección» de La Loca, como la llaman sus colegas del G7, G3 o como se llame ahora, como «jefa» de la oposición criolla o de una parte radical de ella. Todos la hemos escuchado profetizar que será la «primera mujer presidenta de Venezuela», algo que sólo ocurrirá en sus sueños o en Narnia y de ahí que ahora quiera presentarse ante los venezolanos y otros ciudadanos del mundo, como una sufrida, aguerrida luchadora social, demócrata empedernida, que tiene como norte el «bienestar y prosperidad de todos los venezolanos por igual» y no como la elitesca, arrogante, presumida, mentirosa, falsa, promotora y financista de las guarimbas, participante de cuanto golpe de estado han intentado contra el gobierno de la revolución desde Chávez para acá, apátrida – ¿olvidan Panamá? -, amiga de Lorent Saleh quien se autodenominaba «terrorista de profesión», socia y cómplice de su primo el Niño Bomba, solicitante de sanciones, bloqueos e invasión a Venezuela, así como adoradora del gobierno yanqui, entre muchas otras cosas que es. Ah, luego del mega fraude llamado «primarias» cantó una partecita del Himno Nacional nuestro y todo «The Star-Spangled Banner» (El Estandarte Estrellado), himno de EEUU, como agradecimiento por su apoyo y financiamiento. Ya en anteriores ocasiones hemos comentado que luego del show que estaban montando ella se referiría al «mandato que el pueblo venezolano le había dado» y que defendería con dientes y uñas. Aquí cabe la pregunta, camaritas: ¿Cuál mandato?, ¿el de 600 mil personas de un universo de 20 millones de electores habilitados en el Registro Electoral Permanente? ¿Y cómo decir «mandato del pueblo» si somos más de treinta y pico de millones para que 600 mil decidan? ¡No digo yo! Y con la cantaleta de los 2 millones y medio que «y que» votaron unida al mantra de «tienen miedo de contarse» quieren provocar que se le dé legalidad al fraude. Sun Tzu escribió en «El Arte de la Guerra» que si conoces al enemigo y te conoces a ti mismo, no tienes que temer el resultado de cien batallas. Por eso en guerra avisada ni agua para el enemigo o como diría el filósofo del Zulia, «ni una burusita chiquita». Ustedes saben, camaradas, lo inteligente que se cree la opudrición venezolana. Ahora bien, ¿quién en su sano juicio puede creer que en 3600 mesas de votación, en un proceso de 8 horas se puedan obtener dos millones y medio de votos? Ni que pongan 480 electores – 1 elector por minuto – en fila india, durante ocho horas seguidas y sin descanso, en CADA mesa de votación, logran esa cantidad. Es nuestro deber, para sacar ese mal de raíz, demostrar esa imposibilidad matemática y que la gente racionalice que 600 mil personas no pueden decidir el destino de toda una nación, por muy elitescos, inteligentes y preparados que se crean. Los gringos estarán felices de apoyar a La Loca, ¿no apoyaron al pelanalgas autoproclamado? Bueno… sí… lo pusieron ellos”.
Cuando escuché a María con Ira, o La Loca, como prefieren llamarla sus colegas, cantar el himno completo de EEUU me vino a la memoria la pregunta de Pablo, jefe guerrillero en “Por quién doblan las campanas” de Hemingway, de si hubo jamás un pueblo cuyos dirigentes fueran sus enemigos de una manera tan evidente y expresó su desconfianza hacia los líderes republicanos, porque sin duda, todos los asistentes al acto de La Loca, además de reseñarlo en un video clip, fueron testigos sin excepción de que ella fue la promotora y la que llevó la voz cantante de esa acción. Primera vez en nuestra historia, que alguien que pretende ser candidata presidencial, tenga una vocación tan abiertamente apátrida que muestra públicamente sin ningún reparo. El video muestra la pasión que puso al cantarlo, diferente a la del nuestro, que por cierto no se lo sabe todo, a menos que la crítica le obligara a aprendérselo como es debido y ya se lo sepa. Repetir siempre los mismos errores es como caminar en círculos en un laberinto del pasado, que no compra el discurso de la “decencia”.
Sobra ambición, manipulación y la supremacía del dinero como motor de su actuación. Sin embargo, se siente amenazada en lo personal, tanto por el peso de sus decisiones como por nuevas caras enemigas que toman posición con fuerza en el horizonte más inmediato y que tampoco compran su discurso de la «decencia». Recuerden que la gente siempre se guarda información crucial para usarla cuando se requiera. La Loca muestra su discurso pro-yanqui para tratar de exacerbar las expectativas de sus “fans” y que éstas no se conviertan en desconfianza y/o paranoia. Si escalas una montaña debes saber que debes hacer, lo que no implica que puedas lograrlo. Si lo intentas y fallas, no habrá camino que recuperar; al hacer un movimiento en falso arrastras a los demás contigo porque están atados a la misma cuerda. Sus adeptos se encuentran en un explosivo curso de colisión, en el que cada uno emplea lo aprendido, la influencia y la trampa, para superar la táctica del otro, un gran drama y muchas trampas que se potencian unas a otras. Esa es la verdad; un panorama deprimente de luchas internas.
Alguien se preguntará a que me refiero con lo de “guerra avisada”. Que los medios y los gobiernos occidentales no valoren las vidas humanas por igual entre árabes e israelíes no es algo que deba demostrarse. Es demasiado obvio para necesitar documentación. Así mismo la guerra, en la que La Loca, guiada por su insaciable ambición, viene participando desde hace varios años, es harta conocida, pues la ha estado anunciando por doquier. “Llegaré hasta el final” si no me “habilitan”. Tan sólo con recordar que pedía y pide que tus hijos salgan a la calle a guarimbear, bajo su financiamiento, como carne de cañón, mientras los suyos los tiene lejos y a buen resguardo, demuestra que no existe en ella el sentido de compromiso con la “libertad y la justicia” y menos un sacrificio por el bien común. Presentar detalles del relato oficial del atentado con drones del 4 de agosto de 2018, contra Nico, es “negación de la realidad”; reseñar marchas de miles de personas del pueblo que pacíficamente se manifiestan en apoyo a Nico es “jalabolismo” y “mensaje de odio”.
Ahora mostrará lo aprendido, hasta el punto de presentarse como “alguien parecida” a una “estadista”, pero sin una brújula moral que marque el rumbo, al asumir el reto de acabar con Nico. Habrá traiciones por doquier y siempre una justificación para ello. ¡Demasiada ambición! Su empresa SUMATE ha quedado en evidencia luego del fraude de la Primaria, pero “eso sólo fue por negocios”, nada personal. Ella y el Vampiro se parecen no sólo en lo “chupasangre”, sino en la carencia de sentimientos. Difieren en su choque de egos y en la lucha constante por el territorio que se “disputó” en la pantomima electoral, en la que la ambiciosa Loca pareció dejar de lado por un rato sus ataques a Nico, para apuntalar una “carrera política” que parece decidida a tratar de consolidar. Por ahora se cree jefa de toda la oposición. ¿Qué pasará cuando Manuel aspire o coloque su candidato presidencial y le reste los 200mil votos que le prestó en el Zulia? ¿Rauseo y los otros candidatos? ¿AD y Prosperi? Ni una “burusa” le brindarán ellos… ¿y agua? Sí… ¡bastante pa’que se ahogue!.
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