Luego de acabar con la vida de su marido, el hombre habría huido a su país natal.
Un juez brasileño ordenó a última hora de ayer la detención de un diplomático alemán acusado de asesinar a su marido belga en Río de Janeiro y pidió a la Interpol que añadiera su nombre a la lista de personas buscadas, un día después de que el cónsul embarcara rumbo a Alemania.
“El juez Gustavo Kalil recibió la denuncia ofrecida por el Ministerio Público de Río de Janeiro y decretó la prisión preventiva del cónsul alemán Uwe Herbert Hahn, acusado por la muerte de su marido, el belga Walter Henri Maximilien Biot el 5 de agosto”, informó el Tribunal de Justicia de Río de Janeiro (TJRJ) en un comunicado.
El magistrado “determinó la inclusión del nombre del cónsul en la lista de fugitivos de la Interpol, en función de que el acusado embarcó el domingo hacia Alemania”, añadió el tribunal.
Hahn estaba en arresto preventivo desde el 7 de agosto tras la muerte de su marido, pero fue liberado el viernes después de que un tribunal local decidiera que los fiscales habían incumplido el plazo inicial para presentar cargos contra él.
Tras su liberación, la Fiscalía de Río de Janeiro, que niega que se haya vencido el plazo legal, lo acusó de asesinato con agravantes, lo que llevó al juez Kalil a ordenar que Hahn volviera a ser detenido preventivamente.
Sin embargo, varios medios de comunicación afirmaron que, en el momento de la decisión de Kalil, Hahn había dejado Brasil y llegado a Frankfurt a primera hora del lunes, una afirmación que la fiscalía sigue investigando.
Así, Kalil elevó el caso a la Interpol y pidió que se informara a las embajadas de Alemania y de Bélgica sobre el caso.
“El acusado ya ha dado señales concretas de que no tiene intención de colaborar con los órganos del Estado brasileño, ya que afirmó que la víctima había muerto por accidente”, dijo Kalil al informar su decisión.
En un documento publicado el lunes, los fiscales afirmaron que “el crimen se cometió con medios crueles: la severa paliza a la que fue sometida la víctima, que le causó un sufrimiento intenso e innecesario”, y añadieron que Biot no había podido defenderse debido a la ingesta de alcohol y a medicamentos para la ansiedad.
Asesinato en triple grado
En el momento de la muerte de Biot, Hahn, que llevaba 20 años casado con él, dijo que se había caído de su apartamento en el barrio de Ipanema tras sufrir una enfermedad repentina.
Pero la Policía lo detuvo como sospechoso de asesinato luego de que las investigaciones forenses dieran con manchas de sangre en el apartamento y la autopsia del cuerpo de Biot mostrara múltiples heridas.
El cuerpo presentaba 30 lesiones como equimosis, escoriaciones y otras heridas en brazos, piernas, tronco y cabeza, por lo que los especialistas consideran que son incompatibles con una caída, como defiende el diplomático alemán.
El cónsul es acusado de asesinato en triple grado: asesinato por un motivo inventado, por medios crueles y por dificultar la defensa de la víctima.
La Fiscalía afirma que Hahn alimentaba un “sentimiento de posesión” hacia la víctima, a quien “subyugaba financiera y psicológicamente”, impidiéndole desarrollar cualquier grado de independencia económica y amistades con otras personas.
“La Policía Civil [a cargo de las investigaciones] está perpleja” con el regreso del cónsul a Alemania, dijo la comisaria Camila Lourenço al diario ‘O Globo’. “Podrían haber determinado una medida cautelar alternativa a la prisión, como la retención del pasaporte, lo cual habría dificultado su fuga”.
De ser condenado por homicidio, el cónsul alemán deberá cumplir entre 12 y 30 años de cárcel en Brasil, pero especialistas en derecho internacional afirmaron al medio brasileño que no debería estar en prisión preventiva mientras esté en Alemania ya que la medida cautelar sólo debe cumplirse si sale del territorio alemán y es detenido en otro país.
“El proceso no se detendrá porque esté fuera del país. Pero en caso de condena no será extraditado por Alemania. Si Brasil pide el cumplimiento de la pena, después de la condena, y la Justicia alemana acepta, sería el tiempo de acuerdo con la sentencia, pero con las reglas allí”, explicó a ‘O Globo’ el profesor de la Universidad de Río de Janeiro Cristiano Fragoso.
‘Es un infierno’: escribió la víctima
Un amigo español de la pareja, que vivía en Brasil, aseguró a la delegada Lourenço que la relación entre ambos era de continuas peleas y humillaciones.
‘’O Globo’ accedió a mensajes de WhatsApp entre el hombre y el hermano de la víctima en el que aparece una foto del belga con moretones en el mentón y un mensaje perturbador en el que ponía: “Es un infierno aquí con Uwe”, refiriéndose a su marido el cónsul alemán.
El español declaró que tenía muy buena relación con la víctima, con quien mantenía una amistad de 3 años y paseaba diariamente, excepto los fines de semana, cuando el diplomático alemán estaba en la casa y “no permitía que su marido saliera”, detalla el medio de Brasil.
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El Pepazo/El Tiempo Colombia/La Nación Argentina