De ser el día más feliz para los novios, se convirtió en el más trágico, luego que al culminar la boda asesinaran al recién esposo frente a la iglesia en la ciudad de Caborca, Sonora, en México. La novia resultó ilesa y sufrió una severa crisis nerviosa tras el ataque. También resultó lesionada otra mujer, pero está fuera de peligro.
La novia, con su vestido manchado de sangre, llora desconsolada y desesperada ante lo ocurrido. Foto Cortesía @Adela_Micha
Todo pintaba para ser una celebración de amor, pero acabó en un baño de sangre luego de que un hombre fuera masacrado al salir de su boda en un municipio del norte de México.
Los hechos ocurrieron en Caborca, en el estado mexicano de Sonora, una entidad donde operan diversos grupos criminales del país latinoamericano, ya que se trata de una zona que colinda con Estados Unidos y eso la convierte en un importante paso de drogas y armas.
Los reportes de la prensa local indican que el novio fue asesinado a balazos minutos después de haber contraído matrimonio con una mujer, quien resultó ilesa. Los disparos ocurrieron afuera de la iglesia donde se realizó la ceremonia religiosa.
La agresión ocurrió durante la noche del sábado, en pleno centro del municipio, cuando todavía se percibía el típico bullicio urbano.
En redes sociales circularon imágenes y videos en los que se aprecia cómo los servicios de emergencia trasladan el cuerpo en una camilla hacia una ambulancia. También se observa a la mujer con su vestido de novia manchado de sangre.
La Fiscalía del Estado de Sonora informó que la persona asesinada era Marco Antonio Rosales Contreras y aseguró que ya abrió una investigación para esclarecer lo ocurrido.
«El hombre privado de la vida en un ataque directo era originario de Durango y residente de Jalisco. También resultó lesionada una mujer que se encontraba en el sitio, sin embargo, está fuera de peligro», indicaron las autoridades locales.
Algunas versiones de la prensa mexicana indican que el hombre era ingeniero y que la novia tuvo una severa crisis nerviosa después del ataque.
Los hechos generaron indignación entre la población del norte de México. Sin embargo, el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, dijo que no existen razones suficientes para caer en una psicosis colectiva.
«No hay mayor motivo para un ánimo de psicosis. Las líneas de investigación apuntan que fue un ataque dirigido específicamente contra la persona que, lamentablemente, perdió la vida, eso no es incriminatorio, significa, pues, que no es que le pueda suceder a cualquiera, el atentado fue dirigido particularmente», comentó el gobernador Durazo.
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