Leonardo Núñez Martínez
La incertidumbre aumenta cuando no se conoce el fondo del problema, más aún si quien lo genera se esconde o no da la cara. Entender un perjuicio conduce a descubrir el interés malsano de quien lo provoca, es decir, saber «quien está detrás».
No siempre anda solo quien se presenta con aparente autonomía haciendo creer que actúa por «motus propio» y sin asociación dependiente de un tercero. Generalmente, desvergonzados y ocultos autores intelectuales y financieros actúan «detrás» de ejecutoras marionetas incapaces de moverse por sí solas, sobre todo cuando un gran negocio está «detrás».
Nuestros viejos se atormentaban tratando de descubrir según el caso «quién lo mandó a matar», «quién promovió la invasión», «a quién beneficia el delito», «qué intereses defendía», «quién dió la orden», en fin, «quién estaba detrás» de un hecho malvado. No les era fácil precisarlo, sin embargo muchos casos fueron develados sin mucha dificultad, quedando los autores intelectuales al descubierto.
Así, abandonar el campo favoreció a las compañías petroleras, el cine mexicano no aguantó la ofensiva de Hollywood y Rockefeller armó el pacto de Nueva York que luego se llamó de Punto Fijo. Se sabía que Sebastián y Sócrates eran títeres asesinos de Venancio Pulgar y todo Maracaibo sospechó quien estubo «detrás» del crimen de La Caballero.
La Exxon Mobil, vieja corporación petrolera fundada hace más de 150 años con el nombre de Standard Oil Company, con largo historial de intervenciones en los países donde ha operado y experta en tumbar gobiernos, «está detrás» de quienes pretenden dar jurisdicción a la Corte Internacional de Justicia en el diferendo sobre el Esequibo, reviviendo un laudo arbitral que hace más de 120 años confeccionaron gringos e ingleses ilegalmente.
Además de los agentes imperiales que a través de páginas digitales han impuesto el «dólar paralelo», especuladores millonarios utilizan las divisas «baratas» que reciben del Banco Central, cuya lista queremos conocer, deben señalarse los funcionarios que se benefician con esa «colocación» y que también están «por detrás».
Ya se sabe que «detrás» del golpe de estado contra Pedro Castillo en Perú están, entre otros, poderosas empresas que han evadido millones y millones de soles en impuestos. Decretada la vacancia del Presidente, desplazan a quien prometió cobrarles.
Nosotros los de hoy, no hemos sufrido en mucho tiempo el tormento que vivieron los viejos montunos, cada vez que querían identificar los intereses capitalistas que siempre «están detrás» de la inocente apariencia de un conflicto. ¡Los conocemos!.
¡ORGULLOSAMENTE MONTUNO!
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El Pepazo
