Jokic es el ‘jefe’ en el rodillo de los Nuggets

Sólo hay dos 3-0 en la primera ronda de Playoffs de la NBA. El de los Philadelphia 76ers ante los Brooklyn Nets, que es tan rotundo como poco validatorio de las cualidades. Porque sus estrellas aparecen a fogonazos. Pero el de los Denver Nuggets a los Minnesota Timberwolves es un giro radical. Los mejores golpean. La defensa golpea. Y Nikola Jokic, porque es todo además de una mega estrella de la liga, reina en una serie que insufla ánimo a la parroquia del estado de Colorado.

Los Nuggets saben leer sus fortalezas. Es algo que el mejor equipo del Oeste durante toda la temporada regular debería hacer sin ninguna duda, pero como existían… Se debe reivindicar. A los Wolves les abrieron brecha con volumen de tres -en la primera mitad encadenaron dos de Caldwell-Pope y uno de Braun- y un Nikola Jokic que reparte, mira y decide.

Siempre. Porque cuando Anthony Edwards encendió el ‘modo superestrella’ (36+7) -que lo es-, contestó al mando de los Nuggets. Encontrando a Braun en la esquina con un apretado 94-91 en el último periodo, ‘bailando’ a Gobert en la pintura, un ‘alley-oop’ a Aaron Gordon, ‘pick and roll’ con Murray y otra asistencia, para el broche, a Porter Jr. en la esquina. Dominante.

Tienen que ser unos bastardos egoístas

Michael Malone

Pero que se está dando. Es una serie apretada, pues Anthony Edwards decide partidos y es capaz de ganar choques de Playoffs. Pero Denver tiene la receta del éxito. Competir siempre. Saber entender contextos de partido. Y a una estrella que brilla. Jokic, con 20 puntos, 11 rebotes, 12 asistencias y una asombrosa carta de tiro de 9/13 volvió a mandar. No le asustan las alturas.